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(D)

- Daniela basta, no seas exagerada.

- ¿Exagerada? ¿Qué no la oíste?

- Sí y estoy segura que muchas personas tienen sus ojos en mi y más sabiendo que estoy comprometida contigo pero eso que importa. Daniela sabes que te amo a ti, el resto no me interesa en absoluto.

- Pues eso es lo que ella hace, es como un pequeño parasito. Quiere todo lo que es mío y no lo tolero.

- Dime una cosa ¿con quién estoy comprometida?

- Conmigo.- Me miró directamente a los ojos y estos brillaron.

- Exacto, contigo. Ya puedes dejar el drama de lado y venir a acostarte son las tres de la mañana Daniela.- Estiró su brazo y tomé su mano para meterme a la cama.

- Está bien pero solo porque me da miedo que me regañes.- Comenzó a reír haciéndome reír a mi también.

- Quien diría que la temible Daniela Calle le tendría miedo a alguien.

- ¿Pues has visto tu cara cuándo estás enojada? prefiero no hacerte enfadar para no desatar al demonio que llevas dentro.

- Ya cállate y vamos a dormir.

Me acurruque entre sus brazos sintiendo el calorcito de su piel, ella beso mi frente tiernamente y aspiró el aroma de mi cabello. Sus brazos eran mi lugarcito seguro, cerré mis ojos sumiendome en un sueño profundo.

...

- Apaga esa cosa María José.

- Ya voy..

La maldita alarma no paraba de sonar así que me levante y desenchufe el reloj. Volví a meterme en la cama acurrucandome con María José.

- No Daniela, se lo que haces. Empiezas con el "sólo cinco minutos" y luego te duermes como por una hora.

- Yo jamás hago eso.- Intente hacerme la desentendida.

- Ya levántate quieres.

- ¡Cielos! pero que mandona eres mujer.

La castaña se levanto de la cama y se metió a la ducha, un dato curioso es que puedo observar todo lo que ocurre en el cuarto de baño porque las paredes son de cristal.

- ¡Ya deja de verme y levántate!- Gritó mirándome con su rostro serio.

Me metí a la ducha pegando mi pecho a su espalda.

- ¡Daniela no! Llegaremos tarde al trabajo.

- Y eso que importa, no me molestaría llegar tarde si escucharte gemir es el motivo.

Comencé a besar sobre la piel de su cuello muy lentamente observando cada uno de sus movimientos, la giré despacio para tenerla de frente y poder ver sus hermosos ojos. La expresión de su rostro era de deseo, me veía expectante, como si analizara cual seria mi próximo movimiento. Tomé su rostro para besarla primero lentamente y luego ir intensificando el beso, mi lengua ingresó a su boca rozando a la suya en una exquisita sensación. Enrede mi mano en su pelo tirando ligeramente hacia atrás para poder tener un mejor acceso a su cuello, mi lengua recorrió la piel de su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja y morderlo con delicadeza recibiendo un jadeo de su parte.

- Extrañaba sentir a tus labios recorrer mi piel.

- Y yo extrañaba poder hacerte mía y gemir mi nombre.

Atrape su pecho con mi boca, mi lengua jugó unos minutos con su pezon hasta verlo enrojecer. Recorrí en línea recta besando desde sus pechos hasta su pelvis, enredo su mano en mi pelo atrayendo mi cabeza hacia su zona de placer.

SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora