como aquellos de 1995 || Draco Malfoy

[23]

Su mano en mí pelo. Su perfume en mí cama. Su pecho subía y bajaba con tranquilidad, mientras que sus dedos acariciaban mí cabeza. Tomé una profunda respiración y levanté mí cabeza.

Draco miraba unos papeles, mientras que en sus ojos unos lentes lo ayudaban a ver con claridad.

Se ve tan jodidamente sexy.

–buenas tardes...–dijo él sonriendo un poco, pero sin quitar su vista de aquellos papeles que tenía en su mano, –o noches.

–que esperabas que hiciera luego de 5 orgasmos seguidos. –dije sentándome.

Draco bajó las s papeles y se quitó los lentes. Sus ojos grises se enfocaron en mí, acompañados de una sonrisa llena de orgullo.

–No me digas que no lo disfrutaste.

–cada segundo –confesé

–por su puesto que lo disfrutaste, tus "oh Draco" –dijo imitandome– me quitaron las dudas.

golpeé su hombro y revoleé mis ojos. Draco rió un poco. Posó sus manos en mí cintura y acercó a él. Pasé una de mis piernas por encima de las suyas, sentándome en ellas. Mis brazos se enroscaron en su cuello y luego, pegué su torso desnudo con el mío que era cubierto por su camisa.  Hundí mí cara en su cuello y ahí me quedé y fue cunado recuerdos invadieron mí mente.

~
–Por ser una Potter, aquí no tendrás el respeto y adoración de todos. –dijo Malfoy

Era nuestro segundo año y  a pesar de que estábamos en la misma casa y que habíamos compartido un año entero, seguíamos tratandonos para la mierda. Malfoy me insultaba y también a mí hermano y a sus amigos, mientras que yo solo me defendía y lo atacaba cuando podía.

·

Tercer año. me encontraba saliendo de la biblioteca, dejando a Hermione dentro terminando un trabajo.

Daphne, mí amiga de Slytherin, llegaba corriendo. sin decir nada, me tomó del brazo y me arrastró por los pasillos hasta las mazmorras.

–¿me puedes explicar que está pasando? – le pregunté acomodando mis libros mientras que ella daba la contraseña. Tomó de vuelta mí brazo y me adentró a la sala común.

Allí, un grupo enorme de alumnos se encontraba mirando algo en medio. Gritos, jadeos, alientos y murmullos daban vuelta entre todo el caos.

Daphne, aún tomando mí brazo, se metió entre la multitud para llegar al centro. Blaise intentaba de agarrar a Malfoy, quien estaba encima de Nott, un compañero y amigo de Blaise, moliendolo a golpes.

Los nudillos de Malfoy estaban rotos y chorreaban sangre, mientras que el rostro de Nott era manchado por la sangre.

Que carajo.

–¿que pasa? –le pregunté a Daphne a mí lado, pero antes de que me pudiera responder la voz de Pansy Parkinson apareció detrás de mí.

–eres una idiota, Potter. ve con tus amiguitos de Gryffindor, con el idiota de tu hermano, con ese traidor de la sangre y con la sangre sucia de Granger

Eso hizo que mí sangre hirviera. no el hecho de haberme llamado idiota, sino haber consultado de tal manera a mí amigos.

Alcé mí puño y ya harta de cada cosa que me había dicho desde el primer año, le di un golpe en el rostro. Su nariz comenzó a sangrar y mí puño comenzó a latir de dolor.