Capítulo 47: Reencuentro.

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El fuego es tan poderoso que mata a los wendigos y demás criaturas, y protege a los elegidos, luego las llamas desparecen. Aylin se da cuenta de que los chicos ya no están, se queja y manda a más tropas a buscarlos.

Mientras tanto, donde están Paoly y los demás, está ocurriendo algo muy interesante; Ben y sus amigos están sin palabras.

Ronald: Dejemos la sorpresa para otro momento -les dice mientras golpea a un cambiaforma oso-. Los muchachos bendijeron sus armas, úsenlas.

Ben reacciona, corre hacia el frente, agita su espada y de esta sale una gran energía sagrada que elimina a las banshees; Ximena posee ahora un cetro de tamaño mediano, apunta hacia los cambiaformas lazando una energía rosada que los derriba; Ignacio lleva unos guantes de color bronce, el chico lanza un puño hacia el frente y de este sale un gran rayo que acaba con los sátiros; Valeria, por su parte, usa una espada con una curva en la punta, la agita y de esta salen increíbles cuchillas unidas que eliminan a un batallón entero de demonios, luego hace retroceder su espada y las cuchillas vuelven a ella. Ahora ya no hay enemigos.

Ximena: Gracias por bendecir nuestras armas, es un honor -habla emocionada y agradecida.

Valeria: Sí, significa mucho. Y un placer conocerlos -dice presentándose junto a Ignacio.

Noel: Se lo han ganado, ahora usemos esos nuevos poderes para derrotar al Supremo -ellos asienten.

Ben: Cris, estás herido, ¿no te duele? -le pregunta preocupado, el vampiro niega y le da un beso en la frente-. Me preocupé -lo abraza.

Cristhofer: Estoy bien, mi príncipe. Gracias por preocuparte -Cris lo abraza fuerte.

Ignacio: Felicitaciones, Ben. No sabía que era tu destinado -les dice feliz-. Pero tenemos compañía. Son muchos, ¿cómo llegaremos al Supremo? -dice señalando a más guardias.

Paoly: Noel, es hora de nuestro plan de ayuda -le recuerda, el ángel asiente. Noel se eleva y abre un portal-. ¡Muy bien. Reúnanse y vengan, los necesitamos! -grita hacia el portal.

En un callejón, cerca de la torre principal de la ciudad, nuestros héroes aparecen a través de una gran llamarada. Ven hacia todos lados atentos, en eso ven que dos grandes zorros de nueve colas están ante ellos, se dan cuenta de que son kitsunes, todos se ponen alerta. Los kitsunes son envueltos por llamas de las que aparecen dos personas: un hombre alto, fuerte, de ojos color miel, cabello castaño-rojizo, piel blanca, y de unos 38 años; junto a él, una una mujer de cabello largo pelirroja, estatura media, ojos marrones, y piel blanca. Los elegidos están impresionados, ya que tienen un gran parecido con...

Rai: ¿Quiénes son ustedes? -pregunta rápidamente.

Eidan: ¡¡Mamá, papá!! -dice impresionado, los chicos voltean y lo ven, se le salen las lágrimas-. ¡Están vivos! -corre hacia la mujer, esta lo recibe con un gran abrazo, el hombre se les une dándoles un beso en la frente-. Mami, papi, pensé que no los volvería a ver -llora.

-Ya, mi cachorro, no llores. Estamos bien, con algo de trauma por las porquerías que ocurrieron acá, pero bien -le dice la mujer, mientras le acaricia el cabello-. Eres un elegido, tenía dudas, pero ya no. Estoy muy orgullosa de ti -le da un beso en la mejilla.

-Mi pequeño Eidan, ya estás hecho todo un hombre, has crecido, estás más fuerte, más maduro; me alegra que estés bien, hijo -Eidan abraza fuerte a su padre, los muchachos ven la escena sonriendo y llorando de felicidad por su hermano-. Gracias por ayudar a mi hijo y darle calidad de familia. Soy Heyden, y ella es Helena, mi esposa -los muchachos van a conocerlos, devolviéndoles el saludo.

Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora