Sam (POV):¿Cómo se supone de debía sentirme? Estaba en el entierro del que había sido mi padre todo lo que llevo de vida, había recuerdos felices con él, pero eran muchos mas los infelices y dolorosos, sobre todo las dolorosas.
Prometo guardarte en el fondo de mi corazón, Charlie.
Porque si, aun había hueco para él, pero no quería permitir que me afectase esto más de la cuenta y aun así lo hacía.
Lloraba, aun con todo, sentía una gran tristeza de ver su ataúd hundiéndose bajo tierra. Como a su entierro había asistido solo mis amigos, mi supuesta madre, los padres de Kayla, la abuela de Liam, y por supuesto, Liam.
Este ultimo me tenia abrigada con su brazo sobre mis hombros, dándome el calor en este día tan frio. El sol no había salido, era un día triste, como si el cielo no quisiera que el alma de Charlie fuera allí, aunque sabia que su alma no iría al paraíso.
Perdió ese derecho la primera vez que me insulto y me puso una mano encima.
Cuando el cura termino de dar su sermón me dio el pésame, y se fue.
- Sam. – Aprete los puños inconscientemente.
Jamás sentía rabia, casi nunca había experimentado aquella sensación, siempre he sido sumisa y una cobarde.
- ¿Qué? – Musite. - ¿Qué quieres?
- Me gustaría darte un... - Di un paso atrás sin soltarme del brazo de Liam.
- No. No me toques. – Esta miro hacia el suelo. – No tienes si quiera derecho a hacerlo.
De mis ojos comenzaron a salir pequeñas lágrimas. ¡Dios! Sentía tanta tristeza por todo, por mi vida, por Charlie, por mí. No podía más, sentía que iba a dejar de respirar en cualquier momento, y se que Li se dio cuenta cuando giro mi cuerpo para que mi cabeza quedase contra se pecho.
Kayla apareció poniéndose delante de nosotros, plantándole cara a aquella mujer que decía ser mi madre, que yo pensaba que era mi tía.
- Lárgate.
- Pe...
- Soy la Luna, y tu vives en mi maldita manada. O te vas o te las veras conmigo. – Su voz sonó tan fría que Helen dio unos cuantos pasos hacia atrás con miedo. – Es una orden.
- Si Luna. – Susurro.
Se giro alejándose de todos nosotros. Kayla dio media vuelta quedándose en frente nuestro, le mire con una sonrisa de agradecimiento. Inconscientemente observe sus ojos pues se habían tornado amarillo que enseguida volvieron a su color habitual. Por eso Helen se había asustado tanto.
- Gracias Kay. – Dije limpiándome la cara.
- No las de rubita, se que Liam siempre te protegerá, pero yo siempre cuidare tus espaldas. – Esta me guiño el ojo con una pequeña sonrisa sincera.
Me separe de Liam para darle un fuerte abrazo. Ella me rodeo con sus brazos dejando un beso en mi coronilla. Kay no solía dar abrazos, por eso cuando los daba se sentía tan sinceros.
- ¿Volvemos a casa? – Me susurro mi amiga.
- Si.
A casa.
Mi nueva y verdadera casa, por fin lo sentía así.
(...)
Estaba en casa de Liam. No había estado en su casa desde que me mude a Trisquel. No era tan grande como en la que vivía ahora mismo, pero, aun así, era enorme. Un bonito jardín con una pequeña piscina, la casa tenia dos plantas, donde en la primera estaba una sala de juegos, como la llamaba Liam, su despacho, cocina, un baño y un gran salón-comedor. En la parte de arriba había varias habitaciones destinadas a diversas cosas.

ESTÁS LEYENDO
Mi perdición. #MT3
WerewolfÉl es Liam Wells, con una personalidad arrolladora. No es el típico chico malo, al contrario, es alguien tierno, romántico, y simpático. Él es él Beta de la manda Trisquel, y su vida de un vuelco cuando encuentra a su chica, su alma gemela, su mate...