Lavanda Para George [G.W]-«Fanfiction»

*Capítulo 14*

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El tiempo era muy extraño, para algunas personas podría pasar demasiado rápido y para otras, demasiado lento. Desde la muerte de Fred, para George el tiempo no transcurría, se había detenido. En su mente, el recuerdo de aquel momento permanecía en su consciencia, tanto así, que pareciera que todo lo vivido en la batalla, había transcurrido hace un día u horas.

A pesar de vivir en un mundo diferente al que pertenecía, no le era difícil adaptarse del todo. Tl vez fuera por el hecho de que su padre tenía un lugar repleto de cosas muggles y en donde con Fred, algunas veces, entraban de curiosos.

Ahora que vivía en el mundo muggle, poco a poco comprendía aquella fascinación de su padre, con los artefactos muggles. Y es que el que vivieran sin magia, para él en otro momento, habría sido una odisea. ¿Cómo vivir sin magia? ¿Cómo realizar tu vida sin ayuda de aquel «don» o «gen»? Y es que para George, era como haber recibido un castigo por parte de su madre. Molly Weasley siempre los castigaba con realizar algún que hacer de la casa, pero sin magia. En parte, agradecía aquello.

A pesar de solo haber transcurrido una semana, en donde sus amigos lo habían visitado y pasaron por momentos un tanto incomodos. Aquel día, Jordan no dejaba de observar todo a su con suma curiosidad, había sido tan notorio, que la joven mesera que los atendió, lo observaba extrañada. Lo que provocó que Angelina, después de pisarlo varias veces, le recriminara su forma de observar. Pero a pesar de eso, el día había sido agradable hasta el final. Tanto, que había olvidado responderle las cartas a sus hermanos, lo que provocó que uno de ellos (Charlie) e enviara un vociferador, el cual tuvo que abrir muy a su pesar, sino quería que le explotase en pleno rostro.

Así es que, a pesar de no tener ánimos de responder su correspondencia, se encontraba sentado en la sala escribiendo un largo pergamino, y es que, en su lógica, sus hermanos no se darían todo el tiempo de leer algo tan extenso y mucho menos responder.

Al escribir la última palabra, observó el pergamino y sonrió satisfecho. Lo dobló y guardó e un sobre con el nombre de Charlie Weasley. Lo juntó con un sobre que decía «Molly Weasley», lo guardó en su bolso y salió de su apartamento. Al cerrar y girar, observó como Anderson también salía de su hogar. Por un momento, la observó hasta que ella fijo su mirada en él y le sonrió, acercándose para saludarlo.

—Vaya, hacen días que no te veía Weasley—dijo besando la mejilla del pelirrojo—Hasta pensé que te habías ido.

—¿Irme?, no para nada—respondió él mientras comenzaban a caminar hacia las escaleras—Había estado algo ocupado...

—Sí, yo también—asintió con una sonrisa débil—y...¿Haz conocido Londres?

—Mas o menos...—se encogió de hombros. —No he tenido tiempo suficiente de salir a conocer —mintió. George le sonrió de forma débil, y ella solo lo observaba con curiosidad. ¿Había dicho algo malo?—¿Sucede algo?—preguntó observándola por un momento mientras seguían bajando las escaleras.