¿Esto Realmente Es Amor? •|Diokak|•

[3]

Al día siguiente en la mañana fue a la plaza, de tarde se vería con el rubio, así que buscaba distraerse. 

─ Pensé que no vendrías ─ 

─ No vengo a buscarte ─ quiso pasar de largo pero el pelinegro se puso de pie y le obstaculizo el paso ─ ¿Qué quieres? ─ 

─ Ayudarte ─ 

─ No necesito tu ayuda, estoy bien─

─ Escapemos, idee un plan y es posible ─ 

─ ¿Uh? ─ 

─ Déjame explicártelo ─ 

Hablaron sobre eso y luego se despidieron. 

En esos varios días que estuvo ahí salió varias veces, con Dio a diferentes sitios turísticos, así como continuaba viéndose con Jotaro para hablar de distintas cosas, así como el plan de fuga, sonaría muy estúpido pero empezaba a conocer a ambos hombres más a fondo.

Un día el rubio le había dicho que tenía el día libre para hacer lo que quisiera, todo un día, estaba feliz, al fin un día completo para hacer lo que quisiera, además le dio dinero. Fue a la plaza y se sorprendió de ver al pelinegro tan temprano ahí ─ ¡Jotaro! ─ saludo por alguna razón emocionadamente 

Volteó a mirar de dónde provenía la voz ─ ¿Kakyoin? ─ pregunto

─ ¿Qué haces aquí tan temprano? ─ 

─ Tengo el día libre... ¿y tú? ─ 

─ Igual ─ 

─ ¿Quieres ir a otro lugar? ─ 

─ ¿Cómo cual? ─ 

─ Ven, conozco mucho esta ciudad ─ 

Así fue como terminaron por pasar el día juntos, fueron al parque de atracciones y eso fue lo que les tomó más tiempo, luego el pelinegro lo llevo a montar a caballo en un campo cercano. Cuando atardeció estaba frente a un lago en el mismo campo. 

─ ¿Hubiese sido perfecto no? ─ 

─ ¿Qué cosa? ─ 

─ Que escapáramos hoy, tuvimos todo el día, habría sido perfecto ─ 

─ Pues sí, pero solo hasta mañana tendré todo listo, lo siento ─ 

─ No te preocupes, después de todo la he pasado bien, gracias ─ sonrío al pelirrojo 

─ Me alegro...─ hizo apenas visible una sonrisa y se acostó en el césped mirando al cielo ─ Desde mañana al fin... ─ 

Se acostó junto a él ─ Sí, estoy emocionado, y aunque fracase al menos lo intentaremos ¿no? ─ 

─ Claro ─ volteo a mirarlo ─ Oye ─ 

─ ¿Sí? ─ volteó a verlo también, eso era extraño, acababa de fijarse que estaban demasiado cerca, parpadeó dos veces cuando sintió rápidamente el choque con los labios contrarios, fue extraño, se sentía muy extraño, pero era diferente, Jotaro no lo molestaba, ni lo incomodaba, quizá... quizás... se había enamorado en esos días... Así que estaba bien... ¿Por qué no dejarse llevar por algo así? Al menos que se permitiera ser libre emocionalmente, y quizá próximamente... libre totalmente.