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–hablé con la profesora McGonagall. –dijo Hermione rompiendo el silencio que se había formado minutos atrás.

–¿sobre? –pregunté aún mirando a la nada, recordando cada palabra usada por Hermione hace rato.

–sobre lo que vienes pensando hace casi una hora. –dijo y volteé a mirarla.

–¿que cree?

–cree que es un peligro, que deberíamos encerrarla de nuevo en Azkaban por solo ser hija de Bellatrix y de Voldemort–suspiró. – Pero cree que nadie debe ser juzgado por las cosas que sus padres hicieron años atrás y que no merece sufrir todo lo que sus padres debieron haber sufrido por el daño que ellos causaron.

–¿Entonces?

–Siendo directora de Hogwarts, decidió que se inscribirá como alumna y el mundo mágico le dará una segunda oportunidad al apellido Riddle, pero sin saber que se la darán.

Reí. Debía ser un chiste. Opino lo mismo que la profesora cuando dice que no merece sufrir por lo que sus padres hicieron, pero inscribirla en Hogwarts..., no es posible que ella haya dicho eso. O pensándolo bien, sí, es posible, pero no creo que lo haya dicho, al menos no en voz alta. 

–¿La hija de Voldemort en Hogwarts ? debe ser un chiste, Hermione. No es divertido.

–No es divertido. Tampoco es un chiste.

–Estás loca, Hermione, desquiciada. Acaso no has pensado en que estarán tus hijos, tus sobrinos, estarán los hijos de miles de personas e incluso estaré yo, Neville, los profesores.

–Oh vamos, me tratas como si dar segundas oportunidades sea un pecado y tú fuiste de las primeras en dar segundas oportunidades. O tengo que recordarte que tus amigos fueron y aún son mortifagos.

Así que sacando las cartas escondidas al juego, Hermione.

–¡Parkinson aún es amiga tuya, Daphne Greengrass aún está en contacto contigo y Malfoy volvió a enredarse en tus sábanas!

–¿¡Me estás tratando de prostituta, Granger!?-estallé. ¿En serio lo estaba haciendo?

–No, solo digo que juraste mantener alejado a Malfoy de tu vida y ahora, dándole una segunda oportunidad, dejas que se revuelque contigo.

–¿¡Quieres hablar de segundas oportunidades!? ¡Bien, hablemos de segundas oportunidades! Krum.

Y eso fue suficiente para que su cara se volviera roja y su mandíbula se tense más.

–Annette, te advierto que esto no saldrá bien si metes ese tema a la conversación. –advirtió Hermione, poniendo un dedo arriba.

–Tú solita lo has sacado. Me tratas de prostituta a mí y tú eres la más puta. ¿Recuerdas la boda de Fleur y Bill? oh, sé que lo haces.

~

Aún seguía un poco mareada por la aparición que instantes atrás había hecho, pero aún así, puse la mejor cara de felicidad y entré a la tienda, acompañada de Blaise.

–¿Estás segura de que estará todo bien?–preguntó Blaise por quinta vez en la noche.

–Sí, mientras nos escondamos de los mortifagos, todo saldrá bien. –le aseguré y entramos a la tienda donde la fiesta estaba comenzando.

Blaise y yo lo primero que hicimos fue saludar a los recién casados para luego escapar del centro de la fiesta (no era algo que solíamos hacer, lo contrario, siempre éramos el centro, pero está vez era distinto, cuánta más discreción, mejor)

como aquellos de 1995 || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora