32. Olvídate de todo

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Ni siquiera quiero voltear a ver a Daryl, no sé si esta en la cocina, en la sala o en su estudio, pero solo espero no toparmelo.

Sin mirar a ningún lado más que a mis pies, mantengo el camino en dirección a la salida, a lo lejos escucho al hombre hablar y casi podría jurar que esta en el jardín, me mantengo firme y no me detengo por ningún motivo.

Solo un par de pasos bastan para estar frente a la puerta que me hará estar afuera de esta casa en un segundo. Observo mi móvil y tengo un mensaje que dice "Estoy aquí." Doy un largo suspiro siento que quiero llorar más, ¿de dónde diablos me sale tanta agua?

-Ojalá puedas perdonarme...- Susurro y sin más, salgo de ahí.

No llevo nada más que el móvil en mano y camino con rapidez por el patio hasta cruzar la reja delantera, muy en el fondo de mí espero que Daryl aparezca y me detenga, me de un abrazo y me diga que todo estará bien, pero no ocurre. Nadie viene por mí y mucho menos me llama.

Tú te lo buscaste, Lana.

Y por un momento me arrepiento, pero no sé qué diablos haré.

En cuanto cruzo la reja de peatón observo el auto que esta frente a mí. Sonrío con suavidad y debo reconocer que me alegro de poder ver esos lindos ojos que ahora me observan con preocupación, no tengo idea de como agradecerle por estar haciendo esto por mí.

***

-Espera, espera... repitelo. ¿Le dijiste eso?- Su tono de voz muestra sorpresa.

-Si, le dije que no podía estar ahí...-

-Mierda, Lana. ¿Le dijiste eso al pobre hombre?- Se cubre la cara con las manos.

-Suena como una patada en los huevos, ¿no?- Me lanzó al sofá.

-Es una parada en los huevos.- Me marca la primer palabra.

-¡No sé qué diablos hacer, Tara! Todo parece seguir dando vueltas y solo quiero vomitar.-

-Es que me sorprende, claro. Pero me vuela la cabeza que te hayas querido ir...- Suspira. -A pesar de toda la mierda que ocurrió hace unos meses, regreso por ti, lo volvió a intentar y puedo ver en sus malditos ojos que esta loco por ti.-

Las palabras de la chica me resuenan en la cabeza y casi parece que estoy escuchando a Negan hace unas horas.

-Dios...- Suspiro y cierro los ojos.

-Pero ignora lo que digo...-

-Ah, claro.- Bufo.

-Mira... lo que necesitas es distraerte. Alejarte del hombre, de tu padre, de todos, debes tomarte un tiempo y pensar, liberar la mente y todo eso.- Recarga los codos de sus rodillas. -Si quieres quedarte aquí un tiempo, sin problema...- Levanta las manos.

-¿De verdad?- Me siento bien en el sofá y mis ojos la observan con ternura.

-Claro, cariño. Todo el tiempo que sea necesario...- Sonríe de lado.

-Te pagaré una renta mientras estoy aquí, lo prometo...-

-No, no, no. No te estoy cobrando.- Arruga la frente.

-Pero...-

-Es un favor, Lanai... sé que si llego a estar en una situación similar me ayudaras, simplemente estoy haciendo lo que creo que podría recibir de ti.- Sonríe de lado.

-Aww, Tara...- Me levanto y abro los brazos para poder enrollarlos a su al rededor y sin pensarlo hace lo que yo. Nos damos un tierno abrazo.

Es lo que necesitaba y no sabía. Un abrazo. Al menos uno sincero, donde no me está volando la cabeza, donde no estoy preocupada o sintiendo que estoy explotando, simplemente es un momento en el que el mundo deja de girar y los segundos parecen minutos.

YES, DADDY T.2 (+18 Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora