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Pasaron dos semanas y los empleados de la casa se encontraban preocupados, el pelirrojo no abandonaba la habitación y apenas comía, el único que solio verlo era George y era para darle noticias de como avanzaba el caso; por otro lado, la joven ojos ámbar, tampoco asistía a la escuela ni hacia tareas, no hacía caso a su nana ni escuchaba a nadie, empezó a tener una actitud diferente.

Golpeó la puerta tres veces ─Amo, tengo noticias

─Pasa─ hablo bajo mirando pasar al castaño ─ ¿Qué ocurrió? ─ ni siquiera tomo asiento en la gran cama

─Lo necesitan en la fiscalía, al parecer ya tienen pistas del culpable del asesinato

─Mmmm...─ suspiro ─ ¿Debo ir hoy?

─Si─ asintió ─Además quieren hacerle unas preguntas

─De acuerdo, me arreglare, bajo en unos minutos

─Lo estaré esperando─ salió de la habitación

Se levanto de poco ánimo, saco lo primero que encontró en el armario se vistió y lavo su rostro, no peino su larga cabellera ¿Cuándo creció tanto? Ya sobrepasaba sus muslos, tal vez se lo cortaría... tal vez... lo recogió en una cola y salió. Sintió las miradas de algunos empleados probablemente porque no lo habían visto en días ¿Cuántos días estuvo encerrado en la habitación? ¿Hace cuánto no salía a tomar un poco de sol? Subió al auto en silencio y así se mantuvo en el camino.

─Amo, sé que usted se encuentra mal, pero debo decirle esto

─ ¿Uh? ¿Qué sucede?

─Se trata de la señorita, no ha querido ir a clases ni tampoco sale de su habitación

─Ah... Entiendo, hablaré con ella cuando vuelva

─De acuerdo

Llegaron a la fiscalía, los recibieron rápidamente y los llevaron a una oficina en el segundo piso.

─Lamentamos molestarle Sr. Brando, pero necesitábamos interrogarlo y decirle lo que hemos obtenido hasta ahora

─No se preocupe, para mí es un placer ayudar─ sonrió no por la "formalidad" sino más bien por la alegría que le daba ser llamado con ese apellido, aunque hubiese pasado miles de veces

─De acuerdo, primero ¿Usted sabía si su esposo tenía enemigos o recibía amenazas?

Pensó un momento ─No, nunca me comento nada de ese estilo

─ ¿Tenía problemas con su padre?

─Bueno, puede decirse que sí, pero hace ya muchos años que no hemos sabido nada de él ¿Por qué? ¿Tiene algo que ver? ─ no quería pensar que ese era el caso

─Pues hemos interrogado ya a casi toda la empresa, la recepcionista nos dijo que ese día el padre de su esposo llego junto a un hombre rubio a buscarlo, ella quiso negarse pero conocía que si no lo hacía le pasaría algo, al parecer su suegro es alguien temido por aquí─ explico ─Luego unos compañeros cercanos escucharon que alguien forcejeaba con la secretaria y salieron a ayudar, pero los dispararon igual que a la secretaria, lograron pasar y al parecer su esposo también portaba un arma, se defendió pero salió herido, no tenemos detalles pero al parecer hubo una disputa entre los dos hombres

─ ¿Y ya han interrogado a Darío? ¿Ese hombre rubio quién es? ─ no quería que sus sospechas fueran acertadas

─No, el señor está en un viaje de negocios, no hemos logrado comunicarnos con él, el hombre rubio es ________ _________ al parecer trabajo con su esposo hace varios años atrás─ saco una foto y se la mostro ─Esta es en una de las tantas celebraciones que tuvieron, aquí está él─ señala ─Y aquí su esposo

Miro la foto con atención, coincidía completamente con la descripción que le había dado Dio hace tantos años, el rostro, analizo más y como si se desbloqueara algo en su mente volvieron muchos desagradables recuerdos, sostuvo su cabeza entre sus manos, quería que pararan, era demasiado, no podía...

─Amo ¿Se siente bien? ─ le toco el hombro levemente al ver su mirada pérdida

─Lo siento, no puedo...

─Discúlpenos, debemos irnos─ le dijo al policía y guiando al pelirrojo lo saco de ahí rumbo al auto

Agradeció internamente que lo haya sacado de ahí porque probablemente perdería la cordura, como si no hubiese sido un horror la muerte de su esposo ahora debía lidiar con los malos recuerdos que tenía; tapo con su mano la boca para no vomitar mientras sus lágrimas brotaban en un silencio agonizador.

─Amo, lo siento mucho por usted y aunque no quiera ni deba meterme le sugiero le cuente la verdad a la policía

─ ¿Eh? ─ levanto la mirada ─ ¿Tú sabes?

Asintió ─Yo ayude al amo Dio para sacarlo de la casa de ese hombre, pero no se preocupe nadie más lo sabe

─E-Entiendo...─ no dijo nada más en el camino, cuando llego estaba tan aturdido que solo subió a su habitación y se encerró ahí; se sentó en una esquina y lloraba abrazando sus piernas, creyó haber superado todo eso, pero no, quizá solo bloqueo esos momentos porque no veía el mismo rostro, vaya que fue un idiota al pensar que Dio le había hecho todos esos horrores, jamás había sido así.

¿Esto Realmente Es Amor? •|Diokak|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora