SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)

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(D)

Por mi cabeza daba vueltas una y otra vez la idea de pensar en quién podría ser la persona detrás de todo esto, ¿qué quiere de mí? Si es dinero sólo debe pedirlo y se lo daré para que me deje en paz pero lo dudo o ya me lo habría hecho saber. Poché está más que feliz con la boda así que intento alejar todo esto de mi mente cuando me encuentro cerca, no quiero preocuparla ni ponerla en peligro.

He estado hablando con Mark sobre todo esto y le hice jurar que sería algo confidencial entre él y yo.

Han pasado tres días del asunto de los pasos en la casa, al principio pensé que Poché lo había soñado pero todos estos días sin falta a las 03:00 a.m también los escucho, no se si son pasos yo más bien escucho como golpes pero me preocupa de todas formas. Es algo de lo que también hablé con Mark y aún no le encontramos un sentido ya que no hay ningún indicio de que se trate de una persona.

Hoy llega mi mamá a Bogotá para poder estar presente en la boda, vamos a recogerla en el aeropuerto con Poché en la tarde y se quedara con nosotras en la casa.

- Mi amor, ¿ha que hora llega tu madre?- Poché grito desde la sala.

- ¡A las cinco bebé!.- Le respondí con otro grito.

- ¡¿Podrías bajar?!

- ¡En seguida!

Bajé rápidamente las escaleras para encontrarme con la chica más hermosa del mundo.

- ¿Qué sucede cariño?

- Mira llegaron las alianzas, son hermosas ¿no crees?

- Son perfectas, estoy muy emocionada y ansiosa por verla en tu mano.

Envolvi su cintura con mis manos para abrazarla por detrás y deposite un beso en su mejilla.

- Organicé una cena para hoy con todos.

- ¿Con todos te refieres a mis dos padres?

- Por supuesto.

- Creo que no es una buena idea.

- Un poquito más de emoción no te matará, ellos me dijeron que no tienen ningún problema.

- Es lo que siempre dicen y luego están toda la comida con sus caras de disgusto.

- Todo saldrá bien, lo prometo.- Se giró para envolver sus brazos en mi cuello y besarme con cariño.

- Tu siempre sabes que decir para convencerme.- Comence a reír y ella también lo hizo.

Junté su frente con la mía y así nos quedamos por varios segundos sólo sintiendo nuestras respiraciones, cerré mis ojos comenzando a imaginar cómo sería el resto de mi vida a su lado. Nos imaginaba el día de nuestra boda uniéndonos ante Dios en un lazo de amor eterno, nos imaginaba comprando una nueva casa, una en la que veríamos a nuestros hijos crecer y jugar libremente rodeados de amor, nos imaginaba envejeciendo tomadas de la mano viendo hacia el pasado y recordando la hermosa vida que tuvimos, nos imaginaba los fines de semana rodeadas por nuestros hijos mientras jugamos con nuestros nietos y recordamos que así de pequeños eran sus padres. Me imagino levantándome por la mañana viendo el hermoso rostro de mi esposa y luego ir a dormir pos la noche viendo exactamente lo mismo, viendo al amor de mi vida. Solo quiero dejar esta vida sabiendo que la viví de la mejor manera posible a su lado. Yo me entregué completamente a María José, en cuerpo y en alma, ella se metió en mi corazón instalándose para quedarse allí para siempre. Mi amor por esa hermosa chica de ojitos verdosos crece cada día, no consigo imaginar una vida sin ella. María José es mi pasado, mi presente y será mi futuro.