Sam (POV):Después de aquel partido donde nuestro equipo ganó, así pasando a las semifinales, Enzo nos invito a comer una hamburguesa a un restaurante del pueblo. Habíamos pasado una velada increíble, aunque al principio hubo muchos cuchicheos entre Liam y Enzo, luego se unieron al resto del grupo para disfrutar de la compañía.
Eran mi familia, cada uno de ellos, se había convertido en aquella familia que siempre había anhelado.
Kayla, la hermana mayor sin filtro, compañera de travesuras, defensora de las causas perdidas. Con un corazón enorme y una fuerza increíble, mi protectora.
Talia, la hermana a la que contarle todo sobre chicos, gritona y compulsiva, con una creatividad que dejaría alucinado a cualquiera. Y, sobre todo, lo que destacaba en ella, lo cariñosa que era.
Enzo... Bueno no me atrevía a llamarle amigo, pero algo me decía que, si algún día yo estaba en peligro él mataría para proteger a la novia de su mejor amigo, de su hermano.
Dylan y Eloy, eran la clase de amigos a los que podías contarles cualquier cosa y no te juzgarían, aunque Eloy no expresase muchas emociones a lo largo del día.
Adam... mi hermano mayor, literalmente. Siempre enamorado de Kayla y, fascinantemente, leal a todos sus amigos, pese a todo.
Y finalmente Liam, mi Liam. Que decir de aquel chico que me saco de la oscuridad tan profunda, que me enseño, y sigue haciéndolo, a quererme. La luz al final de túnel, mi salvavidas en mitad del océano. Sabia de sobras que, el mataría por mi y yo por él. Sin duda alguna.
Extendí la guirnalda a lo largo del suelo para desenredarla, había estado tan sumida en mis pensamientos que me había quedado agachada con esta en la mano. Estábamos preparando una fiesta sorpresa a Enzo, pues hoy cumplía veintidós años.
Y ya era uno de los Alpha más temidos del planeta tierra.
Kayla estaba subida a una escalera, realmente alta, para colgar la gran pancarta que habíamos hecho por la mañana. Ella estaba algo nerviosa, cuidando que todo saliese a la perfección. Era el primero cumpleaños que celebraban juntos, y podía entenderla perfectamente. Liam beso mi coronilla mientras se acercaba a Kayla para ayudarle a bajar.
- Baja ya de ahí Kayla, esta perfecta. – Esta miro a Liam algo dudosa.
Jamás le había visto tan insegura de algo.
- Tiene que estar recto. – Dijo volviendo a mirar la pancarta.
- Esta perfecto Kay. – Esta no respondió. – Baja de una vez de ahí, como te caigas o te golpees Enzo me pegara a mí. – Soltó como un reproche de niño pequeño.
Sonreí inevitablemente mientras negaba con la cabeza. Volví mi atención a la guirnalda extendida en el suelo.
- ¿Te ayudo? – Levante el rostro viendo a Camí agachándose en el otro extremo de esta.
- Si, gracias, Camí. – Esta sonrió cogiéndola para luego levantarla.
Néstor apareció tras Camí, con su inexpresiva cara, como de costumbre.
- La colgaremos ahí arriba. – Señalo al techo. – Liam ayúdame.
Este dejo a Kayla en el suelo mientras venia hacia mí, para coger el cordón.
Le sonreí para luego dirigirme a Kayla, quien miraba una libreta llena de tachones y coleres. Tenía apuntado todo lo que habíamos comprado, como quería que quedase la decoración, hasta tenia la hora exacta, en rojo, a la que tenia que estar todo hecho, quedaban veinte minutos para que Enzo viniese de unos ejercicios que tenía como Alpha de entrenamiento para los lobos más jóvenes e inexpertos. Un estruendo sonó a nuestras espaldas, ambas giramos de golpe viendo a Talia, llevaba los cubiertos para la cena en una bandeja, bandeja que se había caído al suelo.

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Mi perdición. #MT3
LobisomemÉl es Liam Wells, con una personalidad arrolladora. No es el típico chico malo, al contrario, es alguien tierno, romántico, y simpático. Él es él Beta de la manda Trisquel, y su vida de un vuelco cuando encuentra a su chica, su alma gemela, su mate...