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(P)

Desperté con Kate recostada sobre mi pecho, la mire para notar su sereno rostro, sus ojitos cerrados y su respiración tranquila. Mire al techo perdiendome en el recuerdo de cuando la conocí.

*Comienzo del Flashback*

Habían pasado ya varios meses desde mi encuentro con Daniela, jamás la volví a ver luego de aquel día lo que me dolia demasiado, me hubiera encantado tener la oportunidad de seguir conociendola ya que solamente sabía su nombre, aún recordaba lo misteriosa que era y eso me atraía de cierto modo.

Una mañana me encontraba haciendo algunas compras con Vale ya que ambas queríamos actualizar nuestro armario y era una forma de pasar tiempo juntas.

- ¿Podemos ir por un café?- Hizo un puchero.- Tengo mucha hambre.
- Claro pulga.- Nos tomamos del brazo y nos dirigimos a la cafetería.

Entramos y deje a Vale sentada en la mesa mientras hacia los pedidos. Tardaron unos minutos para luego entregarmelos, giré sobre mis talones para volver con Vale pero cuando me disponía a avanzar choque con una chica derramando un poco del café sobre su camisa blanca.

- ¡Oh por dios! Cuanto lo siento.- Me puse super nerviosa mirando a la chica quien sólo reía.
- Descuida fue un accidente.- Dijo tomando una servilleta para limpiarse.
- Déjame regalarte un café, es lo menos que puedo hacer después de mi torpeza.
- No te aflijas.- Negó con la cabeza.
- Por favor.- Insistí
- De acuerdo.- Dijo luego de unos minutos.

Pagué su café y la invite a sentarse con nosotras, ella asintió con una sonrisa para a continuación seguirme hasta la mesa donde se encontraba Vale.

- Hasta que al fin llegas.- Resoplo Vale.- El estómago ya me estaba haciendo escándalo.
- Ya.. No te pongas gruñona.- Rei.
- ¿Quién es ella?- La miro de forma extraña.
- Hola, soy Kate.- Le tendió la mano.
- Yo le invité un café luego de regarle el mío encima.- Comenté apenada.
- Siempre torpe enana.- Río por lo bajo.

Así transcurrieron los minutos, comentarios iban y venían formándose un lindo ambiente. No se que había en ella pero sentí un ligero interés en conocerla.

Cuando terminamos intercambiamos números para seguir en contacto y cada una se fue por su lado.

El tiempo fue pasando, salimos varias veces hasta que comenzamos a tener algo, luego de unos meses formalizamos nuestra relación y hace tan sólo unas semanas le pedí que fuera mi esposa.

*Fin del flashback*

- Buenos días amor.- Dijo alejando mis pensamientos.
- Buenos días preciosa.- Bese su frente.
- ¿Quieres ir a desayunar conmigo?- Me acaricio suavemente la mejilla.
- Claro, ¿a dónde quieres ir?
- A mi cafetería favorita.- Dijo sentándose en la cama.

Asenti con una sonrisa para luego levantarme de la cama, me dirigí al baño con pereza, tomé mi toalla del placard y abrí la llave para que el agua cayera sobre mi. Minutos después salí con la toalla envolviendo mi torso, busque en el armario mi atuendo y me lo coloqué con tranquilidad.

Mientras me cepillaba el cabello Kate entró a ducharse, luego de unos minutos salió y comenzó a arreglarse, yo terminé de retocar mi maquillaje el cual era natural ya que no quería algo muy cargado, me senté en la cama a la espera sin chistar. Me había levantado de muy buen humor, pero aún rondaba en mi cabeza la figura de Daniela, recordaba lo que había ocurrido el día de ayer y un escalofrío me recorrió el cuerpo, todavía seguía con la idea de encontrarla pero tenía miedo de que Kate se enterara, jamás le conté sobre Daniela y pensé que lo mejor era dejarlo así.

SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora