🔘Apariencia de amor

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Christian

Poco a poco lograba que esto estuviera a mi favor, ahora solo tenia queutilizar a Santiago para quitar a Diana de el medio cual seria  demaciado fácil,  y por ultimo solo tenia que esperar que Ana recibiera la visita de sus padres.

Después de eso seria muy fácil convencerla para irnos a cualquier lugar,  con el dinero que le he sacado a la idiota de Melisa. Comprometerme con ella fue demaciado facil, aunque sus padres se negaban a aceptar nuestra relación, ahora solo tenia que esperar que el cáncer la consumiera poco a poco y para que ella me cediera el poder completo de la empresa.

Pero por lo pronto,  seguiria mandando estas fotos al tarado de Michael,  necesito que siga creyendo que Ana lo engaño,  así alimentare su odio poco a poco, y tal vez provoque una nueva pelea, que haga que Ana pierda al bastardo que crece en su vientre, fue muy fácil convencer al doctor que omitira ese detalle, cuando salieron los resultados de los nuevos exámenes que le hizo. 

Estaba anotando la dirección en los sobres cuando tocaron la puerta,  cuando la abrí recibí una cachetada. En la puerta se encontraba Melisa la cual tenía los ojos rojos.

— Eres un maldito desgraciado, como pudiste jugar conmigo.

— No se de que estas hablando, yo no he hecho nada.

-No te hagas el idiota, te vi cuando te besabas con esa maldita,  me pregunto que dirá su esposo cuando se entere.

— Bueno ya que lo sabes, no te tienes que preocupar por eso, el también nos vio.

— Son tal para cual, porque jugaste conmigo.

— Porque necesitaba dinero, que no te das cuenta que nadie podía fijarse en ti, quien quería casarse con una moribunda, mejor deberías agradecerme el tiempo que pasamos juntos.

— Esto se acabo, voy a cancelar  las tarjetas de crédito que te di, te dejare en la maldita calle.

No podía permitir que en hiciera eso, así que la sujete de uno de sus brazos y la avente al sillón,  al instante empezó a tener una de sus crisis, por lo que aproveche para ir por una cuerda, cuando regrese al lugar donde la había dejado, aun seguía con convulsiones y ya había machado el sillón de sangre, así que amararla fue algo complicado ya que no dejaba de moverse, y cuando por fin termine, la carga y la deje en uno de los tantos cuartos del departamento, si moría  o no, no me importaba, despues de todo lo único que necesitaba era su dinero, para cuando había terminado todo  quede manchado de sangre, pero no tenia tiempo para cambiarme ya que tenía que ir a hablar con Santiago.