[41-Epílogo]

13 1 2
                                    

Esa semana se confirmó que Giorno era hijo de Dio, lo cual no sorprendió a nadie, solo a Sayuri que no quería creer que ese chico era su hermano.

Giorno, se quedó ahí pero obvio no de gratis, fue a la hacienda y se dispuso a trabajar cómo si se tratará de otro empleado, ganándose no solo la admiración del pelirrojo sino también la de los trabajadores de la hacienda que lo veían como un buen líder, con el mismo carisma de su padre solo que más humilde y cooperador, dispuesto a ayudar y a ganarse el dinero por su propio esfuerzo.

Noriaki por su parte se encargó del papeleo para que el rubio continuará sus estudios, estuvo feliz de que este aceptará la oferta y admiraba lo dedicado que era para estudiar y el tiempo que se daba para trabajar, notaba que él tenía ganas de superarse a pesar de la situación y eso de alguna manera también lo motivó para seguir, después de todo tenía a sus dos hijos y no podía rendirse.

Por otro lado, sus cuadros seguían vendiéndose al menos en otros pueblos y ciudades, para no tener que salir del país busco un representante para que vendiera sus cuadros en otros lugares, continuaba pintando en sus tiempos libres o en la noche, mientras manejaba la hacienda, no mucho tiempo después de que llegará Giorno las ventas subieron un mínimo, por alguna razón pensó que el de cabellos rizados atraía la suerte, o algo estaba haciendo para que cambiará la situación, pero eso no cambiaba sus planes, ahora que Giorno había llegado a sus vidas se quedaría por un tiempo más mientras este se graduaba y su hija también, luego de estos eventos estaba dispuesto a volver a su país y empezar de nuevo, claro que ahora tenía más motivación para no rendirse pero aún le era difícil superar lo que había ocurrido, tal vez no superará la muerte de su esposo nunca.

.

Como familia tardaron un poco en convivir juntos, principalmente por su hija, los primeros meses trataba al rubio como si fuera un empleado y le echaba en cara que era alguien pobre, tuvo que intervenir para que ella cambiará esa actitud, luego de eso empezaron a llevarse mejor, los tres se llevaban bien muy a pesar de su edad.

En uno de esos tantos días fue con su pequeño Noah a arreglar los féretros, los limpio, los pinto y adorno con flores, incluso su hijo le ayudó con todo eso y estuvo de buen humor a pesar de que no es el mejor lugar para un niño, ahora que lo notaba su pequeño rubio era mucho más tranquilo de lo que fue su hija, recordaba que la pelirroja era muy enojona y consentida, siempre quería pasar con su padre y este siempre la consentía, probablemente a su primera hija la consintieron demasiado y por eso tenía una forma de ser un tanto egocéntrica, aunque no estaba seguro de si era eso o si tenia el mismo temperamento que su esposo, en cambio, su pequeño Noah era muy tranquilo, incluso introvertido con gente nueva, pero muy educado.

.

Tiempo despues, Giorno llego a casa con un amigo, Leone Abbacchio, era comandante de la policia y según habia escuchado al rubio tenia gran estima en la capital, también le habia comentado que lo habia conocido en sus constantes viajes a la capital por sus estudios, lo presentó como un amigo, claro, pero Noriaki se dio cuenta que ahí habia algo más que una amistad, talvez ambos eran modestos porque sabian muy bien lo poco aceptada que aún era la homosexualidad, por sus cargos, y la diferencia de seis años de edad.

Posteriormente, las ventas en la hacienda empezaron a subir de manera prominente, tuvieron las ventas más altas desde que habian sucedido aquellos acontecimientos tan presentes en su memoria, no supo si tiene esto relación con la "amistad" que llevaba Giorno con el policía, pero si sabia que tambien se debia al carisma del de ojos turquesa, se había ganado una buena fama ahí en el pueblo y al parecer también en la ciudad; en menos de un año recuperaron las hectáreas que habían vendido y a los empleados que habían sido despedidos.

¿Esto Realmente Es Amor? •|Diokak|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora