27. Inquietud

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-Michonne...- Intento hablar, pero no logro articular una sola palabra.

-Daryl... ¿podrías darme unos segundos a solas con Lanai?- Pregunta la morena.

El castaño no pronuncia ni una palabra, pero puedo sentirlo alejarse a paso sigiloso por el lugar por el que me trajo. Michonne comienza a caminar hacia mí y siento el temor recorrerme completa.

-Perdón, perdón...- Percibo mis ojos llenarse de lagrimas.

-Lana...- Sus manos van a mis hombros y casi puedo sentir la bofetada en mi mejilla. -No te preocupes, ¿bien? Este no es el lugar ni el momento para hablar de esto.-

¿Qué?

Abro con lentitud los ojos que había estado manteniendo cerrados para recibir la cachetada que no me llegó. Levanto la mirada con miedo y observo a Michonne que tiene una sonrisa de lado.

-¿Qué?- Murmuro.

-Necesito una explicación, claro que si, pero no ahora. Ya me contarás mañana o después, ¿esta bien?- La mano de la mujer en vez de azotarse contra mi mejilla, me toca el cabello con ligereza.

-Dios, Michonne...- Jadeo y siento los ojos llenarse de agua salada.

-No, no, no. No llores, Lana... se arruinará el maquillaje.- La observo sonreír sin mostrar los dientes.

-No quiero que me odies.- Digo en un Susurro poco audible.

-¿Qué dices? Jamás lo haría, eres mi pequeña hija...- Escuchar sus palabras me hace querer soltarme a llorar. -Escucha, Lanai... te amo demasiado y quiero saber que fue lo que vi, pero hoy no es un buen momento. Ya habrá tiempo para hablar de ello.- La calma con la que me habla me hace sentir acobijada. Intento contener las lágrimas, pero una se barre por mi mejilla y ella la limpia. -Vamos, Lana.- Sujeta mi mano y tira de mí para comenzar a salir del salón.

Trato de relajarme ante tan shockeante momento, pero mi cabeza sigue pensando en el rostro de la morena al verme pegada a los labios del castaño y después la cálida forma con la que me dijo que hablaríamos después me resulta increíble.

Damos un par de pasos y cuando cruzamos la puerta que parece del viejo oeste, veo a Daryl recargado de un muro, parece pensativo y jodidamente asustado.

-Michonne.- La llama y se acerca con mucho cuidado hasta nosotras.

-Hablaré con Lana sobre lo que pasó, después, si tú también quieres decirme algo allí estaré para escucharte.- El tono con el que le habla a Daryl es más serio, pero sin ser grosera.

-Bien...- Dice con la voz rasposa.

-Los veo después.- Me sonríe una vez más y con ello comienza a caminar en dirección contraria a nosotros.

-Michonne...- La llamo.

-¿Mmm?- Dice mientras me mira de costado.

-Aún no le digas a mi padre...- Siento un nudo en la garganta.

-No lo haré. Deben decírselo ustedes en persona y yo no me interpondré.-

-Gracias.- Ella asiente y se va.

Me quedo unos segundos observando el pasillo, casi parece que estoy esperando a que quien aparezca sea mi padre hecho una furia al haber escucha de los labios de Michonne lo que ha ocurrido, pero al paso de unos segundos que parecen horas, no hay nada.

Comienzo a caminar, escuchando los tacones resonando en el suelo como en las películas, siento a Daryl a mis espaldas. Camina conmigo, pero toma su distancia. Una vez estando en el gran salón, sigo mi destino hasta llegar al bar, donde el chico que sirve las bebidas me mira con una sonrisa de lado.

YES, DADDY T.2 (+18 Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora