Las semanas habían pasado rápido, más rápido de lo que esperaba. Al día siguiente debíamos abandonar la casa para ir hacia Hogwarts. A Draco lo habían vuelto a convocar para ser profesor de Astronomía, al parece el profesor había renunciado tras el nacimiento de su hija, quería dedicarse completamente a su familia.
Durante todo este tiempo no habíamos vuelto a tener ningún tipo de información sobre Astoria, eso ponía realmente nervioso a Draco, temía que volviera a aparecer como la ultima vez y que su locura le ganara.
Luego, acerca de mi sueño, este se repitió noches y noches, pero aún no pasaba nada. Además que no mencioné nada al respecto. Draco había preguntado unas pocas veces sí había vuelto a tener la pesadilla, pero mentí y dije que no. Ya tenía mucho con su preocupación por Astoria.
Habíamos hablado junto a Draco sobre mudarme a la mansión, y tras convencerme de quedarme con él, llevamos mis cosas hasta su casa. Scorpius tuvo opinión en la decisión, y con una sonrisa me pidió que aceptara quedarme, eso fue lo que me convenció por completo.
Durante el último día, dejé a Draco y Scorpius tener un día padre a hijo y decidí ir a visitar el cementerio por primera vez en el año.
Había aguantado demasiado sin ir, hubo años en lo que no me podía despegar de las tumbas de mis amigos y con ayuda de un profesional pude despegarme emocionalmente de las lápidas. Desde entonces no he podido ir, pero creo que sería una buena oportunidad.
Draco se ofreció a llevarme, y hubiese aceptado, el cementerio quedaba verdaderamente lejos y era un día demasiado frío, pero no quería molestar en su día con Scorpius.
A la mañana, bien temprano, vestí mi cuerpo con unos vaqueros negros, una camiseta de cuello de tortuga, unas botas para el frío, un suéter y un saco largo que me había regalado Neville el año anterior.
Apenas se asomaba el sol cuando salí de la casa. En silencio, en paz, caminé hasta la primera estación de bus. Los pájaros se escuchaban a lo lejos mientras y el sol apenas calentaba. No tardó mucho en aparecer el bus muggle color rojo.
Mirando por la ventana, sentada en un asiento realmente cómodo, viaje hacia el cementerio.
A la media hora, llegué. Todo estaba tan tranquilo. Caminé hacia la puerta del cementerio, donde él mismo anciano de siempre me recibió.
—Annette—dijo el anciano sorprendió por verme de nuevo allí.
—Buenos días, Eugenio—saludé.
—Creí que habías dicho que los despedirías.
—Yo también lo hice—confesé.
—Adelante—dijo abriendo la reja principal.
Miré a mi alrededor y pedí permiso, a las almas que descansaban allí, pasar. Un viento frío y fuerte vino por mis espaldas, empujándome levemente hacia adelante.Entré.
El camino vino a mi cabeza como si la ultima vez que hubiese venido haya sido ayer. Mis pies caminaba por sí solos.
Blaise Zabini
1980-1998
Vivan.La lápida de Blaise apareció frente a mí. Esa piedra clavada en la hierba que se clavaba en mi alma.
—Hola—dije suavemente y me senté—. Ha pasado mucho tiempo.
Me sentía una idiota hablando con una piedra, pero sabia que él estaba ahí conmigo.
—No diré que te extraño porque sé que lo sabes, y nunca fuimos de decirnos esas cosas. Como me arrepiento de no haberte dicho "te quiero" antes—mis ojos ardían pero aún no había lágrimas.
~
Una explosión estalló y todo el castillo tembló. No frené, debía ayudarlos. Corrí más rápido, los gritos hacían que mi cuerpo temiera. Maldición tras maldición, rebotando por las paredes, matando y torturando gente, rompiendo todo y atemorizando a todos. Corrí. Las mazmorras estaban cerca.—¡Annette!—gritó Pansy a lo lejos—. Aquí.
Seguí la voz de mi amiga, y al doblar la encontré, junto al resto de Slytherin, encerrada en una prisión ajo tierra.
—¡Sácanos de aquí!—gritó Daphne desesperada por salir.
—¡Potter!— gritó alguien del fondo.
—Cuidado—dije parándome frente a la reja. Apunté con mi varita la cerradura y grité:—¡Bombarda!
La reja estalló. Cubrí mi cara con uno de mis brazos y volteé, cubriéndome. Sentí unas manos tomar mi cintura y cubrirme con su cuerpo, en medio de la explosión.
Volví a enderezarme y giré a ver de quien se trataba.—Aléjate —dijo Blaise detrás de Malfoy.
—Blaise...—dijo Draco intentando de hablar con él, pero Blaise no lo permitió.
—Gracias— dije a Draco y,tomando a Blaise de un brazo, me fui. Juntos corrimos por el pasillo, evitando algunas maldiciones.
Ya nos encontrábamos en el hall del colegio, pero antes de salir del castillo, frené. Miré a Blaise y sus ojos mostraban preocupación, que intentaba ocultar.
—Blaise, si algo pasa...
—No—me interrumpió—. No te despidas.
—Blaise...
—Nada bueno viene luego de una despedida. No te despidas—repitió y con una sonrisa, abrió la puerta.
~—"Nada bueno viene luego de una despedida" dijiste, pero lo malo vino sin la despedida—dije y una espesa lágrima cayó por mi mejilla—. Quizás que despidiendo al fin, lo bueno llegue. Así que me despido con la promesa de volver a encontrarnos. Te dejo una sonrisa, una flor violeta como la que me regalaste en Hogsemade.
Saqué de mi bolsillo la misma flor que me había regalado en tercer año. El hechizo que había hecho en ese tiempo la había dejado la flor en el mismo estado en la que se encontraba. Dejé la flor, delicadamente a un lado de su lápida.
No era buena con despedidas, no creo en las despedidas, menos en la despedida a Blaise. Él era mi lugar seguro, no me podría despedir de él.
*****
No olviden votar!

ESTÁS LEYENDO
como aquellos de 1995 || Draco Malfoy
FanfictionLa historia transcurre 20 años después de la Segunda Guerra Mágica. Annette Potter, hermana de Harry Potter, aunque lo único de parecido que tienen es el apellido, es la nueva profesora de Defensas Contra las Artes Oscuras y Hogwarts por fin consigu...