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Christian

Todo está saliendo bien, muy pronto nos marchariamos del país y nadie  volvería a saber de ella,  fue más fácil de lo que había pensado y todo gracias al idiota de su esposo,  cuando estemos lejos de aquí, lo único que quedará pendiente será librarnos  del bastardo que viene en camino, ella solo es mía  y de mi jefe.

Camino por la sala, esperando que llegue un mensaje de confirmación a mi teléfono de que todo está listo para irnos, pero solo me encuentro con mensajes y llamadas de Sara, eso me recuerda que a estas alturas Melisa ya debe estar muerta, lo cual es un gran alivio para mí ya que no tendré que soportarla por más tiempo.

Cuando el jefe sale de la habitación donde se encuentra Ana, no puede evitar que una sonrisa se forme en sus labios, no me atrevo a preguntar qué fue lo que hizo, ya que por su rostro de felicidad lo puedo adivinar muy bien.

Se sienta en uno de los sillones y cierra los ojos,  y yo estoy tentando de ir al cuarto y hacer lo que quiera con ella, pero me controlo, aún está delicada y sacarla del hospital de esa forma no ayuda en mucho, así que decido esperar, cuando estemos en Londres me encargaré de satisfacer cada sueño que e tenido con ella.

Unos minutos después mi teléfono suena, el mensaje que e esperado toda la mañana por fin llega, así que preparo todo para irnos lo más rápido que podamos, los papeles son falsos y aunque son de buena calidad no podemos arriesgarnos a perder nuestro vuelo, en especial cuando los que nos ayudarán a escapar tienen listo todo.

🔘Apariencia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora