[Extra 1]

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Luego de su retorno a Reino Unido debía empezar a retomar la rutina que llevaba antes de que llegará su pequeña, solo que ahora era mucho más complicado. No quería cometer los mismos errores que sus padres así que se dispuso a cuidarla la mayor parte del tiempo, a menos que tuviera que salir o dedicarse a sus cuadros. Gracias a que su relación con el inglés había mejorado mucho, ahora se volvió en su acompañante a cualquier lugar que fuera, dejando atrás la tontería de disfrazarse por completo, y si alguien se oponia o quejaba, Dio se encargaba después de eso, no sabia que hacia pero todos le tenían gran respeto y por ende a él también. Sin embargo, la niña a ambos les tomaba mucho tiempo y varias noches de desvelos. Para cuidarla en las noches se turnaban, si la niña se despertaba o no dormía uno de ellos debía encargarse cada noche, lo que provocará que uno de los dos no dormiera del todo bien y amaneciera con ojeras; por supuesto, podían tener una empleada que se encargará de la niña y así dormir a gusto, pero ambos, que habían tenido unas infancias bastante malas conversaron y acordaron que ellos se encargaran, y aunque no lo habían comentado en voz alta, ambos empezaban a arrepentirse de eso. 

Las noches en vela, y sus diferentes actividades al día apenas y les dejaba tiempo para coquetear, puesto que había días que estaban tan agotados que llegaban a la cama y quedaban dormidos al momento, sin duda ser padre es algo más difícil de lo que parece. 

Un día cualquiera ambos debían asistir a una reunión en la ciudad, por lo que dejaron a la niñera a cargo de la bebé y se fueron. No disfrutaron para nada de la tarde si se lo preguntan, ambos estaban agotados pero aún así debían poner su mejor sonrisa en todo momento. Cuando volvieron la niñera les comentó que hace unos minutos consiguió dormir a la pequeña pelirroja, ambos se miraron con una sonrisa. Luego de merendar subieron dispuestos a descansar aprovechando que la niña apenas dormía, y que por lo general al dormirse despertaba varias horas después. Y de todas maneras si despertaba la habitación era contigua a la de ellos, podían ir al instante y buscar calmarla. 

—Alfin tenemos un momento para los dos— hablo el pelirrojo suspirando aliviado

Asintió —Tienes razón amor, amo a la niña, como no tienes idea, pero también me gustaría pasar más tiempo contigo, a solas— apretó de la cintura al contrario para pegarlo más a su cuerpo

─Entonces... No deberíamos perder tiempo─ sonrió ladidamente hablando en un tono lujurioso

Aquello fue como música para los oídos del mayor que no tardó en girarse para quedar sobre el pelirrojo y besarlo desenfrenadamente mientras acariciaba sus largas piernas. 

El contrario respondió vorazmente también al beso mientras enredaba sus delgados dedos en la suave cabellera rubia, abriendo las piernas para envolverlas en la cintura del mayor. 

Se separaron por falta de aire, sin embargo, no tardó en llenar de besos el rostro terso del pelirrojo hasta bajar al cuello desabrochando los botones de la camisa de pijama. 

Dejó escapar un gemido al sentir las frías manos recorriendo su pecho descubierto, realmente hace ya bastante tiempo que no habían tenido el tiempo suficiente para entregarse y estaba desesperado ─Amor... Apresúrate

Los ojos ámbar brillaban de lujuria al escucharlo tan desesperado, y no es como si él no lo estuviera, solo que no quería mostrarlo pero ahora que lo sabía lo haría sin retroceder, le quitó el resto de la ropa casi arrancandola y luego tan rápido como pudo se quito la que llevaba puesta. 

Los juegos siguieron por un momento más, mientras ambos se rosaban y besaban como lobos hambrientos, en uno de esos instantes el rubio mordió el cuello de su acompañante y este se sobresaltó así como dejó escapar un gritito, que no fue de dolor sino más bien de satisfacción. Cuando estaban a punto de unir sus cuerpos escucharon el llanto de la bebé. 

—Hmmm…. D-Dio espera— suspiro por las cálidas caricias 

—Ya se volverá a dormir— dijo y continuó besando la clavícula del pelirrojo 

—Sabes bien que no sucederá— intentó detenerlo pero en vez de empujarlo término acariciandole el pecho, vaya que perdía la razón cuando estaba en una situación así con el rubio

—Llamemos a una empleada y ya— se quejo 

—Ninguna de ellas es niñera— la niña lloraba más fuerte —Ve a verla, muévete— esta vez hablo serio a pesar de que estaba seguro que su rostro estaba sonrojado

—Esta bien, esta bien, ya voy— suspiró poniéndose de pie para colocarse la ropa interior de mala gana e ir a ver a la pequeña, solo basto que la tomará en sus brazos para que dejara de llorar, la llevó hasta la habitación y se la entregó al pelirrojo para luego recostarse junto a él, levemente molesto, por lo que le dio la espalda

—¿Qué sucede, mi amor?— se dirigió a la pequeña dándole un beso en la frente 

—Nada, buenas noches— respondió serio

—¿Quién dijo que estoy hablando contigo?— se rió por el tono del contrario y lo molesto que se veía, colocó a la niña sobre su pecho y se arropó con ella, al parecer no tenia ninguna molestia y solo quería dormir con ellos, tal vez, la mimaban demasiado 

Suspiro avergonzado esta vez aprovechando la cobija para arroparse completamente, buscando infantilmente esconderse con la misma

—Oh vamos Dio, tu hija está aquí y le das la espalda, que mal padre— se quejó 

—No quiero darle la espalda a ella

—Entonces ¿A quien?

Gruño quejándose pero aun así se dio la vuelta, encontrándose con la manita de su hija extendida hacia él —Princesa ¿Me buscabas?— sonrió dejando que la pequeña tomara uno de sus dedos entre sus pequeños y delgados dedos, si hay alguien que lograra cambiarle el humor en un momento estaba seguro de que sería esa pequeña pelirroja que había robado su corazón 

—¿A quién?— repitió la pregunta 

Miro a los ojos violáceos con enojo —Deberíamos dormir

—¿Por qué estas tan molesto conmigo?— frunció el ceño también 

—No estoy molesto, así que ya, descansemos, mañana tengo mucho que hacer

—No me mientas, sabes que odio las mentiras

—Noriaki

—Dio

—Contratemos una niñera para las noches

—Estoy totalmente deacuerdo

—¿Enserio? Pense que dirias que no, la otra vez que-

—Se lo que conversamos la otra vez, pero que descansemos en las noches no quiere decir que no estemos con ella ¿Sabes?, nosotros le dedicamos tiempo pero no podemos con tanto a la vez

Suspiro aliviado —Veo que hemos estado pensando lo mismo

Sonrio —Asi que deja ese mal humor por hoy— le jalo levemente la mejilla —Ya tendremos más tiempo para nosotros

—Tienes razon, disculpame— se acercó al pelirrojo abrazandolo 

—Te disculpo— le dio un corto beso —Buenas noches cariño

—Buenas noches amor, y buenas noches mi dulce princesa— a ambos les dio un beso en la frente; con un poco de suerte aquella noche lograron descansar bien. 







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¡Mis queridos lectores! Empezamos con los extras, deseaba mucho publicar esto en verdad, son cosas que he escrito con el corazón y que espero les guste. Hace unas horas salí de una cirugía y bueno no les voy a mentir me estoy muriendo del dolor espero recuperarme pronto, espero que esten bien, y que la situación aqui en Ecuador mejore pronto. Saludos.

¿Esto Realmente Es Amor? •|Diokak|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora