Capítulo 46: Comienza la batalla.

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Cristhofer: Debo apurarme —intenta irse, pero el hombre lo detiene—.  ¿Qué quieres?

—No entiendo, primero actúas como un maldito, y luego intentas ayudarme —habla confundido—. ¿Quién eres y qué buscas acá?

Cristhofer: Tú pareces ser de los buenos, te explicaré —usa su poder para enseñarle todo a través de su mente—. Necesito tu ayuda, ¿puedes? —el hombre asiente—. Entonces, vamos.

En la torre principal está el Supremo, escucha muy atento lo que el alcalde le cuenta.

Supremo: Así que nos ha ido de maravilla, estoy interesado en que esos cinco reemplacen a los otros —dice emocionado—. Pero no hay que confiarse, pueden traicionarnos.

Gabro: Sí, mi señor, tiene razón —le habla con respeto—. Pero podemos mantenerlos vigilados hasta que podamos confiar en ellos, y... —el Supremo le hace señas de que se calle—. ¿Pasa algo?

Supremo: ¿Energía sagrada? Otra fuga —en eso sienten una gran explosión—. Maldita sea, deben ser esos rebeldes —se asoman por la ventana—. Qué mierda, ¿cómo es posible?

Observan que hay cinco espirales de luz que se elevan hasta el cielo, su energía es muy poderosa, y es energía positiva; el Supremo se tensa, Gabro se queda boquiabierto.

—Lamento interrumpir, mis señores —les habla un guardia—, pero Quinta Cristal, Reina de Corazones, Galeón de Oro, Tifón Titánico y Diosa de Diamantes, han sido derrumbados como si nada —les informa.

Gabro: Manda a las tropas a que asesinen a esos rebeldes, que lo hagan de la forma más lenta y sufrida que puedan —le ordena de inmediato.

—Señor, lo que pasa es que el Señor Báthory y sus amigos están detrás de todo esto, ¿cómo hacemos? —explica el hombre, el alcalde alza sus cejas sorprendido.

Supremo: Manda a todas las razas a atarcalos, no serán rivales para todas. Voy a traer a mis sirvientes —habla con voz tétrica—. ¿Qué no escuchas?  ¡Muévete! —le ordena al guardia—. Vamos al sótano, quiero que esos tipos ardan en el infierno —el alcalde asiente y salen de la oficina.

Gabro: Mi señor, ¿está seguro? Si sacamos a esa bestia toda la ciudad será destruida —le recuerda.

Supremo: No seas iluso, Gabro, esos cinco edificios no es lo único que caerá. Esos chicos poseen un aura poderosa, esta batalla puede destruir toda la ciudad. Yo me encargó de todos los daños, por los momentos quiero a esos miserables muertos.

Mientras los muchachos aumentan su poder de forma increíble, destruyen por completo lo que una vez fueron esos horribles lugares, donde personas inocentes sufrieron y murieron.

Todas las tropas de la ciudad están alertas y se dirigen a cada uno de los puntos afectados.

Nuestros héroes están afuera de la ciudad, Ilan abre un portal que los hace aparecer en medio de Oban; una vez que este se cierra, nuestros elegidos suben su aura y avanzan hacia la torre.

Mizu: Esto está inundado, ¿quiénes son los buenos y quiénes son los malos? —habla mientras corre.

Eidan: Cris dijo que un rebelde los iba a ubicar al sur de la ciudad. Lance, ahora, para que entren los demás —su hermano asiente.

Lance aumenta su poder concentrando gran parte en su puño derecho, Nasim lo eleva a través de un tornado y lo lanza contra el muro, Lance llega y golpea la barrera; seguido, da un par de golpes más haciendo un gran hoyo en la pared, esta se viene abajo en seguida. Nasim lo trae nuevamente hacia ellos.

Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora