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Michael

Mi cabeza me dolia, y escuchar la voz de Diana incrementaba el dolor. Pero por más que le decía que me dejara solo se negaba.

Me preguntaba que diría Joseph cuando se enterara de lo que había pasado,  tal vez culparia a Bill y lo despediria por a ver permitido que le pasara esto a su mina de oro.

No tenía idea de que hora era, ya que al tener los ojos vendados no me en permitía ver nada, pero como ya no aguantaba a Diana me hize el dormido.

Por un tiempo no escuche nada, pero luego sentí  sus manos acariciando mi rostro, preguntando si estaba despierto. Decidí no decir nada ya que el dolor de cabeza me era demaciado intenso.

Después de unos segundos al no obtener respuesta,  escuché como Diana hablaba con alguien. 

— Ya no me sirve de nada, lo mas seguro es que quede ciego.

— Al menos le sacaste algo de dinero.

— No, el muy idiota nisiquiera fue capaz de embarazarme.

— Entonces que fue lo que hiciste todo este  tiempo, ni siquiera puedes hacer nada bien.

- - Almenos yo logre estar cerca de él,  tu te largaste como un cobarde.

— Tenía que conseguir dinero idiota, con que crees que pude comprar a los padres de Ana.

— Que suerte para ti.

— Deja de decir idiotes, y mejor piensa que vas a hacer.

— Algo se me ocurrirá, si esa idiota se hubiera muerto todo sería más fácil. 

Después de escuchar eso, solo escuché la puerta azotarse, y después nada, dejándome con muchas dudas.





🔘Apariencia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora