SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)

10

(P)

Un nudo se formó en mi garganta y más lágrimas amenazaban por salir. No quería entrar al apartamento, sabía que Kate estaría allí dispuesta a seguir discutiendo y en este momento lo que menos deseaba era volver a pelear. Aún podía sentí el sabor de los labios de Daniela sobre los míos, su cálido aliento chocando contra mi rostro, su respiración agitada al compás con la mía, fue algo tan mágico, tan especial, nadie nunca me había besado de esa forma, su beso emanaba deseo, calidez, pasión, delicadeza, era una mezcla tan placentera. Una sonrisa boba se formó en mi rostro mientras saboreaba las saladas lágrimas que resvalaban por mis mejillas. Di media vuelta aún sin poder creer lo que había ocurrido y entre rumbo a mi apartamento, coloque la llave en la puerta que se encontraba con seguro lo cual era extraño ya que creo que kate estaría en casa.

- ¡AAAAH!

¿Qué carajos?, ¿se supone que deba asustarme o preocuparme?

Caminé básicamente en cámara lenta en dirección a la habitación que era de donde provenía el estruendoso ruido. Por un momento creí que alguien había entrado en mi casa, la adrenalina recorría cada parte de mi cuerpo, estaba realmente aterrada pero de todas formas seguí caminando, tomé la perilla de la puerta y la abrí con las manos temblorosas.

- ¡KATE! ¿Pero qué carajos?- No podía creer lo que tenía frente a mis ojos.

Estaba en una especie de shock, las palabras no salían de mi boca, estaba paralizada frente a la peor escenas que pude presenciar en mi vida.

- P.. Pero.. ¿p.. Por.. Qué?- Mire a Kate con los ojos nublados por las lágrimas.
- ¡Oh por dios Poché!- Sé cubrió con las sábanas cuando se dio cuenta de mi presencia.
- ¿Cómo pudiste?- Caí al piso sobre mis rodillas.- En nuestra cama, ¡la que comparto contigo cada maldita noche!
- Poché puedo explicarlo.- El chico a su lado tomó su ropa y salió casi que corriendo del apartamento.
- Sabía que escondias algo, al principio lo sospechaba ¡PERO NINCA CREÍ QUE FUERAS CAPAZ DE ESTA MIERDA KATE!- Cerré mis manos en puño tratando de contener la rabia que sentía.
- Lo siento Poché, juro que te lo iba a decir.- Comenzó a llorar.
- ¡¿CUÁNDO?! ¿DIME CUÁNDO?, soy un maldito juguete para ti, siempre lo fui y yo como idiota dándote todo de mi.
- Perdóname por favor.- Continuaba llorando.

Me puse de pie y camine rumbo a ella, la tomé del brazo para levantarla de la cama, estaba desnuda y en ese momento lo único que me provocaba verla era asco, un profundo asco. Tomé su ropa que yacía en el suelo y se la entregué.

- Pontela.- Dije seria mientras limpiaba las lágrimas que caían sobre mis mejillas.

Sin decir nada comenzó a vestirse mientras lloraba a mares, tomé la que era su valija de viajes y comencé a tirar toda la ropa que estaba en el armario allí dentro, luego de unos minutos la cerré, estaba muy enojada, tomé a Kate del brazo nuevamente y la lleve hasta la salida, la deje en la vereda con la valija para luego girar sobre mis talones y volver a entrar al apartamento.

- Por favor Poché... Te amo.- Dijo ahogada en lágrimas.
- Pues yo ya no a ti.- La mire sería, no quería volver a llorar, tenía que mostrarme fuerte.- Ahora lárgate de mi vista.

Entre con paso firme sin mirar atrás, lo que hiciera de su vida ya no era mi problema.

Caí sobre la cama en un mar de lágrimas, mi corazón dolía y mucho, se que tal vez no era el amor de mi vida pero si la quería y mucho, le entregué todo de mi pero aún así ella se rió en mi cara todo este tiempo. Mis manos comenzaron a temblar sin control, mi respiración se entre cortaba impidiendome hacerlo adecuadamente, mi mente se nublaba y no podía controlarme. ¡MALDITA SEA!, es un ataque de pánico, hace mucho que ya no me daban y para completar estaba sola.