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¿Qué hora era? Se preguntó sintiendo sus párpados muy pesados, había sido una noche... espera ¿anoche? Abrió los ojos rápidamente notando que ahora en efecto había ocurrido lo que estaba evitando, miro al rubio aun estaba dormido y él estaba abrazado en su regazo... Oh por Dios ¿Cómo pudo flaquear su convicción? Bueno de acuerdo, Dio era un hombre atractivo, hermoso, con un cuerpo musculoso bien marcado, palabras casi tan dulces como la miel, rasgos perfectamente perfilados oh y sus labios, podría perderse en ellos si se lo propusiera (¡Noriaki deja de pensar en eso!) se auto regaño así mismo antes de calentarse demasiado... ahora que lo pensaba con más claridad debían ir a recoger a Sayuri, se acercó un poco al reloj y miro la hora ¡Cerca de medio día! ─ ¡Dio levanta! ─ lo llamo casi gritando

─ ¿Qué ocurre? ─ se despertó casi al instante en el que escuchó el grito

─ ¡Casi es medio día y no hemos ido a ver a la niña! ─ dijo alarmado

─ ¿Enserio? ─ miro el reloj ─ ¡Es cierto deberíamos ir a! ─ se levantó rápidamente dirigiéndose al baño para ducharse

─ ¡No crees que te estás olvidando de algo! ─ se quejo

Volteo ─ ¿De qué? ─

─ ¡De mí! ─

─ ¡Oh, es cierto! ¿Me dejarías enjabonarte la espal ─

─ ¡No estamos para bromas! Ayúdame a levantarme debemos apurarnos─

─ ¡Voy! ¡Voy! ─ dijo burlándose

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Se las arreglaron para llegar a pesar de que el pelirrojo no podía caminar del todo bien, al parecer su cuerpo había perdido la costumbre, de todas formas, el inglés no dudó en aprovechar eso para llevarlo prácticamente cargado en todo el camino, a excepción cuando llegaron, ahí debieron fingir que todo estaba bien.

─Disculpen por la tardanza, nos despertamos tarde─ se disculpó más de mil veces por aquello, nunca fue alguien impuntual y menos en algo tan importante

─No se preocupen, la hemos cuidado bien ya hasta nos decidimos─

Tomo a la bebé en sus brazos ─ ¿Qué decidieron? ─ pregunto confundido el rubio

─Que igual que ustedes adoptaremos un bebé─ respondió sonriente

─ ¡Que bien por ustedes! Espero volver y conocer a mi sobrino─

─Así será─ sonrió ─Son bienvenidos cuando quieran─

─ ¡Gracias! ─

─ ¡Volveremos! ─

Se despidieron y volvieron a tomar rumbo de vuelta a Tokio

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Cuando llegaron era de noche, la bebé se encontraba jugando en su coche con su arco de juego mientras que el rubio cocinaba a pie de la letra de lo que le decía el nipón.

─ ¿Qué tal me quedo? ─ preguntó con fervor, sabía que estaba bien, para ser su primera vez preparando algo japonés

─Mmm...─ aprovechó la oportunidad ─A mí me hubiese quedado mejor─ sonrió burlonamente

Frunció el ceño ─ ¿Cómo puedes decir eso? He hecho todo como me dijiste─

Se rió al ver el rostro enfadado del contrario

─ ¿De qué te ríes? ─

─Es una broma─ continuó riéndose

─ ¿Te estás burlando de mí? ─

Asintió aun riendo ─Pero tranquilo ¿sí? ─ se acercó y le dio un corto beso





¿Esto Realmente Es Amor? •|Diokak|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora