Final

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(D)

Abro los ojos al sentir el calor de unas manos sobre mi rostro, la luz del sol que se cuela por los grandes ventanales me molesta en los ojos que a penas puedo mantener abiertos.

Logro enfocar la vista encontrándome con unos bellos ojos verdes bajo unas largas pestañas, sus labios curvos en una amplia sonrisa, la más linda de todas.

-- Buenos días solecito.-- Le digo y ella se talla los ojos con las manos.-- ¿Quién está cumpliendo su primer año hoy?.-- Le hago cosquillas recibiendo una gran carcajada como respuesta.

Poché se estira en la cama y abre los ojos lentamente encontrando los míos.

-- Buenos días.-- Arrastra la voz.

-- Buenos días mí amor.-- Sus labios descansan sobre los míos en un corto beso.

Su mano se extiende hasta donde está Harriet y realiza pequeñas caricias en su espalda.

-- ¿Quién es la cumpleañera más linda?.-- Harriet sonríe y aplaude mientras se menea en la cama como si estuviera bailando.

Luego de unos minutos se queda seria, nos mira a ambas por unos segundos para luego gatear donde Poché, hizo a un lado su camisón y procedió a servirse el desayuno.

-- ¿También hay para mí?.-- María José río dándome un pequeño golpe en el brazo.

-- Tal vez luego si te portas bien.-- me guiño el ojo lo que me puso feliz como una niña pequeña.

Me levanté de la cama bajando a la cocina donde Elena me espera con una linda sonrisa en el rostro, le doy un beso en la mejilla y ella me señala en dirección al desayuno ya listo. Le agradezco para volver a subir a la habitación.

-- ¿Puedes darme la tostada en la boca? No puedo hacerlo por mi cuenta hasta que la bebé deje de tomar la teta.

-- Claro, es un placer para mi ayudarla mi Lady.-- Tomé la tostada y la puse en su boca para que le diera un bocado.

-- Mm.. está delicioso.

-- Cariño, ¿a qué hora vienen tu papá y Vale?

-- Vienen a las cuatro de la tarde porque es a la hora que mi papá sale del trabajo.

-- Bien mi mamá está en el cuarto de invitados y querrá ayudar con la fiesta, no me opondre por supuesto.

-- Cuantas más manos mejor.

Pasé mi mano por el cabello de Harriet en una lenta caricia y ella levantó su mano para tomar la mía.

-- Teta..-- Dijo. Por el momento dice algunas palabras sueltas pero se hace entender a la perfección.

-- ¡Oh! Lo siento cariño, no quería interrumpir tu desayuno.-- giró la cabeza volviendo a lo que estaba haciendo.

Oí la risa de Poché, es contagiosa así que también me largue a reír.

-- Es muy gracioso cuando conversan, parecen esas amigas ancianas que se juntan a tomar el té y chismear de la vida.

-- ¿Oíste eso Harriet? Tu mamá nos llamó ancianas.

-- Ya deja a la niña comer.-- Me miró por el rabillo del ojo.

-- Qué aguafiesta eres.

Harriet soltó la teta tendiendome sus bracitos, la tomé en mis brazos y ella rodeó mi cuello dándome un cálido abrazo. Susurre algo en su oído para que se lo dijera a Poché.

-- Anda dile..

-- Mamá.. amo..

-- Ayy siento que mi corazón se derrite, también te amo tesoro.

SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora