¿Esto Realmente Es Amor? •|Diokak|•

[27]

[Unos meses después]

El viento soplaba cálidamente haciendo revolotear sus cabellos, el césped junto con las flores se movían un poco, los árboles, el cielo rojizo que indicaba el atardecer, el sol entre el cielo despejado y aquella laguna frente a ellos era un paisaje espectacular que se había grabado en su memoria. Solían ir ahí algunas veces generalmente cuando venían a la hacienda, era un lugar tranquilo y poco ruidoso, en todo ese espacio, en ocasiones venían a conversar, otras a descansar o algunas como en ese momento para demostrarse amor.

─Nori

Se asustó al sentir la mano del contrario sobre su hombro, por un momento se había olvidado de que estaba acompañado, el paisaje era hipnotizante ─ ¿Sí? ─

─ ¿Tienes frío? ─ pregunto por cómo había reaccionado a su toque

Se rio ─No es eso─ se volteo hacia el contrario abrazándolo por el cuello ─Solo estaba distraído

─ ¿Enserio? ¿En quién pensabas? ─ se mostró levemente celoso

─En nadie

─Seguro que sí, solo porque yo estoy viejo─ suspiró recostándose

─Eso no es cierto─ se recostó sobre su pecho mirándole ─Además solo eres cinco años mayor que yo y, yo solo te amo a ti─ sonrió

Sonrió también, lo abrazó y acarició su larga cabellera ─Yo también te amo, solo que yo te amaba desde antes de que tú me amaras a mi─ aseguro aun mirando al cielo

─Mmmm...─ no dijo nada más porque probablemente era cierto

─Hubo alguien antes ¿verdad? ¿Quién fue?─

─Alguien que ahora está muerto─ acarició el pecho del contrario, era estimulante para él, eran demasiados músculos y le encantaba hacerlo ─Pero eso fue en un pasado muy lejano, ahora estoy contigo─ esta vez se acercó hasta su rostro y le dio un beso en la nariz

─ ¿Hmm? ─ pregunto extrañado, nunca lo había besado ahí ¿Significaba algo?

Se rio ante la reacción del contrario ─Vamos, debemos volver esta misma noche a la ciudad─ dijo sentándose, buscando su camisa

Suspiro ─Es cierto─ se sentó buscando de mala gana su ropa ─Oye Nori

─ ¿Mmm? ─ preguntó colocándose el pantalón

─Si llego a morir ¿Podrías cuidar de Sayuri por mí?

Sintió como si el tiempo se hubiera detenido y como si el hermoso atardecer pasará a un invierno tétrico, un escalofrío recorrió su cuerpo, una lágrima amenazaba con rodar por su mejilla ─ ¿Qué estás diciendo? ─ casi se abalanzó a él tocándolo a pesar de que hace unos segundos lo había visto desnudo y sin ninguna herida, su rostro mostraba preocupación ─ ¡¿Qué te pasa Dio?! ─ exclamó al borde del llanto

─Tranquilo─ intentó calmarlo tomándole de los hombros ─No me pasa nada─ medio sonrió ─Solo que no tenemos la vida comprada─

─ ¡No me hagas ese tipo de bromas! ─ reclamo y lo abrazo fuertemente como buscando confirmar que estaba vivo

─Lo siento, lo siento─ lo abrazo también ─Te amo tanto que espero encontrarte en otra vida también─ beso su frente

─ ¡Deja de decir esas cosas! ¡Por favor! ─ sollozaba

─Vamos no llores─ limpio sus lágrimas ─Ven, nos esperan

Asintió terminándose de vestir, cuando ambos estuvieron listos volteo a mirar el sitio y regresaron en caballo.