Oscuridad || Fan Fic Tom Hiddleston

••••Capitulo 14••••

Irila

Un mes y medio ha pasado, aún sigo sin poder creerlo, desde que el señor Hiddleston inicio las grabaciones de Rosh, he visto toda la producción desde cerca y debo admitir que el mundo del cine es realmente a lucinante, trucos, efectos, maquillaje siempre logran hacerme sentir como una niña dejándome el mentón por el suelo ¡es increíble! He aprendido muchas cosas sobre todo del equipo personal del Señor Burton, capaces de crear la más fantástica ilusión con elementos tan mundanos como agua o pintura y lo más importante no tienen problema en saciar mi curiosidad con explicaciones.

He completado la agenda de mi jefe según el cronograma del estudio, según sus necesidades y las indicaciones de la señorita Lancaster.

Realmente me he llevado muy bien con el señor Hiddleston en cierta forma parece hacerlo todo más fácil a diferencia de otros asistentes, no me grita ni me pide exigencias, sólo peleamos por la enorme bolsa que Lilibeth preparaba originalmente con comida para mí...que hoy puedo decir es de los dos, ya que ahora ahí dos de todo, jugo, fruta, sandwiches y golosinas; nos malcría como a sus dos pequeños niños consentidos, si tan sólo la señorita Jennifer supiera que estoy permitiendole romper su dieta con comida basura, me mataría. Pero no todo son rosas he presenciado algunas situaciones extrañas, Bella se muestra muy interesada en el señor Hiddleston la he visto conversar muchas veces con él luego de cada toma en un tono muy sugerente, dulce y picaresca, no hace falta ser muy brillante para darse cuenta el interés especial que le brinda sólo a él, estuve intentando ser discreta, hacerme la que no veo nada, ya que después de todo no es asunto mío, pero mi jefe parece incomodar se bastante cuando los descubro, pero no es mi culpa después de todo, es mi trabajo ser su condenado perro lasarillo, sumando las caras largas que e comenzado a recibir por parte de Bella.

Me he intentado apartar un poco, esperarlo en su motor home, hacer mis pendientes, preparar su siguiente vestuario que me dejan las vestuaristas. Mientras en mis ratos libres aprovecho el leve sol de Londres quedándome afuera, me siento como una vagabunda contra una de las paredes del estudio con mi pequeño cuaderno personal dibujando todo lo que pasa por mi mente, recuerdos, caras, seres mitológicos descriptos por Ovidio que roban mi imaginación, carabateo una cosa tras otra perdiendo la noción de tiempo y espacio cuando me alertó al oírlo.

-¿Qué haces?-Su sonrisa es lo primero que veo aún con la luz fuerte de hoy, intento ponerme de pie pero me detiene.

-Tranquila, no voy a retarte, además están ahora en grabación Tom no te dirá nada.

-El señor Hiddleston no se enoja, jamás lo haría no es de esa clase de personas. Se acomoda a mi lado viendo de re ojo mi cuaderno, alzando las cejas con sorpresa.

-¡Vaya! Tienes talento esto se ve muy bien, me lo prestas. Mi cuerpo se encoje un poco avergonzado y le doy el cuaderno para que vea.

-Sólo son unos garabatos, nada importante.

-¿Estudiaste arte? Tus líneas son muy claras y definidas.

-No, pero por lo que veo ¿Usted si señor Bretmann?

-No tengo 50 y no soy importante, sólo dime Peter por favor... respecto a tu pregunta, si estudie arte cuando era adolescente gracias a mi madre, pero no funcionó, no nací con el don que hace falta para ser un gran artista, por eso me dedique a producir. Ojea mi libreta viendo algunas hojas más cuando vuelve a mirarme con esa enorme sonrisa.