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(D)

Desperté con el sonido de mi móvil, estire la mano hasta la mesita de noche para tomarlo y visualizar que eran las 07:30 a.m.

*José*

Abrí el mensaje con los ojos entre abiertos debido al sueño que aún traía.

Señorita Daniela quería recordarle que la sesión de fotos es hoy a las 10:30 a.m. La fotógrafa ya está informada.

Me desperece bajo las sábanas para luego sentarme y restregarme un poco los ojos. Me levanté de la cama aún con pereza para adentrarme al baño, el agua caliente caía sobre mi piel, era algo sumamente relajante. Salí y me coloqué un pantalón deportivo junto con una blusa que me quedaba algo grande pero para mi era super cómoda.

Bajé a la cocina donde se encontraba Elena. Les cuento Elena trabaja en mi casa además de también vivir aquí, se encarga de la cocina y es la persona más dulce que alguien pueda conocer.

- Buenos días Elena.- Le di un beso en la mejilla.
- Buenos días niña Dani.- Me devolvió el beso.
- ¿Cómo dormiste?- Me senté en uno de los taburetes de la barra de la cocina.
- Muy bien. ¿Qué te hago para desayunar niña?
- Me alegra saberlo. Lo de siempre.- Le sonreí.- Casi lo olvido prepara algo para la niña que duerme en mi cama.
- Seguro que si.

Tomé una píldora ya que sabía que despertaria con resaca y un vaso de jugo. Subí rápido hasta la habitación, noté que aún dormía así que entre en silencio para dejar el medicamento sobre la mesita de noche con un cartel que decía "tomame". Me quedé viendola unos segundos, ¡Dios! Se veía tan jodidamente tierna, su cabello alborotado, su rostro tranquilo, era como un pequeño bebe.

- Estaba muy rico Elena.- Dije devorandome el desayuno.

Tomé la bandeja y con cuidado subí nuevamente a la habitación, al abrir la puerta noté que ya estaba despierta, su rostro al verme cambió por completo.

- ¿Cómo te encuentras?- Dije acercándome a la cama con la bandeja en las manos la cual dejé sobre la mesita de noche.
- Me duele un poco la cabeza pero creo que estoy bien.- Respondió mientras parecía que me analizaba con la mirada.
- Bien. Desayuna.- Apunté la bandeja que yacía a su lado.
- No tengo hambre.
- Come.- Dije de forma seca.

Me acercque a ella gateando sobre la cama hasta quedar a centímetros de su rostro.

- No quiero otro reproche.- La mire con el rostro serio para luego volver a pararme.

Llevo una tostada a su boca y le dio un mordisco, pude notar cómo me veía de reojo algo que me volvía loca.

- ¿En donde estoy?- Me veía algo preocupada.
- En mi casa.
- ¿Cómo llegué aquí?
- Estabas demasiado ebria así que te traje a mi casa porque no se donde vives.
- ¿Tú me desnudaste?- Sus mejillas se pintaron de rojo.
- Si, vomitaste toda tu ropa.

Me causaba mucha gracias verla cubrirse con las sabana para evitar que la viera en ropa interior.

- ¿Tú d.. donde dormiste?
- En otra habitación. No ocurrió nada si es lo que piensas.- alce las cejas.

Su celular comenzó a sonar, pude ver como su rostro cambio de un segundo a otro, ¿Qué será lo que la puso así?. Seguí observandola hasta que se levanto de la cama algo preocupada.

- ¿Sucedió algo?- La miré con el ceño fruncido.
- Me adelantaron trabajo para hoy y tengo que apresurarme o no llegaré.
- Puedes ducharte aquí si quieres.- Me encogí de hombros.
- muchas gracias pero no quiero abusar.
- Tranquila no hay problema.
- Está bien acepto pero sólo porque me saca un gran peso de encima.

SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora