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(D)

-- Ector ya hacen dos semanas de la desaparición de María José y hasta ahora no han encontrado nada.

-- Estamos haciendo todo lo posible, entiende Daniela.

-- Dani, cariño. Ellos hacen lo que está a su alcance.-- Mi mamá hacía caricias en mi hombro.

-- Pues no es suficiente, no pudo haberla tragado la tierra. Tiene que aparecer.

-- Debemos volver a interrogar a la señorita Amato, luego volveré y te informaré sobre lo que descubra.

-- Mi esposa tiene ocho meses de embarazo, si te das cuenta que cada vez falta menos para el nacimiento de mi hijo y yo ni siquiera se si están vivos.

-- Daniela como ya dije hacemos todo lo posible, necesito que te vayas a tu casa para que pueda seguir haciendo mi trabajo.

-- Me iré pero no porque tu lo digas sino porque estar aquí viendo su ineptitud me enferma.

Me marché dejando a Ector con la palabra en la boca, ya estoy cansada, estoy harta de ver como no hacen nada por encontrarla. Cada día vengo y cada dia en lo mismo, no hay ninguna novedad con respecto al caso.

-- Dani deberías intentar calmarte, con alterarte no ganas nada cariño.

-- Tú no lo entiendes mamá, ella es el amor de mi vida, ella lleva a nuestro hijo en su vientre. Ella es mi familia, mi lugar seguro, la razón de mi felicidad, ella es todo para mí. No puedo estar tranquila si no sé dónde está, no sé siquiera si sigue con vida.-- Limpió las lagrimas que descendían por mis mejillas.

-- Aparecerá, no pierdas la esperanza. El destino las puso en el camino de la otra por una razón.

-- Ya no creo en esas cosas, ¿si el destino hizo que nos conociéramos por qué está ocurriendo esto?

-- No lo sé, a veces se presentan en nuestro camino de vida situaciones que no comprendemos.

-- La necesito mamá.

-- Lo sé cariño, lo sé..

Llegamos a casa dónde Vale, Juan Carlos y Paula nos esperaban.

-- ¿Hay alguna novedad?

-- No Vale, seguimos en el mismo lugar, sin avances.

Me tiré en el sofá cubriendome el rostro con las manos.

-- Debes tener pensamientos positivos Dani. Poché es fuerte de seguro está bien.-- Paula se sentó a mi lado y tomó mi mano.

-- Ayy Pau.. hay algo de verdad en lo que dices, Poché es la mujer más fuerte que conozco pero no sabemos nada de ella y no puedo mantener el positivismo si no encontramos nada que nos diga que está viva.

-- Les traigo un poco de Café para levantar los ánimos.

-- Te lo agradezco Elena.-- Me miró regalándome una cálida sonrisa.

Oía el barullo de las conversaciones que mantenían los demás en la habitación, mientras tanto yo estaba ahí recostada en el sofá pensando en la última vez que la vi. Aquella mañana abrí los ojos visualizando a la mujer más bella de este mundo, sus ojos estaban cerrados, la expresión en su rostro era serena, su pecho se elevaba y descendía lentamente siguiendo el ritmo de su respiración. Estaba destapada porque hacía calor, esa noche había dormido solo en bragas, lo recuerdo bien porque me reí ante su chiste "Si por mi fuera caminaria desnuda por la casa, en este momento la ropa es mi pero enemiga", sonreí ante el recuerdo.

Abrió los ojos, esos ojos verdosos que me hipnotizan de la forma más bella, en su rostro se dibujó una perfecta sonrisa. Giró poniéndose de lado para mirar mi rostro, llevó su mano a mi mejilla y la deslizó lentamente haciendo una caricia, "Buenos días preciosa" dijo con su dulce voz. Siempre nos levantamos rápido pero esa mañana no, esa mañana como cosa del destino nos quedamos contemplando la simple existencia de la otra. La envolvi con mis brazos y ella se acurruco contra mi cuerpo haciéndome sentir su calor, aspire el exquisito aroma de su cabello y luego el de su piel, dirán que estoy loca pero al oler a la persona que amas te das cuenta que tiene un aroma único y especial, que su piel desprende un aroma que solo ella posee.

Recuerdo su risita, "me haces cosquillas" Dijo retorciéndose entre mis brazos. Sus piernas estaban entrelazadas con las mías, sus ojitos estaban cerrados mientras disfrutaba de las caricias que realizaba en su espalda desnuda. "Me quedaría toda la vida aquí, entre tus brazos" esas fueron las últimas palabras que oí, esa fue la última vez que pude sentir su calor y me duele, me quema por dentro el pensar que jamas podría volver a ver sus ojitos, o escuchar su dulce voz, o tocar la suavidad de su piel.

-- Dani..

-- ¡Daniela!

Salí rápidamente de mis pensamientos viendo a Vale tendiendome el celular.

-- Es de la Brigada.

Tomé el celular y me puse de pie para caminar fuera de la casa.

-- Diga.

-- Daniela, tenemos un inconveniente y me temo que esto retrocede enormemente la investigación.

-- ¿Qué ocurrió?

-- Vinimos a la casa de la señorita Amato para la interrogación pero.. Daniela Charlotte está muerta.

-- ¡¿QUÉ?!

-- La encontramos muerta en la tina, al parecer fue una sobredosis.

-- ¡Esto tiene que ser una maldita broma!. Ya voy para allá.

Entre a la casa, no iba a decir nada hasta saber con exactitud lo que ocurrió, tomé la llaves del auto y salí adentrándome al transito.

¡Mierda, mierda, mierda! Golpee el volante varias veces. ¡Eres una maldita Charlotte!

-- ¿Dime qué carajos ocurrió aquí?

-- Al parecer la señorita consumió drogas en exceso, lo que le provocó una sobredosis.

-- Eso es imposible, conozco a Charlotte desde que eramos niñas y ella no consume drogas. Aquí ocurrió otra cosa, alguien la asesinó porque tenía información importante.

-- Debemos esperar el informe del forense para proceder con la investigación.

-- Bien, mantenme informada.

Salí de aquella casa sintiéndome terrible, Charlotte y yo no estábamos en nuestro mejor momento pero aún así la quería, ella era como mi mejor amiga, crecimos juntas. En este momento estoy pensando que lo que me dijo aquella noche si era real, ella sabía sobre el paradero de María José y la asesinaron para que no hablara.

Me subí al auto, necesito ver a una persona que sé que puede ayudarme con esto.

Conduje por las calles de la ciudad hasta llegar al club que rondaba algunos años atrás, estacione cerca y decidí caminar hasta el lugar. Busque entre la oscuridad hasta localizar mi objetivo.

-- Hola, ¿cómo has estado?.-- Le dije tomando asiento.

-- Mejor que tú. ¿Cuéntame que te trae por aquí?

-- Necesito de tu ayuda, necesito que me ayudes a encontrarla.

-- Sabía que algún día me necesitarías.

-- ¿Quieres dejar tu ego de lado por un segundo?

-- Bien, bien. Te ayudaré, sólo porque aún te aprecio.

-- Esto es algo entre tú y yo, nadie más puede saberlo.

-- Tranquila, esto morirá con nosotras.

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¡Nuevo capítulo! Me estoy esforzando mucho con la historia, espero este siendo de su agrado. Dejen su like para ayudarme, comenten y si gustan pueden seguirme para estar al tanto de mi contenido. Nos vemos pronto en otro capítulo ❤🧡💛💚💙💜🤎

SEÑALES DE AMOR - (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora