[Extra 4]

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Sayuri tenía ocho años cuando por primera vez iba a participar en un campeonato de natación, este se iba a realizar en su pueblo, había estado practicando natación desde que tenía memoria y aunque le encantaba el deporte era la primera vez que iba a participar en un evento junto con su grupo de amigas en la prueba de relevos, amaba tanto nadar que algún día quería llegar muy lejos y ser reconocida por el mundo entero.

─George ¿Aún no llega Dio?─ pregunto al castaño mirándolo llegar a acomodarse a un asiento cercano

─No amo, dijo que vendría pero también tenía una junta, así que no sabría si llegará realmente

Suspiro ─Supuse que no podría... Sayuri se pondrá muy triste si no viene, que le costaba decirle que no podría─ miró hacia la piscina ya estaban anunciando el inicio del evento

La pequeña pelirroja escuchaba desde los camarotes el programa con una gran sonrisa, sus amigas y ella estaban ya en su respectivo traje de baño tomadas de la mano y ansiosas, ni siquiera pensaba en si sus padres estaban fuera porque no lo dudaba, estaba segura de que ambos estarían ahí.

─¡PERO PORQUE NO VENDRÁS MAMÁ!

Una niña de cabello plateado grito llamando la atención de todas las otras niñas presentes, la pequeña sostenía un teléfono en su mano, la entrenadora que se lo había prestado le pedía que se calmara con dulzura pero la niña volvió a gritar.

─¡No has venido desde hace un año de España! ¡Es que acaso no nos quieres a mi papá y a mi! ¡Me lo prometiste!

Las otras niñas al escuchar eso empezaron a ponerse nerviosas y a preguntar si sus padres vendrían a verlas, aunque susurrando.

─¡No voy a nadar sino vienes!

Eso provocó más problemas y la entrenadora tuvo que quitarle el teléfono y llevarse a la niña, las otras tres niñas que participarían con ella fueron tras la entrenadora reclamando que eso no podía ser posible.

─Sayuri ahora que lo pienso─ dijo la peli negra ─Tu tienes dos papás, pero... ─ miro hacia el techo confundida ─Mis padres me contaron que para tener un bebé debe haber una mamá y un papá ¿Quién es tu mamá?

─¡Es cierto mis padres me dijeron lo mismo!

─¡Y a mí!

Las tres niñas miraron curiosas a la pelirroja esperando una respuesta, esta se sintió abrumada, apenas se había dado cuenta de ese detalle, incluso en libros de estudio una familia siempre era una mamá y un papá junto a sus hijos ¿Por qué en su caso era diferente?

─Bueno...─ no supo cómo responder y continuó divagando hasta que la entrenadora les llamó avisando que pronto deberían salir, quizá sí recordaba se lo preguntaría a sus padres después

.

El turno del grupo de relevos había tocado y las niñas se colocaban en filas listas para salir apenas se escuchará la señal, una vez empezaron, todas las pequeñas se esforzaban junto a su equipo para ganar.

Esa había sido la primera victoria para el grupo de Sayuri, de la emoción quería correr donde sus padres y mostrarles la medalla que había obtenido, pero debía esperar que el programa terminará, que tomaran las fotos, etc. , etc..

En otro lugar

─¡Llegue!─ suspiro agotado tratando de tomar aire mientras se sentaba junto al pelirrojo y el castaño

─¿Por qué tan tarde cariño?─ volteo a ver al rubio con una sonrisa bastante fingida ─Te perdiste todo el programa─

Un escalofrío recorrió su espalda al notar la evidente molestia de su esposo ─Créeme que hice lo posible por venir antes pero hubo tráfico y una vez llegue aquí no tenía idea de a donde ir─

─Solo espero que la niña no se haya dado cuenta, se enojaría mucho─ volvió su vista hacia la piscina

El programa al fin había finalizado y los padres podrían acercarse a sus pequeños.

La pequeña pelirroja corrió tan rápido como sus piernas se lo habían permitido hacia la dirección donde estaban sus padres mirándole con una sonrisa y unas lágrimas de felicidad que se le escapaban de los ámbar ojos ─¡Papá! ¡Papá!

Caminó unos pasos para recibir a su hija en un gran abrazo y para cargarla después ─¿Cómo está mi hermosa campeona?

Se incorporó con ellos un momento después dándole un beso en la frente a su hija ─Lo hiciste muy bien Sayuri, no me perdí ni un instante de nada─ sonrió también

Por la atención que recibió de ambos sus lágrimas aumentaron, se sentía tan feliz que no dudo en abrazar a ambos intentando aunque sea por un momento expresarles la gratitud que sentía por tenerlos ahí y por que la apoyaban desde que tenía memoria ─L-Los quiero

─Y nosotros a ti, princesa─ su voz se quebró un poco, estaba contento pero el llanto de su pequeña le era contagioso

─¡Oh vamos! No quiero escuchar llorar a dos de las personas que más quiero en el mundo─ se refirió al par de pelirrojos, no le agradaba verlos llorar para nada ─Mejor vamos a celebrar ¿A dónde quieres ir a comer mi niña?

─¡Vamos a comer comida china!─ dijo emocionada dándole un beso en la mejilla al rubio ─¿Si?

No tenía ni como negarse ante esa preciosura, aunque no fuera de su agrado esa comida por su hija haría hasta lo imposible ─De acuerdo, vamos entonces─ bajó a la niña nuevamente al suelo tomando de su mano

─¡Siii!─ alegó contenta tomando la mano de sus dos padres para caminar fuera del sitio 

¿Esto Realmente Es Amor? •|Diokak|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora