como aquellos de 1995 || Draco Malfoy

[41]

El sol calentaba todo al rededor. Llevaba mi saco en la mano, caminando sin prisa por las calles muggles. Frené en una cafetería, el olor a pan recién horneado y café fresco llamó mi atención. Entré y una suave campanilla sonó al la puerta abrirse.

—Buenos días—dijo una mujer sonriente que se acercó a mí de pronto.

—Buenos días, ¿podría ser una mesa?

—¿Como no? Sígame—indicó y me guió hasta una mesa alejada del resto, cerca de la ventana que daba a la calle.

Pedí un café y unas croissants. No tardó en llegar mi pedido. Pasé unas dos horas allí, disfrutando el desayuno y disfrutando el silencio.

Pagué la cuenta y me fui del lugar. Caminé por las calles, esquivando a la gente. Al cabo de media hora ya me encontraba cerca de la Mansión Malfoy. 

Un auto a mi lado bajó su velocidad, por lo que apresuré la mía. El auto frenó a mi lado y volteé a ver el interior.

—¿La llevamos? —preguntó Draco desde adentro.

—Casi me matas de un susto, idiota—dije golpeándolo con la prenda de ropa en mi mano. Draco rió y Scorpius se asomó desde la puerta trasera.

—¡Iremos al parque de diversiones!—dijo emocionado.

—Disfruten de su día, no quiero interrumpir su día padre e hijo—dije sinceramente.

—¡Ven con nosotros! No molestas—dijo Scorpius. Miré a Draco buscando que entienda que no quería meterme en su día y ser una carga, pero él sonrió y se encogió de hombros.

Luego de una nueva súplica por parte de Scorpius, me rendí y acepté acompañarlos. El viaje fue verdaderamente divertido. Junto a Scorpius cantábamos y bailábamos las canciones mientras que Draco solo reía. Al cabo de unos minutos llegamos al parque de diversiones. Se trataba del nuevo parque mágico, lo habían comenzado a construir años luego de la guerra. Draco consiguió un lugar donde dejar el carro y Scorpius, doblemente emocionado, nos arrastró a ambos hasta la fila.

Parecía un lugar aburrido y descuidado, un parque de diversiones abandonando, pero al pasar la línea mágica, se convirtió en todo lo contrario.  Se oían desde afuera las risas de todos lo que jugaban dentro, los gritos de impresión y la música irritante que se escuchaba por todo el parque.

—Odio estos lugares—susurró Draco. Volteé a mirarlo y vi como sus ojos juzgaban cada cosa.

Enrollé mi brazo con el suyo y apoyé mi cabeza en su hombro. Sus ojos fueron a mí y a pesar que sabía que no le agradaba mucho el afecto en público, no sé quejó.

—¿A donde iremos primero? —preguntó eufórico Scorpius.

—A la boletería— respondió Draco mirando a su hijo con una ceja alzada.

Scorpius lo miró mal y luego revoleo sus ojos, todo un Malfoy. Su euforia se calmó de pronto.

—Potter— mencionaron delante de nosotros y poco a poco las miradas fueron hacia mí. Odiaba esto.

—¡Annette Potter!

Habían pasado 20 años y la gente seguía reaccionando así. Luego de la guerra, junto a Hermione, Ron y Harry habíamos recibido medallas y títulos por haber "salvado" el mundo mágico. Era irritante cuando la gente te daba privilegios por tener esos título.

—¡Pasa! ¡Ven aquí! —gritó una bruja vestida con el uniforme del parque. 

—No, no, está bien—dije separándome de Draco.

—¡Ven conmigo! —insistió la mujer.

—No, en serio.  No—me negué.

La mujer se acercó a mí y tomando mi brazo me arrastro hasta el frente. Scorpius, con una sonrisa nos siguió y Draco caminó tras su hijo.

—No seas tímida—dijo la bruja caminando al frente—. ¡Miren, es Annette Potter!

Joder. ¿Puedo golpearla? Draco reía a mi lado, el sabía que odiaba esto, siempre lo había hecho, mientras que Scorpius solo avanzaba delante de su padre. Al llegar al frente, todos dieron un paso hacia atrás, la bruja hizo un movimiento con su varita y unas pulseras brillantes aparecieron en nuestras muñecas.

—Disfruten del parque, tómenlo como un agradecimiento por parte del mundo mágico—dijo la mujer con una hermosa sonrisa.

—¡Wow!—exclamó Scorpius para luego correr dentro del parque.

—Solo relájate. Toma un poco de aire—susurró en mi oído Draco.

Y rendida, avancé.
*****

Hola de vuelta! Como están? Espero que se encuentren bien. Quería probar algo nuevo, algo más tranquilo y a su vez, quería hacer a Annette más parte de la pequeña familia Malfoy.

Sé que estuve desaparecida, pero estuve con muchas cosas en mi cabeza y estuve realmente muy agitada en el sentido de que tuve muchas cosas que hacer, y no me daba el tiempo, ni la cabeza, para escribir. Además, fue mi cumpleaños y me gusta tomarme un tiempo para mi antes de la fecha, para conectar y terminar mi año y comenzar uno nuevo con todo en orden en mi. Agradezco por el apoyo a pesar de eso.

Un poco atrasado, pero feliz cumpleaños para nuestro queridísimo Draco Malfoy (escribiría algo acerca del cumpleaños, pero no tendría sentido, intentaré algo en el próximo capítulo, me las ingeniaré).

Sin más para decir, no olviden votar!

L@s quiero! 🫶