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(P)

Los días pasan y lo único que veo son las cuatro paredes blancas en las que me encuentro, Kate viene a verme de vez en cuando pero solo para fastidiarme o traerme suministros ya sea comida, mis vitaminas o ropa. Me parece raro el que Charlotte no haya vuelto desde aquel día, tal vez prefiere evitarme para ahorrarse las molestias de tener que presenciar mi existencia pero de todas formas no me importa, ninguna de ellas me importan, sólo quiero salir de aquí y correr a los brazos de mi esposa.

-- Me sorprende que tú y ese bastardo aún sigan con vida. No creí que aguantarían tanto tiempo.-- Su fastidiosa voz se coló por mis oídos irritandome como siempre.

-- Y yo no creí que fueras tan idiota pero bueno aquí estamos.

-- ¡Cállate! ¡Maldita perra!.-- Su mano impactó contra mi rostro haciéndome caer al suelo.

Llevé la mano a mi labio para comprobar que definitivamente estaba sangrando.

Levanté el rostro para verla, pude notar la satisfacción en su rostro al notar que me estaba haciendo daño.

-- ¿Esto es lo que quieres? ¿Esto te calienta?.-- Sólo podía verla con odio y desprecio.

Volvió a golpearme, lo hizo una y otra vez. Envolvi mi vientre con mis manos para proteger a mi bebé, en este momento su bienestar es lo único que me importa.

-- ¡Suficiente Kate! La idea no es matarla.-- Esa voz.. reconocía esa maldita voz.

Los golpes cesaron, podía oír su respiración agitada, sabía que había disfrutado de cada uno de los azotes que me dio.

Esta vez no me moví, solo me quedé ahí tendida en el suelo mientras las lágrimas caían una tras la otra a causa del dolor que estaba sintiendo.

-- Vete, debes encargarte de otros asuntos, yo me ocuparé de ella.

Oí sus pasos en las escaleras y luego la habitación quedó en silencio. Creí que estaba sola así que procedí a intentar levantarme.

-- Déjame ayudarte.-- Miré su rostro para luego apartarme de inmediato.

-- ¿Tú también?

-- María José.. déjame explicarte.-- Intento acercarse pero me alejé aún más.

-- ¡No te me acerques!

No dio ni un paso más, se sentó en la cama y me observo por unos minutos.

-- No es lo que piensas. No estoy aquí para hacerte daño.

-- No te creo, no creo ni una sola de tus palabras.

-- Daniela me envió.-- Al oír su nombre mi corazón comenzó a latir rápido, tan rápido que creí saldría de su cavidad.

-- ¿Daniela sabe que estoy aquí?

-- No, aún no. Ella pidió mi ayuda e hice lo imposible hasta que luego de varios días logré localizarte.

-- Tú me odias, ¿por qué confiaría en ti?

-- No te odio María José, si es verdad que siento celos de tu vida con Daniela pero eso es todo. Si quieres salir de aquí deberás confiar en mi.

-- Bien, ¿y cómo se supone que me ayudaras?

-- Primero que nada debo ganar la confianza de Kate lo que no será fácil ya que Charlotte era su esposa y aún así la asesinó.

-- ¿Charlotte está muerta?

-- Kate descubrió que Charlotte había estado hablando a escondidas con Daniela así que decidió matarla antes de que arruinara su plan.

-- ¿Cómo sabes todo eso?

SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora