Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)

Capítulo 19: Vuela alto.

Paoly es salpicada de sangre en la cara y ropa, cuando la persona que se interpuso para protegerla cae muerta al suelo; al ver de quién se trata, la bruja cae de rodillas y empieza a llorar.

Paoly: Noo puuede seerr. ¿Pooor quué? -empieza a llorar sin control. Cristhofer se levanta como puede y la toma por el hombro.

Cristhofer: Ágata, ¿por qué lo hiciste? -dice en tono triste. Ven su cuerpo sin vida, ya que el látigo le perforó el corazón. El aura de la mujer ha desaparecido por completo-. Su muerte no quedará impune -ve hacia los demonios y Macario.

Jasmin: Genial. Esa mujer se interpuso, ¿y ahora qué hacemos? -ve a Zander.

Zander: Bueno, que los wendigos se encarguen -ve a Macario-. Si quieres derrotar a Báthory, hazlo. Tómalo como un regalo -este asiente y va corriendo hacia Cris-. Mátenlos -les ordena a los wendigos que van hacia ellos-. Disfruten su ejecución.

Macario: Disfrutaré despellejarte, Báthory -lo ve con una sonrisa cargada de rabia.

Va hacia el vampiro, y Cristhofer se prepara; no muestra miedo a pesar de saber que están apunto de ser masacrados. Paoly se levanta para luchar junto a su amigo hasta el final. Cuando se preparan para defenderse, una luz se hace presente; una flecha dorada aparece de la nada cegando a todos ellos por un largo rato, una vez que el brillo cesa ven que están cubiertos por un gran muro de hielo. Una esfera de energía color rosado y blanco cae al suelo acabando con casi todos los wendigos, y los otros están congelados. La pered de hielo se derrumba y ven que Ronald, Nahiara y Noel están frente a ellos.

Nahiara: Muchachos, ¿están bien? -les pregunta preocupada mientras corre hacia ellos, empezando a curaralos de sus heridas.

Zander: Así que los amigos de los mocosos llegaron. Bueno, ni modo, me retiro. De todas formas ya tengo el libro -desparece.

Jasmin: Esa mujer -ve a Nahiara con cara de terror y drama-. A ella si le tengo miedo -dice desapareciendo también.

Ronald: ¡Qué cobardes! -ve hacia donde estaban los demonios-. Noelito, tienes una buena puntería. Créeme que me alegra tenerte de amigo -pasa su brazo por el hombro del ángel y este sonríe-. Mataste a esa escoria de Macario de un solo golpe.

Noel: Sí, aunque no debí cargar tanta energía. Quizás le hubiéramos sacado algunas cosas -ve el cuerpo de Macario que tiene clavada una flecha dorada en su cuello-. Lamentándolo mucho llegamos tarde, no pudimos evitar esa pérdida -ve el cuerpo de Ágata sin vida.

Cristhofer: Ella se sacrificó para salvarle la vida a Paoly y a mí, ya que de no ser así estaríamos muertos -ve el cadáver con tristeza, se agacha y le cierra los ojos-. Descansa en paz.

Paoly: Ágata, vuela alto. Y gracias por tu ayuda. Te prometo que vengaremos tu muerte -en eso, una luz blanca aparece por todo el cuerpo de Ágata-. ¿Qué pasa? -pregunta algo asustada.

Noel: Tranquila, la ayudaré a subir -toma las manos del cuerpo de Ágata, su aura sale a flote impregnándolo de energía sagrada. Una vez que esto pasa, la luz blanca sube hacia el cielo despareciendo por completo-. Ya está descansando. Vamos a darle sepultura -todos asienten.

Macario: Noo pppooodrááánnn deerrrottarr aa Dunnncaann -dice con mucha dificultad.

Nahiara: Así que sigues vivo. Hierva mala nunca muere -todos lo rodean-. Bueno, Noel, tu plan funcionó. Está vivo.

Ronald: Bien, traidor. Dinos, ¿qué demonios quiere Duncan con ese libro que se llevaron sus mascotas? -Macario se queda callado, pero Noel aumenta el poder de la flecha y el hombre responde.