YES, DADDY T.2 (+18 Daryl Dixon)

5. Perdida

Los golpeteos de nuestros cuerpos resuenan en todo el baño y en verdad espero que nadie que esté en la casa pueda escucharlo.

Mis piernas están sujetas a las caderas del castaño quien me penetra con rudeza sobre el lavabo. Mis manos que rodean su cuello y una de ellas se enreda entre sus cabellos, tiran de él mientras gimo con fuerza en su oído.

Puedo sentir lo caliente de su polla en lo más profundo de mi interior y me siento nuevamenre yo. Había extrañado tanto esto que lo estoy disfrutando como nada. Escucharlo gruñir y poner una de sus manos frente al espejo para sostenerse es jodidamente sensual y en este preciso instante no me importa nadie. No me importa que mi padre esté en la habitación de Maggie, que Hershel este dormido a un par de pasos de donde estamos ni que Carl y Glenn estén a un costado, solo quiero que Daryl me reviente el interior y nada más.

Siento las piernas pesadas y como me dan corrientes eléctricas mientras mis pezones rozan contra el duro pecho del hombre. Ser tan pequeña contra él es algo que adoro, porque puede moverme como le plazca. Puedo notar sus pelotas golpear contra mí y casi tengo ganas de pedirle que también me las meta, quiero todo lo que no tuve de él en estas semanas. La abstinencia no es lo mío y mucho menos después de haber follado con Daryl.

-Dímelo, Lany... Dímelo.- Jadea en mi oído con esa rasposa voz que me encanta.

-Daddy...- Suelto un estruendoso gemido cuando baja los movimientos pero me penetra con fuerza. -Daddy...-

Daryl sale con lentitud de mi interior y mientras junta toda la fuerza que tiene en la pelvis, se introduce en mí con tanta potencia que casi puedo ver las estrellas através del techo de la casa.

-Te necesitaba... Lanai... Dios.- Escucharlo gemir mi nombre es como escuchar a los mismos ángeles llamarme.

-También yo, Daryl...- Alejo mi rostro de su hombro que puedo ver que esta rojo por un par de mordidas que he dejado en él.

Puedo ver sus ojos dilatados clavados en mi mientras comienza a salir nuevamente de mi vagina y después noto la comisura de sus labios arquearse en una sonrisa cuando me clava toda la polla hasta el fondo. La mano que tengo en su cuello la uso para acercarlo a mi y poder juntar nuestros labios.

Sentir su boca sobre la mía era otra cosa que había estado deseando los últimos días. Parecía que encajaban a la perfección y la forma en la que nuestros movimientos se coordinaban al besarnos era de lo mejor. La suavidad que percibe mi boca, mezclada con el olor a alcohol que emana se ambos es un elixir.

Repite la acción de la salida lenta y la penetracion dura un par de veces y yo me limito a dejar mi cabeza sobre su ya mojado pecho. Mi padre estaría más que furioso si nos ve a ambos salir del maldito baño de Hershel, pero espero que no sea así.