Stanford- Jenlisa G!P

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Jennie caminaba de un lado a otro, estaba nerviosa, durante días espero y espero.

Hoy era el día en el que publicarán los nombres de los ingresantes, aquellos que pudieron pasar el examen a Stanford.

-Jennie cálmate verás que todo saldrá a tu favor- la abrazó su madre.

- y si no ingreso? Mamá los hice gastar mucho dinero en mi preparación- dijo la castaña mientras se jalaba sus cabellos.

- Jennie Ruby Jane Kim! Tranquila, no te preocupes por el dinero, si no ingresas cosa que dudo mucho, igual seguirás preparándote- dijo su padre.

- Estamos orgullosos de ti hija- dijeron al unísono

Pasaron los minutos, Jennie volvió agarrar su laptop y entro a la página, espero y espero.

Las notas y los nombres de los ingresantes estaban publicados.

Busco y busco y no encontró su nombre.

Suspiró mientras las lágrimas amenazaban con salir.

Su madre al ver eso, soltó sus feromonas de madre para calmar asu hija. El señor Kim agarro la laptop y se fijó en la lista y ahí estaba en primer lugar

1-JENNIE KIM - APROBADA 100%

El señor Kim salto de alegría.

-ingresastes Hija!! Lo sabía ingresastes!! Estoy muy orgulloso de ti- sollozo mientras abrazaba a su hija.

- Lo sabía! Sabía que ingresarías- dijo su madre, mientras se unía al abrazo.

(...)

Por otro lado una pelinegra iba camino a su casa.

Abrió su puerta y se sorprendió ver sus maletas hechas.

Que carajos- pensó la pelinegra

- hija que bueno que estás aquí- la abrazó su mamá.

- mamá que significa esto?- preguntó Lisa

- bueno yo responderé eso hija- sonrió su padre- pues nos mudamos a los angeles.

- Mi empresa en esa sede necesita de mi apoyo por eso dejaremos Tailandia, descuida y no te preocupes, encontre una buena universidad para ti, según mi secretaria es la mejor de los Ángeles- coloco un brazo en el hombro de su hija.

- eso significa que no tengo elección, y cierto?- suspiró Lisa.

Pov Jennie

Ya había pasado una semana desde que me enteré que fui aceptada en Stanford.

Mis maletas ya estaban hechas me iba a mudar a los condominios de la universidad, ser de Stanford significaba vivir en Stanford en sus villas y condominios.

No me gustaba mucho tener que dejar a mis padres pero prometí venir a verlos en las vacaciones o días libres.

- Vamos hija, hoy comienzas un gran futuro- me abrazó mi padre.

Subimos mis maletas y cajas al auto y emprendimos camino hasta la gran villa de Stanford.

Les dije a mis padres que esperarán en el auto mientras iba a pedir mis documentos y llave de mi habitación. Me dirigí a secretaría a pedir todo lo que necesitaba, me dieron mis documentos, mis libros el número de mi habitación el nombre de mi compañera de cuarto y un mapa de todo el campus junto a mi horario de clases, le agradecí a la beta de que me atendió.

Eso era lo bueno de Stanford, aquí era seguro de Alfas solo se permitía betas y Omegas mujeres.

Para entrar a Stanford, solo había dos formas, la primera era si tenías familia de alto estatus y eras una Omega o beta de clase alta, o pasabas el gran examen de Stanford solo había 100 vacantes cada año y esos alumnos eran becados, no te faltaba nada.

Regrese con mis padres y les indique a qué condominio ir, les abrí la puerta de mi cuarto.

Era grande había dos camas, dos escritorios, dos armarios, una pequeña cocina junto con un pequeño refrigerador, el baño era grande, tenia una bañera y una ducha, yo ya me imaginaba mis tardes metida en la bañera, quitando me el estrés.

Salí de mis pensamientos, cuando sentí la mano de mi papá en mi hombro.

- Bueno creo que es el momento de la despedida- me abrazo

- adiós mi niña, toma- mi madre me entrego una tarjeta- es para algunos gastos mi niña, no te preocupes cada mes de depositaremos dinero para tus cosas- me abrazó.

- gracias mamá y papá, los amo- les devolví el abrazo

Me puse a ordenar mis cosas, guarde cada cosa en mi estante y mi ropa en el armario, elegí mi parte del cuarto, ya eran las 6p.m y mi compañera de habitación aun no llegaba.

Decidí que era momento de leer la información de mi compañera y así lo hice.

Nombre: LaLisa Manobal

Rango: Omega

Información adicional: Hija de Marco Manobal, 19 años, cabello pelinegro, 1.76 altura, ojos color miel.....

Me sorprendí saber que era alta, lo normal de una Omega era medir 1.65 como máximo, me dio sueño y me quedé dormida.

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Espero y les guste esta historia!!