Los chicos caminan por la montaña sin saber nada del misterioso asesino. Pasan por una pequeña aldea de cazadores pidiendo algo de agua, ven que un grupo va a salir a cazar o exterminar algo.
Mizu: Vaya, son muchos, casi sesenta. Parece que lo que van a enfrentar es muy fuerte —opina, en eso escuchan a un señor hablar.
—¿Te enteraste de lo que pasó? Primero el altar se derrumbó, ahora un demonio asesinando en esa montaña. Son los demonios guerreros —el señor, algo asustado, habla con otros dos, que luego se van.
Ilan: ¿Altar? ¿Demonios guerreros? —se pregunta susurrando.
Nasim: Señor, disculpe. ¿Podría contarnos con más detalle? —dice acercándose a él, este le dice que sí. Nasim les hace señal a los demás para que se acerquen.
Rai: ¿De verdad vamos a escuchar eso?, ¿y si es una leyenda? —habla no muy convencido.
Lance: Puede ser importante, Rai. Vamos a ver de qué se trata —van todos hacia donde el señor, se presentan, y él les empieza a contar.
Omar: El altar sagrado fue creado por la segunda generación de los elegidos, junto a un hada, una bruja y un ángel, para sellar a esos seres malignos que aterrorizaban la tierra —se sorprenden al escuchar el nombre de sus antepasados—. Esto se remonta hasta hace más de 1.500 años. Esos seres eran humanos, de hecho fueron unos de los primeros cazarrecompensas que existieron. Empezaron haciendo trabajos para personas en general, ya que recibían ordenes de un comandante fijo; luego se convirtieron en asesinos profesionales que mataban tanto a los humanos como a las criaturas mágicas por dinero, todos les temían, ya que su forma de matar era muy violenta; sus víctimas terminaban descuartizadas, envenenadas o totalmente quemadas —el hombre crea unas imágenes donde se escucha gente gritando; todo está destruido, y se ven siete figuras que observan cómo todo se derrumba en un santiamén. Los chicos abren sus ojos como platos—. Soy un brujo, déjenme mostrarles —asienten.
Mizu: ¡Qué miedo! —dice frotándose los brazos—. Me imagino que fue difícil derrotarlos.
Omar: Sí, con esa fama era obvio que preocuparan a los líderes de las razas, por lo que decidieron doblegar a ese grupo cuanto antes —en las imágenes, se ven a humanos y criaturas sobrenaturales rodeando a siete personas, estos siete los enfrentan lanzándoles bombas, cortándolos, envenenándolos, quemándolos y degollándolos—. Vaya que les costó trabajo, hasta que les tendieron una trampa y fueron capturados, los asesinaron y fueron enterrados —ven como los asesinos son atravesados por flechas.
Eidan: En conclusión, era un grupo de lunáticos que les encantaba matar a la gente solo por dinero, pero hasta se ve que disfrutaban ver a la gente morir —el brujo asiente—. Pero si murieron, ¿cómo es posible que esté comparándolos con esa criatura? ¿Eran humanos?
Omar: ¿Ustedes son los elegidos, verdad? —les pregunta seriamente, ellos asienten—. ¿Cómo es que no saben eso?
Eidan: ¿Por qué deberíamos saberlo? Por favor, señor, sea claro. ¿Qué hay detrás de esa historia?
Omar: La fama de ese grupo de los siete estaba por todos lados; por lo que, luego de despertar, Duncan fue a su tumba, invocó sus espíritus, les ofreció vida eterna, poder y juventud con tal de que fueran sus sirvientes; les dio un nuevo cuerpo y los entrenó para ser unos guerreros de temer, siendo ahora el rango más alto que posee el ejército de Duncan. Desde que la segunda generación de elementary nació estos seres han peleado al lado de Duncan contra ellos, incluso han llegado a matar a uno o dos elegidos de las generaciones pasadas. El altar donde son encerrados en un desierto se derrumbó hace dos semanas más o menos, por lo que se deduce que ya estos demonios han escapado de su letargo —les explica, a lo que ellos asienten entendiendo. Se despiden y se van.
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Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)
FantasyRai, Nasim, Ilan, Mizu, Lance y Eidan, finalmente aceptaron su destino como los elegidos; esto los ha llevado a pelear contra demonios, espectros y otras criaturas sobrenaturales. Estos chicos han tenido que unir fuerzas con Cristhofer Báthory (vamp...