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Michael

Seguía caminando sin rumbo en el estacionamiento, dando vueltas de un lado a otro, Diana seguía insistiendo que teníamos que vernos, pero yo no podía quitar de mi mente la vista de ese idiota besando a mi esposa, tal vez pasar un rato con Diana podría distraerme, después de todo ella y yo siempre la pasamos bien. Pero si Joseph se enterara el mismo se encargaría de matarme.

Seguía dando vueltas en el mismo lugar cuando sentí que alguien tomo mi brazo y me jalo, antes de que pudiera ver quien era sentí un puño estrellándose en mi cara el cual me hizo caer al suelo donde empese a recibir patadas, intentaba enfocar la vista para ver quien era mi agresor, pero no podía distinguir nada por la sangre que cubría mis ojos y supongo la mayoría de mi rostro, así segui recibiendo golpes hasta que el grito de alguien lo hizo detenerse y salir corriendo. Lo siguiente que sentí fue ha alguien gritar ayuda, antes de que me desmayara.

Mi cuerpo dolía pero podía sentir la mano de alguien sujetando la mía, intente abrir los ojos pero no podía, trate de moverme y solo pude sentir un tirón que venia de mis brazo izquierdo,  me estaba desesperado cuando escuché  su voz.

— Tranquilo,  enseguida viene la enfermera. 

— Porque no puedo abrir mis ojos.

— El doctor recomendó vendarlos, ya que los dos parecían haber sufrido mucho daño.

— Quién fue.

— Nadien sabe, la enfermera que vio todo, sólo lo pudo ver de espaldas unos segundos antes de que saliera corriendo.

Quería seguir interrogandola, y averiguar quien le había informado de lo que había pasado, pero la entrada de alguien detuvo todos mis interrogatorios.

— Veo que ya desperto, soy el doctor que lo atendió mi nombre Izar. 

— Porque tengo esta maldita venda en mis ojos.

— Michael.......

— Tranquila es normal que tu esposo este alterado, acaba despertar después de ser atacado.

— Ella no es mi esposa, Diana mi prima, ahora que ya quedo todo claro, me puede decir que pasa con mis ojos.

— Bueno señor Jackson, los golpes que sufrió fueron muy fuertes, que tuvieron como consecuencia dos costillas rotas y varios hematomas, pero fueron sus ojos los que resultaron más dañados, tanto que un especialista y yo creemos que el daño puede ser demaciado grave, incluso creemos que puede perder la vista.

No era cierto, yo no podía quedar ciego, esto debía de ser una maldita broma, si eso era una maldita broma de la que despertaría muy pronto. Trate de levantare y con mi mano libre arranque todo los cables que tenía pegados a mi cuerpo. Pero sentí que alguien me sujeto y me inyectaron algo, asiendo que sintiera mi cuerpo cada vez más debil.

🔘Apariencia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora