20| La conquista

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⬆ La imagen utilizada al inicio del capítulo corresponde a @mooooon_day en Twitter.

¡Disfruta de la lectura!
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Advertencia: Este capítulo contiene escenas con ligero toqueteo y erotismo. Sí eres sensible a alguno de estos temas, por favor, recomiendo leer con discreción. La idea es que te sientas a gusto. Tengamos una lectura segura ;)

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Y cuando se separaron, ambos tomaron rumbos diferentes, regresando a sus respectivas salas.

El dúo, antes de abandonar el baño, tuvo que permanecer dentro por unos cuantos minutos más, Itadori para acostumbrarse a la incómoda sensación que su cuerpo experimentaba luego de haber tenido relaciones sexuales, y Naoya para lograr que su erección disminuyera.

Así pues, llegaron a sus aulas. Y para el pelirrosa fue todo un desafío, ya que la molestia en su parte trasera no era para nada grata y le hacía avanzar con las piernas demasiado abiertas, imitando una caminata similar a la de los pingüinos.

Para la suerte del de orbes castaños, no quedaba mucho de clase, de modo que no tuvo que esperar demasiado para el recreo. Sin embargo, cuando la campana sonó, las palabras de su docente detuvieron sus planes.

―Señor Itadori, tendrá que conseguirse la materia con alguno de su compañeros ―avisó el de larga melena azabache.

―Lo sé ―contestó el menor, apresurado por retirarse.

―¿Todo bien? Tardó demasiado en el baño. Recuerde que, sí se siente mal, debe mencionarlo para que su apoderado venga a buscarlo, en caso de que sea algo grave.

―No es nada, Geto-sensei. Agradezco la preocupación ―manifestó el más bajo―. Lo único grave es que ustedes sigan tratándome con indiferencia.

Aquella declaración tomó por sorpresa al de orbes negruzcos.

―No es eso, señor Itadori ―aseguró el mayor, con seriedad.

―¿Ah, no? ―replicó el de hebras carmesíes―. Y entonces, ¿qué es? ¿Por qué tengo que ser yo el problema? ¿Tanto les aflige?

―Yuuji, acércate un poco, por favor ―pidió Suguru, apacible.

El nombrado, dudoso, obedeció.

―Quizá nos equivocamos al elegir comportarnos de manera distinta contigo. No obstante, debes saber que lo hacemos por una razón en específico, y tú sabes cuál es.

―Pero eso no es escusa. Además, el conflicto ni siquiera fue con ustedes, sino con Sukuna-sensei ―replicó el menor.

―Nosotros, como compañeros de éste, decidimos apoyarlo, sin contar que optamos por callar, sólo con el fin de no interferir en tus resultados escolares. Tienes que recordar eso, Yuuji.

―Y yo lo valoro muchísimo, sin embargo, ¿por qué no pueden continuar actuando conmigo de la manera que hacían, antes de que sucediera todo esto? ¿Acaso le acompleja demasiado que diga que usted es un hombre agradable, tranquilo, guapo, empático? Que me hace sentir cosas cada vez que lo veo mostrar esa débil sonrisa en su rostro, que admiro la sabiduría y comprensión que posee.

―Señor Itad-...

―Yo creo que ustedes me tratan diferente porque tienen miedo de los sentimientos que crecen en sus interiores, por eso mantienen la distancia conmigo; no están seguros de lo que podrían experimentar.

Una buena despedida // [itabowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora