34. Valió la pena

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-Mira aquí...- Una enfermera me coloca una luz en el ojo izquierdo y después en el derecho. -Ahora aquí.- Hago lo que dice. -Parece que todo está en orden, llamaré a un doctor para que venga a revisarte bien.- Me sonríe y después a Michonne. -Bienvenida a casa, Lanai.- Sin más se va de la habitación.

Michonne no lo piensa más y se levanta para abrazarme. Sigo sin entender cómo mierda llegué al hospital y porque parece que he estado aquí durante un tiempo.

-Dios...- Murmura. -Que bueno que estás aquí.- Se aleja de mí y pone mi rostro entre sus manos.

-¿A dónde fui?- Susurro un tanto confundida y la observo arrugar la frente como si no me entendiera.

-¿Tú no... no recuerdas nada?- Parece sorprendida, pero me limito a negar con la cabeza. La morena respira con dificultad, se seca las lágrimas y sonríe de lado. -Tú... estás aquí desde hace seis noches.-

-¿Qué?-

-Tara... llamo a Carl una madrugada porque no sabía de ti. Pero después... por la mañana dijo que ibas camino al hospital.- Mi rostro refleja la confusión que siento. -Un amigo tuyo te llevo a su casa después de una fiesta que al parecer terminó mal.-

-¿Una fiesta?- Mi mente shockeada intenta recordar lo que sucedió. -¿Quién fue el amigo?- Digo esperando tener más pistas de lo que ocurrió.

-Joe.-

-¿Joe...?-

Recuerdo la suavidad de las sábanas que tenía en la cama, el morocho diciendo que me de un baño y baje a desayunar algo para mejorar la resaca. Me valió una mierda, claramente. Su baño aparece en mi cabeza y después la droga que busque en los estantes, yo en el suelo y el chico mirándome preocupado sin saber que diablos hacer.

-Ya recordé.- Murmuro.

-Fue muy amable al traerte hasta aquí.- Sonríe de lado.

Aún hay algo que no tengo claro.

-Dijiste... que llevo aquí varias noches.-

-Si... bueno.- Traga saliva. -Al parecer tuviste una sobredosis... y estuviste en coma estos días.- Sus ojos nuevamente se llenan de lágrimas. -Había muchas drogas en tu sistema... demasiadas, Lana.- Dejo de mirarla por vergüenza.

Flashbacks aparecen en mi cabeza que poco a poco despiertan los recuerdos de esa noche. La casa de Rosita, los porros, las bebidas raras, la gente follando, mi mente en blanco...

-Lo lamento...-

-Ya no te preocupes por eso, cariño. Estás aquí, que es lo importante.- Esnifa un poco y se seca las lágrimas que caen por sus mejillas con rapidez. -Todos te vinieron a ver.- Sonríe ampliamente. -Tara y Joe estuvieron aquí ayer, Carl no ha querido irse y Carol tampoco, una chica delgada y de cabello largo también vino a verte, Maggie y Glenn viajaron para saber como estabas e incluso se quedaron una noche contigo. Hasta Nic volvió para estar cuidándote, Daryl recién salió, es más... también el señor Smith te visitó.-

La miro y sonrío un poco y después reacciono. Hay una persona que no mencionó, y creo que es la que más me importa.

-¿Y papá?-

Michonne aprieta los labios y niega con la cabeza sintiendo pena, podría jurar que ni siquiera quiere que le toque ese tema.

-Ha estado al tanto de ti por teléfono.-

Casi puedo escuchar mi corazón partise y caer al suelo en pequeños y finos pedazos. Mis ojos se llenan de lagrimas y lo único que hago es forzar una sonrisa apretada, Michonne me mira con las cejas fruncidas y el rostro cayéndosele de vergüenza.

YES, DADDY T.2 (+18 Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora