Sam (POV):
Desde que me uní al grupo de animadoras y comencé a ir de más continuo con Kayla los abusadores del instituto me dejaron de molestar por cualquier cosa. Kayla imponía respeto, su aura era fuerte y dura, aunque yo conocía realmente a mi amiga, y era maravillosa. Estaba sentada en un banco del comedor del instituto observando como Kayla peleaba con Sulivan, un descerebrado amigo de Amos. Sulivan había subido la falda de Talia en mitad del comedor, dejando a la vista su ropa interior de gatitos, lo cierto es que había quedado ridiculizada delante de todo el instituto. Kayla le estaba diciendo de todo menos cosas bonitas, y fue entonces cuando me arme de valentía, cogí mi vaso de zumo y me acerque a ellos. Kayla levanto su rodilla golpeándole en sus partes nobles, y cuando llegue yo lo remate echándole el zumo por encima. Sonreí lanzándole el vaso de plástico a la cara, su mano se alzo para darme una bofetada, no me moví, estaba acostumbrada al maltrato físico, sin embargo, Kayla le agarro la mano retorciéndosela, viendo como gemía de dolor.
Fuerza sobrenatural.
- Sois unas zorras.
- No querido, las zorras están en el bosque. – Respondió Kayla.
- Sabes, eres una basura de persona que hace esas cosas para llamar la atención de la gente, ¿quieres saber algo? Morirás solo.
Tanto Kayla como él me miraban sorprendido, la diferencia es que mi amiga me sonreía orgullosa, meses atrás jamás habría imaginado hablarle con tanta osadía a alguien, pero lo había hecho y estaba feliz por ello.
- Toca a cualquiera de mis amigas y conocerás a tu peor enemiga, ogro inútil.
Kayla le soltó mano. Este se quedo mirando al suelo para retirarse del comedor con las orejas escondidas, ese chico necesitaba ayuda por su comportamiento compulsivo agresivo.
Mi amiga me paso el brazo por los hombros con una sonrisa en la cara que no le cabía en la cara. Cogí mi mochila al igual que ella y salimos de allí con la mirada de todos encima. Intente ocultar un poco mi rostro con el pelo, pues no me gustaba ser la atención de nadie, pero era obvio que después del numero había un antes y un después para Samantha Clarkson.
- Pero bueno mi rubita, ¡has estado increíble! – Lo dijo tan emocionada y tan alto que solté una carcajada. – A partir de hoy tendré cuidado contigo, sabes poner a alguien en su sitio sin insultar y alzar la voz. – Me zarandeo por los hombros. – Vayamos a ver a Talia, debe estar con Dylan y el resto en el recreo.
- Si quieres puedo darte unas clases. – Lo dije en broma y lo acompañé de un guiño.
Kayla comenzó a reírse pasando de nuevo su brazo por mis hombros, así yéndonos ambas en busca de nuestra amiga.
Mientras íbamos de camino Liam vino a mi mente, ahora éramos novios, ni si quiera sabia en qué momento me salió tanto valor para pedírselo, pero lo hice y estaba feliz de ello. Él era alguien increíble que a pesar de todo había decidido quererme y yo era realmente feliz por ello. Sin embargo, con el reciente regreso de mi tía desaparecida no sabia que iba a suceder. La madre de Liam comenzó con problemas de alcohol y drogas con la ida de su marido al encontrar su verdadera alma gemela, no podía culpar a ninguno de los dos, pero, si era cierto que mi tía no había sido agradable con ninguno y no había sido buena idea que el padre de Liam se presentase así sin más frente su exmujer con su mate.
¿Me estaba escuchando? ¿Manada? ¿Mate? Dios mío, todo era real.
Iba a proteger y cuidar a Liam todo lo que pudiese y más, como él había hecho conmigo, no iba a dejar que mi tía le hiciese daño. Esa mujer dejo de existir para mi cuando me abandono con mi padre, aquel hombre que paso de ser el mejor ser humano a la peor escoria que podías conocer. Y que decir, pero sospechaba que mi tía ocultaba algo, no sabía porque pero tenía ese presentimiento.

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Mi perdición. #MT3
WerewolfÉl es Liam Wells, con una personalidad arrolladora. No es el típico chico malo, al contrario, es alguien tierno, romántico, y simpático. Él es él Beta de la manda Trisquel, y su vida de un vuelco cuando encuentra a su chica, su alma gemela, su mate...