14. Ven conmigo

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El cabello húmedo golpea mi espalda mientras mis fosas nasales huelen el rico aroma del tocino que esta friendo Nic. Después de haber terminado el cigarrillo y disfrutar de un buen momento con mi amigo, me he dado una ducha para eliminar el olor de mi cabello y mi ropa, ahora el hambre que teníamos era enorme y un sándwich con tocino no está mal.

Mi móvil suena y mi corazón late al mil por hora, quisiera hablarle al castaño y pedirle una disculpa por la odiosa llamada de hace unas horas y si es él, moriré de vergüenza. Ya me vio vomitar de borracha y ya me escucho totalmente drogada.

Dios, Lanai...

Siento alivio cuando veo que quien llama es mi padre, coloco el móvil en mi oído y lo escucho al otro lado.

-Lana.-

-Hola, papá. ¿Todo esta bien?-

-Si, todo esta bien. ¿Sigues en casa de Nic?-

-Si, de hecho vamos a cenar algo.- Miro a mi amigo que además de los boxers trae puesto un mandil de flores.

-Ou... Maggie vino a cenar porque quería hablar contigo de algo para la boda.-

-Ah... en cuanto termine de comer con Nic voy para allá.-

-Bien, cariño. ¿Quieres que vaya por ti?- Miro a mi amigo que niega con la cabeza al escuchar a mi padre.

-No. Nic puede llevarme.-

-Perfecto. Entonces te vemos aquí en un rato, te quiero.-

-Si, papá. Te quiero también.- Sin más cuelgo la llamada.

-¿Te buscan?- Nic comienza a sacar el tocino y a colocarlo en un plato donde ya ha puesto servilletas absorbentes.

-Maggie quiere algo. Creyó que estaba en casa pero no me encontró ahí.- Me encojo de hombros.

-Estabas viajando con tu mejor amigo.- Dice casi gritando. -¿Tú padre sabrá que nos drogamos?- Derrepente se preocupa.

-Sabe de ti.-

-¡¿Qué?!-

-Una vez encontró una bolsa de hierva en el cuarto de Carl y le dijo que era tuya.- Me río al recordar aquello.

-¡Hijo de puta! ¿Qué dijo tu padre?- El chico comienza a sacar el pan para armar los sándwiches.

-Ocurrió hace meses, pero solo nos dio un sermón sobre que ya éramos lo suficientemente mayores para saber si íbamos a consumir drogas.- Me encojo de hombros.

-¡Y tú decidiste hacerlo!- Suelta una carcajada.

-Solo de vez en cuando.- Arqueo una ceja.

-El noventa porciento de las veces que estás conmigo nos drogamos.-

-¿Ya no quieres?- Frunzo el ceño.

-No, no, no. Solo digo que podríamos hacerlo el cien porciento de las veces.- Ahora quien suelta una carcajada soy yo.

Debo reconocer que Nic ha estado influyendo en mi vida de muchas maneras. Ha estado conmigo cuando que me he vuelto loca por el castaño, cuando me hizo pedazos y ahora que soy tan tonta para querer intentarlo. Jamás creí que nuestra amistad se reforzaría de esta manera, siempre lo vi siendo amigo de Carl, pero al estar con Grecia me estaba perdiendo de tremendo partidazo de amistad que había a un costado de mí. No sé que haría sin este idiota...

Luego de ese delicioso sándwich cargado de grasa que complementamos con un café más dulce que la maldita casa de Hansel y Gretel, Nic me lleva a casa. Sigue contándome acerca de Aaron, trataba de fingir que solo quería estar con él para follarselo, pero su interés es más que eso. Cuando Nic follaba con alguien y no surgía para una segunda ocasión, simplemente lo dejaba y buscaba a alguien más para continuar disfrutando, jamás se había enfocado tanto en querer seguir haciéndolo con alguien, hasta ahora.

YES, DADDY T.2 (+18 Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora