-XXII-

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Sam (POV):

No sabia muy bien que estaba pasando, de reojo miraba a Talia quien no despegaba los ojos de su móvil mientras tecleaba en un chat a velocidad supersónica, de seguro estaba hablando con Dylan, era su afición favorita.

Sabia de sobras que algo estaba sucediendo, y no precisamente bueno. Conocía muy bien a Kayla y Liam, la manera en la que Adam había fruncido el ceño y se había ido con ellos a la sala de reuniones de Enzo.

Bufe aburrida, me tire de espaldas a la cama mirando a la pelirroja a mi lado, que estaba sentada con las piernas en forma de indio. Está bloqueo el móvil y me miro sonriente.

-        ¿No te frustra que te dejen fuera de todas las cosas "malas" que pasan en tu manada? – Esta negó encogiéndose los hombros.

-        En cierto modo lo prefiero. – Arrugue la nariz confusa.

-        ¿Enserio? – Pregunte sorprendida.

-        Enserio. – Sonrío sinceramente. – No me gusta pelear, aunque si es necesario lo haría. Y mi hermano luego me pone al corriente, sin meterse en detalles, pero me cuenta que está sucediendo. – Asentí curiosa por lo que estaban hablando allí abajo.

-        A mí me gustaría estar en aquella sala. – Dije susurrando.

-        Seriamos un hueco más Sam, luego pregúntale a Liam y te lo contara.

No le daba mucha importancia a lo sucedido, pero mi parte curiosa estaba deseando arrimar la oreja para enterar absolutamente de todo. Algo me decía que podía tener, por mínimo que fuera, algo conmigo.

-        Ya... es solo que aquí son todo super humanos, y yo soy un simple mortal blanducha. – Este alzo la ceja divertida.

-        Eso es mentira. – Afirmo con firmeza. – Sangre de cazador corre por tus venas, además de tener la marca de un hombre lobo Beta en tu cuello.

-        ¿Y eso que? – Pregunté con curiosidad.

-        Los cazadores tienen fuerza sobrenatural, si no, ¿cómo crees que tendrían oportunidad con las criaturas de los cuentos?

Me mordí el labio pensativo, si eso era cierto yo tenia mas fuerza de la que creía, o al menos, de la que pensaba.

-        También es verdad que tienes que desarrollar tus habilidades, luego, la marca de un hombre lobo, y, además, Beta, te facilita un poco de energía y fuerza extra. – Esta me agarro la mano. – Solo tienes que ponerla en marcha Sam.

-        Puede que tengas razón Talia. – Me interrumpió.

-        No puede que la tenga, se de sobras que la tengo. – Su graciosa arrogancia con un toque de diva en su bonita melena me hizo sonreír.

Suspire tirándome de espaldas sobre la cama. Arrugue los labios pensando en todo y en nada, cuando una cuestión floreció en mi cabeza. No quería ser cotilla, pero me gustaría saber la razón de Talia para no ser sincera con su alma gemela. Llevan mas tiempo que Liam y yo.

-        Oye.

-        Mmm... - Dijo mientras, acompañándome mientras mirábamos el techo juntas.

-        ¿Cuándo le vas a contar a Dylan la verdad? – No movió la cabeza.

No me respondió en el momento. Suspiro mientras miraba fijamente el techo, podía notar como por su cabeza pasaban miles de razones diferentes.

-        No lo se. Tengo miedo. – Asentí entendiéndolo. - ¿Sabes como se lo tomo Kayla? Mal.

Bueno no me sorprende realmente que Kayla reaccionase así la verdad, es Kayla.

Mi perdición. #MT3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora