¿Qué diablos estás haciendo, Lanai?
Mi subconsciente me habla mientras estoy de pie en la calle frente a la casa de Daryl. Un baño, la misma ropa que use ayer, pero ahora con un suéter del castaño que me queda enorme es suficiente para estar afuera esperando al morocho.
Después de compartir un par de palabras que fueron las necesarias para que Negan dijera "Dame veinte minutos y voy por ti, niña." Estoy aquí, con el aire frío golpeándome el rostro.
La calle está vacía en su totalidad, la privacidad es enorme, no hay una sola persona en la calle y lo único que mis ojos pueden ver son árboles grandes, matorrales a los costados de las casas y enormes bardas con rejas que protejen el interior de estas. Siento la nariz congelada y podría jurar que mis mejillas han quedado rojas por el frío que hay, en mi cabeza sigue rondando la pregunta de "¿Hice lo correcto en llamar a Negan?" Solo basto jadear que no estaba bien para que el hombre quisiera venir por mí. En este momento no sé qué usar para que sea mi paño de lágrimas y el morocho definitivamente no es la peor opción.
A lo lejos puedo escuchar como ruje el motor de un auto, miro hacia ambos lados de la calle para tratar de averiguar del lado del que proviene el sonido, pero es cuestión de segundos para que de entre la gran calle del lado izquierdo aparezca un precioso Audi negro que vine hacia mí a gran velocidad.
Las llantas rechinan cuando frena casi de golpe a mis pies, el cristal se baja y mientras eso sucede siento el corazón latirme al mil por hora. El mismo órgano que me hace bombear sangre por todo el cuerpo se detiene cuando ven a Negan bajar la ventanilla.
Viste informal, puedo ver una chaqueta de cuero negra, sus jeans grises y podría jurar que usa sus botas. Tiene una barba ligeramente larga y unos ojos destellantes de preocupación.
-Niña...- Jadea. -¿Estás bien? ¿Qué diablos ha pasado? ¿Qué haces aquí?- Comienza a soltar preguntas a diestra y siniestra.
Mi cabeza está lenta en este instante a lo cual no puedo ni siquiera procesar las respuestas de aquellas preguntas. Lo único que logro pensar en este momento es el frío que mi desganado cuerpo esta empezando a sentir.
-¿Puedo subir al auto?- Pregunto en un munuro.
La cara del hombre cambia al instante y seguro piensa "Diablos, soy un idiota", me sonríe de soslayo y asiente.
-Lo siento.- Murmura y los seguros del auto se levantan.
Tomo la manija de la puerta y tiro de ella para abrirla y acto seguido entrar. El aroma a cuero nuevo se mezcla con el olor a pino fresco y a hombre mayor ultra sexy.
-Se me estaba congelando la nariz.- Suelto una risa corta en cuanto siento mi rostro relajarse con la calefacción.
-¿Estás bien?- Su voz ronca resuena como eco en mis oídos.
Sabe que ese comentario disimula todo lo que tengo rondando en la cabeza y por ello lo ignoro por completo. Su rostro muestra preocupación y pena, ahora soy yo quien sonríe de soslayo, pero mis ojos no lo resisten y los siento llenarse de lágrimas para posteriormente deslizarse por mis mejillas, niego con la cabeza y miro mis manos.
-No...- Susurro.
-Ay... niña.- Su mano va al costado de mi cabeza y me aprieta con ligereza.
Su tacto se siente cálido ante mi rostro frío y acercando su pulgar a mi mejilla remueve un par de lágrimas que en pocos segundos le abren camino a otras.
-Es una mierda...- Susurro.
-Cuéntame, Lana... necesito saber que es lo que esta pasando.- Su grave voz suena suave y tierna en este momento.
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YES, DADDY T.2 (+18 Daryl Dixon)
FanfictionSegunda temporada de Daddy Issues. Después de lo ocurrido, Lanai con el corazón hecho pedazos debe tomar la decisión de si aceptar la oferta de Negan. Las excusas para no ver a Daryl funcionan a la perfección, pero algo podría hacer que sus miradas...