SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)

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(P)

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Desde que salí del hospital cada día recibo un ramo de flores, se que Daniela hace su mayor esfuerzo pero aún no puedo dejar de pensar en que tal vez me ha traicionado.

No he salido de la casa más que para ir a la tienda, Vale y Pau han hecho todo tipo de intentos por animarme pero todos son en vano. Se que en algún momento deberé hablar con Daniela pero por ahora no siento que sea el momento oportuno.

-- Poch voy a la tienda ¿quieres venir?

-- No, estoy bien aquí.

-- Ya basta María José, hace dos meses que no sales de esta casa. Necesitas ver el sol aunque sea un rato.

-- No estoy de ánimos para salir Pau.

-- Es por Daniela ¿Verdad?. Ya te dije que la busques y hables con ella pero eres demasiado terca.

-- No deseo hablar con ella, aún no.

-- Hace dos meses que no sabe nada de ti, ¿sabes lo desesperada que se siente? ¿No, verdad?, bueno yo si lo se porque no hay un maldito día en el que no me escriba para saber sobre ti.

Los ojos se me cristalizaron, dolía y mucho. Por supuesto que no quería hacerle daño, aún la amo y siempre lo haré pero necesito mi espacio y tiempo para procesar todo lo que ha pasado.

-- Crees que no se eso Pau, conozco a Daniela mejor que cualquiera.

-- ¿Entonces por qué le haces esto? Si tanto la amas no le ocultarias que su bebé sigue con vida.

Las lagrimas simplemente comenzaron a salir, me sentía terrible.

-- Era lo mejor.-- Dije entre sollozos.

-- ¿Lo mejor para quién? ¿Para ti?

-- Para todos, tú no sabes por todo lo que pasamos, no tienes una idea de lo mucho que sufrimos. Si Daniela piensa que nuestro bebé murió pues entonces todos lo creerán así y este pequeño estará a salvo.

-- Eres una egoísta María José, juro por dios que no te reconozco.

Paula dio media vuelta y salió de la casa dando un portazo.

-- ¿Estaban peleando de nuevo?.-- Vale se sentó a mi lado.

-- Ella no respeta mi decisión.

-- Sabes hermana siempre tienes mi apoyo en todo pero esta vez estoy con Pau, Dani no merece todo esto.

Se quedó viéndome por unos segundos y luego se retiró sin decir más.

Todos sienten la libertad de juzgarme, se qué lo que hice no estuvo bien pero era lo mejor, estando lejos de Daniela el bebé está fuera de cualquier peligro. Hice una lenta caricia sobre mi vientre y recibí una fuerte patada que me hizo sonreír.

Me levanté para ir por algo de comer a la cocina pero oí el timbre así que caminé lo más rápido que pude y como lo esperaba se trataba del chico de las flores, le agradecí con amabilidad y me metí a la cocina para llenar algún recipiente con agua y colocar el ramo.

Me di cuenta de que había una tarjeta, es la primera vez, la tomé con delicadeza y abrí el sobre con las manos temblorosas.

Querida Poché, se que no somos perfectas porque a veces tenemos disgustos y un par de discusiones.
Sin embargo, siempre trato de dar lo mejor de mí, lo mejor para nosotras.
No somos perfectas, tenemos diferencias, imaginamos futuros que no pensábamos tener juntas, cada quien tiene su moda, comida, color, artista, deporte y pasatiempo favorito.
Y a pesar de todo siempre coincidimos con las misma ideas, porque también tenemos una conexión única que nos une.
Traemos como una especie de magia que nos hace seguir juntas, ojos que brillan cuando nuestras miradas de cruzan, piel que se enchina cuando nuestras manos se acarician.
No somos perfectas, pero yo te amo así, con cada cosa que nos hace diferentes, con cada imperfección que no te gusta de tu cuerpo, con cada locura que se te ocurre de pronto, con cada abrazo que me puedas ofrecer.
Te amo así, con cada beso, con casa gemido, con cada sonrisa y cada suspiro.
Te quiero así y nos quiero así.
Perfectamente imperfectas.