(D)
No puedo creer que era ella, su dulce voz, hacía tanto que no la oía que por un momento creí que era un estupido sueño pero no, yo la oí provocando que mi piel se enchine ante la no credulidad que estoy viviendo.
Metí el celular en el bolsillo de mis jeans, caminé lo más rápido que pude hasta la sala donde Valentina y Paula aún veían la película, tomé mi chaqueta junto con las llaves de mi auto, estaba decidida a salir pero la voz de Paula me detuvo.
–– ¿A dónde vas?.–– Dijo quitando su atención del televisor para centrarla en mi.
–– Surgió algo urgente en la oficina y debo ir.–– Trate de excusarme, no creo que sea una buena idea que sepan la verdadera razón.
–– ¿No puede ocuparse alguien más?
–– Paula soy la jefa y dueña de la empresa, debo ir yo.
Di media vuelta caminando fuera de la casa, subí a mi auto encendiendo el motor que rugió antes de salir a toda prisa. Carla no me dio la ubicación pero puedo rastrear su teléfono, es una localización bastante extraña, puedo jurar que no aparece en el mapa. Doy una ojeada al celular y piso el acelerador a fondo, no tengo tanto tiempo antes de que María José deba comenzar a pujar así que debo apresurarme.
Las llantas del auto levantan polvo al ir tan rápido, por mi mente pasa aquel terrible accidente de hace tan solo algunos años atrás, no voy a mentir tengo pánico pero en ese momento por mi mente solo pasa el rostro de mi esposa así que respiro hondo sintiendo el aire ingresar a mis pulmones.
Puedo ver la luna llena, es redonda como un plato y blanca como la nieve, su tenue luz ilumina el camino, por el oscuro cielo se esparcen las estrellas tan hermosas y brillantes. Salgo de la ciudad donde solo veo árboles, el camino es de tierra, se que debería disminuir la velocidad para que las llantas no patinen pero no tengo tiempo que perder, paso a cuarta para volver a pisar el acelerador a fondo, todo se ve borroso, con suerte puedo divisar el camino.
Por mi mente pasan todas las promesas que le hice a María José y de alguna forma siento que las rompí, no logré protegerla, me siento horrorizada, la decepción me invade, estoy enfadada conmigo misma por no haberla cuidado como merecía. Su amor por mi es tan grande que estoy segura que me perdonada este maldito error, se que correrá hacia mis brazos donde se siente a salvo y nada importará porque estoy allí para ella.
Por otro lado también pasa por mi mente kate, tan ingenua y estupida. Estoy acumulando mi furia para descargarla sobre ella como si fuera un maldito saco se boxeo, no merece piedad, no merece absolutamente nada por lo que hizo.
Cada vez me acerco más, a lo lejos puedo divisar la casa, es grande con aspecto antiguo pero también se cae a pedazos, acelero aún más sintiendo el motor roncar. Nada me detendrá para acabar con Kate Hudson esta noche.
Las llantas sueltan un chirrido cuando freno en seco, salgo del auto dando un portazo. Analizo la casa, podría hacer una entrada perfectamente planeada para tomarla por sorpresa pero ese no es el caso, saco del asiento trasero un bate de Béisbol y lo golpeo en mi mano unas cuantas veces.
Camino en dirección a la puerta mientras el bate se arrastra en el suelo haciendo un camino en la arena. Ingreso al lugar poniendo todos mis sentidos alerta, mis ojos viajan por el lugar, hay muchas estatuas viejas, también hay varios muebles cubiertos por sábanas blancas, creo que nadie a vivido aquí bueno al menos no en mucho tiempo, veo muchos cuadros pero uno en peculiar llama mi atención, es una familia, parecen personas adineradas lo puedo notar por su ropa y joyería, en medio hay una niña, ella sonríe con inocencia pero su rostro me es familiar.
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SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)
عاطفيةCuando dos almas se tienen que encontrar, el destino acerca los mundos, borra las distancias, une los caminos y desafía lo imposible. Y tú, ¿crees en el destino?