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Caminé por los pasillos unos minutos, perdida, sin rumbo, solo doblando en pasillos que intuía y caminando por otros. Mi cabeza estaba baja, mi pecho dolía por el llanto reprimido, mis ojos comenzaban a arder y mis manos temblaban sin cesar, cada vez más rápido.

~

-mi blanca favorita, ¿Qué haces aquí? –levanté mi cabeza y me encontré con Blaise sonriendo, pero en cuanto vio mis lágrimas, su cara cambió. - ¿estás llorando?

–no, solo riego el piso. –bromeé.

Sonreí flojamente y me acomodé en mi lugar, echando la cabeza para atrás, apoyándola contra la fría pared.

-idiota. –susurró para él mismo y se acomodó a mi lado. - ¿A quién hay que matar?

-Malfoy.

-¿Qué te hizo?-preguntó apretando sus nudillos.

-ya sabes.- y no hizo falta más para que comprendiera.

-Ya vuelvo. –avisó, pero lo frené tomándolo del brazo.

-Blaise, no quiero que le pegues ahora. Quiero un abrazo de mi amigo.

Zabini me abrazó, pasando sus brazos por encima de mis hombros, pegándome a su pecho. Sollocé un poco más, aunque pude calmarme con las caricias de Blaise y los besos en mi cabeza de parte de él.

-¿podemos hacer una promesa? –pregunté al chico de piel morena

-¿Qué promesa?

-siempre abrazarnos cuando necesitemos.

-no hace falta prometerlo, pero si lo quieres hacer, lo prometo. Hasta el fin de nuestros días.

-Hasta el fin de nuestros días. –repetí con una sonrisa.

~

-Blaise, por favor, ven.- susurré sin esperar respuesta alguna, mientras que me pegaba a la pared, agarrándome el pecho con mis manos, intentando de poder respirar. – Blaise...-lo volví a llamar, pero estaba sola, él no apareció y no iba a aparecer.

Mis rodillas se debilitaron y caí al piso. Mi respiración estaba mal y cada vez peor.

~

–¡Sectusepra! –escuché a alguien gritar.

–¡BLAISE! – gritó desgarradoramente Pansy detrás de mí y volteé a mirar.

Mí amigo caía inconsciente al piso, con cortes por todo el cuerpo. La sangre manchaba su camisa y se deslizaba hasta caer al suelo y dejar un charco rojo.

Pansy se tiró sobre Blaise y yo corrí hacia ellos.

Mis ojos rojos volvieron a llenarse de lágrimas y volvieron a llorar. Tomé la mano de Blaise y la apreté con fuerza.

Pansy comenzó a presionar las heridas de Blaise, intentando que la sangre dejara de fluir, pero fue en vano. Zabini tomó la mano de Pansy y le sonrió.

–te quiero. –susurró a ella

–no, no me digas eso. –suplicó ella acariciando su rostro.

–¿Qué pasó? –preguntó Daphne llegando detrás de nosotros. Al ver el cuerpo de Blaise en el piso, corrió hacia él y se arrodilló a su altura.

Pansy, sin decir más, abrazó a Daphne y sollozó en su pecho.

Los ojos de la rubia se conectaron con los míos y me dedicó una corta sonrisa.

Escuchamos a Blaise reír y volteamos a verlo. Comenzó a toser y de su boca salía sangre. "cuídalas." fue su última palabra antes de morir, aunque no sabíamos a quien de las tres iba. Sus pulmones ya no respiraban, su corazón, no palpitaba y sus ojos ya no brillaban.

~

Escuché risas al final del pasillo y pude identificar la voz de Rose.

-¡Rose!-grité con las pocas fuerzas que tenía.

-¿tía? –preguntó ella volteando a todos lados, hasta que por fin me vio. Dejó caer los libros que traía en su mano y corrió hacia donde yo. -¡tía! ¿Es un ataque?-preguntó y solo asentí con la cabeza. –bien, no sé qué hacer, llamaré a alguien.

-no..., no, no.

-okey.... Danna, por favor ve a llamar al profesor Longbotton. –le dijo a su amiga quien salió corriendo en el instante en el que Rose terminó su frase. Tomó mi mano y la apretó con fuerza. – bien, ¿Qué hace mamá? –intentó recordar.

~

-¿Qué hace Harry?-preguntó Hermione para ella misma, mientras que tomaba mi mano y la presionaba con fuerza. –tranquila..., emm..., Vamos, yo debo de saber algo sobre esto. –se decía a ella misma.

-h-haz...has algo, p-pero no g-grites...-dije con poco aire.

-lo siento.... ¡Neville!-exclamó- él sabe de esto..., iré a llamarlo. –avisó pero apreté su mano y negué con la cabeza.

-quédate. –supliqué con dificultad.

-bien...., emm....-miró a su alrededor en busca en algo que pudiera ayudar y sus ojos se iluminaron al ver los cuadros que colgaban a lo largo de todas las paredes. - Señor. –dijo a uno de los del cuadro. –ayúdeme a buscar a Neville Longbotton y Harry Potter, ambos de Gryffindor, quinto año, por favor. – le dijo y el hombre asintió.

Mi cuerpo cada vez temblaba más, mis lágrimas salían de mis ojos, mi respiración era cada vez más acelerada, al igual que mis latidos. Mi cuerpo sudaba y sentía que me moría.

~

-tía, por favor, tranquila...-suplicaba Rose acariciando mi cabeza.

-aquí estoy.-oí a Neville decir.

-Tío, gracias Merlín, ayúdame.

Neville se sentó frente a mí y tomó mis manos.

~

-¿¡Qué pasó!?-preguntó Harry corriendo hacia nosotras junto a Neville y Ron.

-no sé cómo calmarla y cada vez está peor.... Hagan algo, estoy entrando en desesperación por no saber qué hacer. –dijo Hermione poniéndose de pie.

-Anne, tranquila, ya estamos aquí. –dijo Neville arrodillándose frente a mí. –toma mi mano y apretarla cuanto quieras. Concéntrate en mi respiración e intenta seguirla. Vamos. –me incentivó y comenzó a respirar exageradamente para que yo intentase seguirla, algo que se me hacía cada vez más imposible.

~

Comenzó a respirar fuertemente para que yo siguiera su ritmo. Era difícil y cada vez se me dificulta más seguirlo.

-contaremos hasta diez, ¿de acuerdo? –Asentí con mi cabeza y él comenzó a contar.- uno

~

-d-dos...-dije yo con mis ojos cerrados.

-tres. –dijo Neville

-cuatro.-continuó Ron

-cinco- dijo Hermione.

Juntos contamos hasta el número diez, y al llegar, me encontraba mejor. Neville continuó ayudándome con mi respiración, hasta que estuvo completamente calmada, y al ya estar bien, me tomó de ambas manos y me sonrió.

-lo hiciste. –susurró.

~

-lo hiciste. –susurró Neville en cuanto el número diez fue pronunciado por mí.

-gracias. –dije en un hilo de voz y lo abracé. Mi llanto salió solo, necesitaba desahogarme y Neville era el mejor en escucharme.

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como aquellos de 1995 || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora