Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)

Capítulo 21: Descansa en paz.

Todos los de la manada, junto a los elegidos, salen una vez que Ilan y Nasim los llaman. Ven sorprendidos el cuerpo, y a la vez, horrorizados por el estado en el que lo dejaron. Marcos lo reconoce como Ángel, uno de sus mejores amigos. El alfa deja caer algunas lágrimas a ver a su amigo sin vida.

Marcos: Mi gran amigo, descansa en paz. Tú me salvaste, por eso te secuestraron en mi lugar -los betas traen una bolsa para levantar el cuerpo-. Te prometo que vengaré tu muerte -habla, mientras observa que se llevan el cadáver de Ángel. Vanessa y Orlando también están destrozados por lo sucedido.

Eidan: Por eso no podíamos sentir el olor a podrido; tenía un hechizo. Qué crueles. Querían que se sorprendieran, se enfurecieran y fueran a atacarlos, en donde los matarían a todos por estar furiosos y no pensar con claridad -les dice en tono triste por tanta crueldad.

Lance: La otra cosa es que saben que estamos acá. Fue a propósito. Sabían que Ilan detectaría la presencia del hechizo, porque aunque no saben lo que es, están seguros de su alto poder de percepción -dice molesto, y todos lo apoyan.

Rai: Sí, ellos quieren que vayamos hacia el altar, eso es seguro... Y ahora tú -ven que se encamina hacia Damian, el lobo que antes estuvo con Ilan; el chico voltea y Rai lo golpea muchas veces hasta que lo tira al suelo.

Damian: ¿Qué mierda te pasa? -se levanta y le devuelve unos golpes a Rai. Iban a seguir, pero los lobos se meten-. No me vuelvas a golpear, niño, porque no respondo de mí -amenaza.

Mizu: Eso te decimos nosotros -Eidan lo toma del hombro para evitar otra pelea-. Ni se te ocurra volver a tocar a mi hermanito, porque créeme que te voy a romper los dedos uno por uno -lo ve con mirada fría, y la mayoría de los betas se ponen algo asustados.

Marcos: ¿QUÉ MIERDA PASA AQUÍ? CALMADOS TODOS -dice con su voz de alfa, intimidando a todos-. ¿Se puede saber por qué tanto escándalo? -pregunta más calmado-. Aunque algo me dice que hiciste una tontería -ve molesto a Damian.

Damian: Alfa, él me atacó primero -ve molesto a Rai-. Tenía que defenderme.

Marcos: Con mucha razón. ¿Te parece poco tocar a este chico de esa manera sin su consentimiento? Sabes que ya no quiero esa clase de problemas. ¡VETE DE AQUÍ! -usa su voz de alfa nuevamente y el beta se va-. Les debo una disculpa. Pero si esto vuelve a pasar, no alboroten a mi manada; infórmenme y yo lo resuelvo. ¿De acuerdo? -los ve serio, los elegidos asienten.

Ilan: Disculpe, Alfa. No volverá a pasar, se lo aseguro. Si hay otro problema, le informamos -Marcos asiente.

Marcos: ¿Y ahora qué sigue? No me voy a quedar tranquilo -dice molesto.

Nasim: Con todo respeto, Alfa, debemos encargarnos nosotros de eso. Estos sujetos son muy peligrosos. Ya vieron lo que son capaces de hacer. Si usted deja la manada, estará desprotegida, y estoy seguro que la vendrán a atacar; mejor debería quedarse -le sugiere de forma amable. El lobo frunce el ceño.

Orlando: Yo me quedaré, nos informaron que hay más demonios en el altar. Necesitan su ayuda. Yo me quedaré aquí en la manada y el alfa irá con ustedes y otros betas -los chicos asienten.

Deciden ponerse en marcha hacia el altar que está casi en la cima de la montaña. El grupo lo integran los elegidos, junto a Marcos y cuatro lobos betas. Caminan poco a poco hasta que sienten presencias y olores demoníacos. Se ponen alerta. En eso, ven que los pactantes aparecen frente a ellos. Los lobos se encargan de ellos como si nada, pero un rayo negro cae sobre los chicos, siendo llevados hacia otro lugar; ven que están en una especie de altar.

Mizu: ¡Vaya vaya! De haber sabido que tenían este servicio de uber los hubiera llamado -bromea, todos se ríen.

Lance: Dejémonos de bromas. Hay que centrarnos en esa gran fuerza que viene de esa capilla -señala la capilla que está en el centro del lugar.

Se acercan hasta que sienten un incremento fuerte de energía, los muchachos siguen alertas. La puerta sale volando gracias a un gran poder que la derriba, en eso ven que Bardo sale de ella.

Bardo: Al fin aparecieron, ya me tenían aburrido. Un día más y masacro esa manada entera. Bueno, empecemos nuestro combate.

Nasim: ¿A qué juegan, Bardo? No creas que somos tontos, estaban esperando que llegáramos acá, porque de no ser así no tendría sentido que hasta ahora no atacaras la manada. Dinos a qué se debe -el demonio alza una ceja ante la interrogante.

Bardo: Juju, bueno, nos descubrieron -suelta una leve risa-. Pero no te diré nada. 'Espada de abigor' -desenvaina su espada y salta, cae en el centro de donde están los muchachos, clavando su espada en el piso y mandando a volar a todos.

Rai: Tú lo pediste. 'Lanza de rayo' -crea su lanza y corre hacia él. Empiezan a pelear chocando sus armas. Rai está haciendo un gran esfuerzo, ya que la fuerza del demonio parece ser ilimitada.

Eidan: 'Erupción volcánica' -crea su ataque y lo lanza hacia Bardo, él se aleja de Rai para cubrirse de las llamas-. Esa espada es muy poderosa.

Bardo: Cortesía de la casa -desparece y ahora está frente a ellos-. Pero quiero darles un entremés. 'Colisión de sombras' -carga energía negra en la punta de su espada, agita el arma hacia los chicos liberando una energía devastadora que los manda a todos a rebotar contra el suelo-. Vaya, sí que se ven mal. No aguantan un simple ataque -les molesta. Los chicos se levantan como pueden y van a enfrentarse al demonio.

Mientras tanto, en la manada, Vanessa ve los destellos de luces que hay en la montaña.

Vanessa: Por favor, cuídense -dice viendo hacia al cielo-. Debo hacer algo.

Orlando: Mi Luna, ¿pasa algo? -le pregunta llegando junto a ella-. ¿No estará pensando...?

Vanessa: Lo estoy, pe... -no termina de hablar, ya que siente unos olores -¡Oh, no, están acá! El chico del viento tenía razón -habla viendo hacia la entrada de la manada.

En la zona del altar, los chicos pelean contra el gran poder de Bardo. Mizu manda su ataque espejismo de cristal, pero Bardo, con su espada lo evita, luego la agita dándole un fuerte golpe. Lance va hacia él, crea defensas de roca para protegerse de la espada, pero igual el demonio las rompe, derribándolo; intenta herirlo, pero Nasim se interpone, paralizándolo. Crea un tornado que lo eleva, pero Bardo rompe su poder.

Eidan usa su ataque pirotecnia, lanzándole espadas de fuego que el demonio las repele como si nada. Ilan usa el viento de otoño, hace que a Bardo se le dificulte retenerlo, pero finalmente destruye el ataque lanzando energía oscura al menor, derribándolo. Rai usa su garra de trueno, chocando con la espada de Bardo, pero el guerrero posee mucha fuerza y lo tira al suelo.

Bardo: ¡Adiós, Rai! -agita su espada para clavársela al elementary.

Ilan: 'Hoja mágica' -su ataque impacta contra la espada del demonio, haciéndolo retroceder-. Rai, ¿estás bien? -su hermano le da la mano y se levanta junto con el menor. Llegan los demás.

Rai: Gracias, hermanito. Me salvaste -le revuelve el cabello.

Bardo: Vaya, sí que eres un dolor de cabeza. ¿Cómo tienes ese poder sagrado? -detalla a Ilan y ve que su aura es totalmente verde-. ¿Qué juego es este? Tu aura es totalmente normal.

Lance: ¿Qué demonios quieres, Bardo? Sabes bien que el tesoro no se encuentra aquí -le pregunta molesto, y Bardo solo ríe.

Mizu: ¿Por qué tanta risa? ¿O es que estás buscando el símbolo del infinito? -le pregunta con burla. El guerrero alza una ceja-. ¿Qué pasa?, ¿se te acabó el chiste? -lo molesta.

Bardo: Ja, así que tienen ese símbolo, ya que el que le dieron a Zander no era el correcto -empieza a subir su aura-. 'Colisión de sombras' -dice con voz tétrica, lanzando un gran ataque.

Ilan: 'Cortina encantada' -crea un gran escudo verde combinado con lila que los protege del gran poder; al menor le cuesta, pero no se rinde. El ataque acaba y el escudo se rompe.

Bardo: ¿Hechizo? Ahora sí no entiendo nada -ven que Marcos aparece en el campo de batalla-. Muy bien. Ya estamos casi todas las piezas del ajedrez. Vamos a divertirnos -dice de forma burlesca.

Frente a ellos cae otro rayo negro del cielo, causando una explosión que cega a todos. El rayo cesa y una gran cortina de humo queda en los alrededores, cuando esta desaparece dirigen su mirada al frente y no pueden creer lo que ven.