Capítulo 32: Plan de batalla cinco.

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Los chicos llevan rato dormidos, descansando de un día de emociones fuertes. Pero, a mitad de la noche, Eidan levanta sus orejas al escuchar algo, luego se transforma tomando su forma humana de a poco, esto hace que Ilan se despierte; el menor lo ve extraño, luego ve que despierta a Nasim, eso hace que los demás despierten también, menos Mizu.

Mizu: Cinco minutos más, por favor, estoy a punto de besar a Selena Gómez -dice entre dormido y despierto, Eidan lo sacude fuerte-. ¿Qué pasó? ¿Nos atacan? -pregunta alterado.

Eidan: Algo así. Se escucha movimiento por allá -señala hacia la oscura selva-, pero creo que no vienen para acá, por lo que se escucha están arrastrando algo -explica, Mizu asiente.

Ben: Sí, ¿qué será? Es como si arrastraran un cadáver, pero no huele a podrido -sus amigas y Eidan lo apoyan.

Rai: Vamos, ¡plan de batalla cinco! -los chicos asienten, y los cambiaformas no entienden nada.

Los muchachos se escabullen por la selva con mucho sigilo, avanzan siendo guiados por Eidan y sus amigos cambiaformas. Llegan poco a poco al sitio y ven que unos hombres llevan el cuerpo de una chica a lo que parece ser una cueva. Van a ir, pero no en ese momento están rodeados; una mujer de 1.70 metros, piel morena, buena silueta, de unos 29 años, junto con un hombre de casi 2 metros, piel blanca, cuerpo fuerte, aparenta unos 33 años, aparecen ante ellos.

Julieta: Gema, Jacobo, ¿qué es esto? -ve todo de forma extraña-. ¿Van a matar a esa muchacha?

Jacobo: No coman ansias; acaban de llegar y ya están con preguntas, mejor dinos quiénes son -ve a cada uno de los chicos-

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Jacobo: No coman ansias; acaban de llegar y ya están con preguntas, mejor dinos quiénes son -ve a cada uno de los chicos-. Podemos usarlos como nueva atracción -ve a la mujer.

Gema: Claro. Veamos, esos muchachos no poseen un olor o aura, deben estar usando un bloqueador -los ve-. El rubio, junto con el de bandana y el pelirrojo, sirven para trabajar en las construcciones; el castaño podría ser un broche de oro en el Galeón de Oro; y el más pequeño en Quinta Cristal queda perfecto, servirá para reemplazar a estos que están muertos -le dice a su compañero, y él sonríe-. Bueno, no los dejen escapar -son rodeados por ninfas, los chicos se preparan.

Ximena: Jacobo, ¿que no te cansas de hacer daño?, ¿qué jodidos haces acá? -pregunta molesta.

Jacobo: Fácil, mi reina. Aquí les lavamos el cerebro, los volvemos adictos al afrodisíaco, o torturamos a los rebeldes para que aprendan la lección y dejen de resistirse -les dice como si nada, ellos se sorprenden de la maldad de estos dos-. ¿Qué? No me vean así, soy alguien que hace su trabajo.

Nasim: Son unos enfermos, ¿cómo diablos hacen esa porquería? -los ve molesto-. Ni loco voy a dejar que sigan haciendo eso -ve a la chica que llevan arrastrando-. Esa muchacha no debe tener ni 16 años.

Gema: Tiene 14. Ella se lo buscó por rebelde, no aguantó la terapia -dice con burla-. ¡Ahoraa! -grita, las nifas empiezan a crear unas esporas que van apoderándose de todo el ambiente, los muchachos se empiezan a sentir mareados y caen al suelo desmayados. Ordenan llevarlos adentro, y los encierran en celdas diferentes.

Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora