Capítulo 22: Entre la espada y la pared.

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Cuando el humo desaparece, los muchachos ven que Vanessa está atada y encerrada en una jaula de sombras. Están pensando qué hacer, pero el alfa suelta un gruñido y corre hacia el demonio con rabia, este sonríe.

Bardo: Alguien decidido -deja su espada y empieza a pelear a mano con el alfa.

El alfa le da unos golpes muy seguidos y precisos, pero el demonio se cubre con facilidad; le da una patada en la cara, derrumbándolo. El lobo se levanta rápido y le contraataca con un golpe en todo el rostro, luego lo alza y lo lanza contra una pared del altar.
Marcos va furioso hacia Bardo, pero el demonio se levanta y, a una velocidad increíble, le propina infinitos golpes que derrumban al lobo.

Bardo: Eres fuerte, pero no soy un oponente fácil -le lanza un rayo negro, pero alguien le hace frente con uno amarillo-. Vaya, sí que son entrometidos -ve a los elegidos.

Eidan: Deja a esa chica, Bardo. ¿Qué demonios ganas haciéndole daño a esta manada? -le pregunta frustrado.

Bardo: Bueno, hablemos entonces -desparece y al instante reaparece al lado de la jaula-. Quiero el símbolo del infinito y la garra del lobo -les dice consiso y preciso.

Mizu: ¿Tú estás sordo o qué? Sabes que ese tesoro no está acá -le responde con mucha rabia.

Rai: ¿Qué es tan importante para que ustedes deseen ese papel? ¿Es por las coordenadas que tiene?

-Vaya, pensé que eras tonto, pero quién lo diría: un detective -dice Marin en forma de burla, mientras se aparece ante ellos.

-La verdad sí. Pensé que el analítico del grupo era Nasim, pero ustedes sorprenden -aparece Toya luego de Marin. Ambos están en el techo de la jaula de sombras-. ¡Dame ese papel!

Lance: Así que ya están apareciendo todas las ratas. ¿Qué les hace pensar que vamos a cumplir con sus caprichos? -Marin crea en su mano derecha una esfera de humo venenoso color azul oscuro.

Marin: Sencillo. Saben que con esto basta para que ella muera; ni el antídoto les servirá, así que más les vale que tomen el buen camino.

Marcos: Noo, por favor. No lo hagan -se levanta a pesar de que Ilan no lo ha terminado de curar-. No la lastimen. Yo les entregaré el símbolo -ve a los chicos, ellos están contra la espada y la pared-. Por favor, no dejen que la maten, es mi luna. Ayúdenme -les pide con suplica, casi saliendo las lágrimas de sus ojos.

Nasim: Está bien. Accedemos a dártelo, pero libérenla primero -los demonios se ríen-. Es un trato; no confió en ustedes -tiene su mirada sobre ellos dejándoles ver el símbolo del infinito.

Toya: No tan rápido. No todo es color de rosa. Ustedes se quedarán ahí junto con el alfa -los ve a todos-, y el niño nos entrega el símbolo -señala a Ilan.

Rai: Ni lo pienes, cabrón; ni de broma. Mi hermano no se mueve de aquí. Yo lo entregaré -le dice furioso.

Marin: Eres muy lindo, pero no eres correspondido. Queremos que lo entregue Ilan, ¡y que sea rápido! -apunta a Vanessa, creando nuevamente la esfera.

Lance: ¡¡Ni de broma!! -les grita furioso.

Bardo: Dejen los celos. Es más, podríamos hasta ser cuñados -los chicos se enfadan aún más-. ¡El símbolo ahora! -exige.

Ilan: Dámelo, Nasim -le estira la mano, este lo ve con duda-. Puedo hacerlo. No podemos permitir que le hagan daño a Vanessa. Las parejas destinadas es algo sagrado. Eidan, tú lo entiendes -ve a su hermano y este baja la mirada.

Eidan: Está bien, toma -le arrebata el símbolo a Nasim y se lo entrega-. Ten cuidado, no confío en eso payasos -lo abraza y el menor le corresponde.

Ilan camina hacia donde está Bardo, este sonríe cada vez que el elementary de hierba se acerca más, hasta que está frente a él. Ilan llega y el demonio estira su mano hacia el símbolo, pero el menor se aleja un poco.

Toya: ¿Qué te pasa, niño? ¿No te quedó claro el trato? -le dice en tono de confusión.

Ilan: Yo no soy un tonto; ustedes me quieren a mí. Suelten a Vanessa y déjenla ir con su alfa. De aquí no me moveré -los tres guerreros se sorprenden.

Bardo: ¡Qué listo! Por suerte me declaré bixesual hace años -lo ve mientras se lame los labios. Los muchachos se enfurecen-. Déjala -Marin asiente, neutraliza la prisión y corta las cuerdas.

Vanessa camina poco a poco hasta que sale de las garras de Toya y Marin. Camina despacio hasta que pasa por el lado de Bardo, este ni se inmuta; luego pasa al lado de Ilan y lo ve preocupada, este solo le sonríe. Una vez que deja atrás a los cuatro, corre hasta refugiarse en los brazos de su alfa. La chica llora por el pavor que sintió.

Ilan le entrega el símbolo a Bardo.

Mizu: Muy bien. Ahora ya está. Ven Ilan -el menor se voltea, pero Bardo lo toma por la cintura-. ¡Déjalo, maldito infeliz! -grita y los chicos corren hacia ellos, pero una pared de sombras se los impide-. ¡¡Maldita sea!! -lanza sus ataques de forma desesperada.

Nasim: ¡¡Suéltenlo!! Ya tienen el dichoso símbolo. Déjenlo ir -grita desesperado atacando la pared.

Marin: Qué celosos -finge sorpresa-. Este chico se viene con nosotros al castillo -empieza a desaparecer el muro-. Nos veremos.

Rai: ¡Nooo! Déjenlo. No se lo van a llevar -grita asustado-. Esta puta pared no se rompe -dice frustrado lanzando ataques.

Bardo: Creo que ya sé quién será mi nuevo juguete -lo voltea y hace que Ilan quede con la cara en su pecho, baja sus manos aparentando sus glúteos-. Nos veremos -los muchachos están furiosos, sus auras se están saliendo de control-. Adiós, cuñados -les dice con burla.

Ilan: Bardo -lo llama y este baja la cabeza viendolo a los ojos-. Ni se te ocurra volverme a tocar en tu vida -le dice serio, sube su aura y sus ojos se ponen color lila-. 'Psicoataque' -con el hechizo, los ojos de Bardo también se ponen de color lila. Acto seguido, el demonio sale disparado por una gran energía, rebotando varias veces en el suelo.

Bardo: ¡Aaaaah! -grita de dolor y se agarra la cabeza con ambas manos-. ¡¡Maldita sea!! ¿Qué mierda me hizo? -habla frustrado porque el dolor de cabeza no cesa.

Rai: 'Lanza de rayo' -clava su lanza en el pecho del demonio, causando una gran explosión que lleva a Bardo a chocar con la capilla, destruyéndola.

Toya: ¡Noo! -corre hacia Bardo, pero una esfera de tierra cae frente a él y explota, cegándolos -¿Qué!

Lance: 'Sable de tierra' -impacta contra el cuerpo del demonio, el cual cae de rodillas al suelo.

Mizu: 'Cola de agua' -la gran cola de ballena crece con mucho poder, llevándoselo por el medio, haciendo que impacte contra unas rocas.

Marin: ¡Qué mierda! -ve que Eidan y Nasim aparecen frente a ella-. 'Sombra de víbora' -lanza su ataque hacia los chicos.

Eidan: Hora de la venganza. 'Lanzallamas' -escupe una gran cantidad de fuego que choca con el ataque de la mujer demonio.

Nasim: 'Guadaya explosiva' -lanza su gran ráfaga de viento que se combina con el fuego, acabando con el poder de Marin.

Marin: ¡No puede ser! -dice sorprendida, mientras es arrasada por el gran poder-. Aaaaah -se queja de dolor. El tornado de fuego la hace caer contra el suelo.

Lance: ¡¡Ilan!! -corre y lo abraza llorando, el menor le corresponde-. Pensé que te iban a llevar -los demás llegan junto a ellos y se abrazan.

Eidan: Casi me da un infarto. Menos mal estás a salvo. ¿No te hizo nada ese enfermo? -el menor niega-. Gracias a Dios estás bien.

Ilan: Descuiden, estoy bien. Algo asqueado, pero bien -le dice nervioso por el susto.

En eso, sienten energías demoníacas tremendas. Ven al frente y los guerreros están en pie.

Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora