Capítulo 18: Acorralados.

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Paoly está despertando un tanto dolorida. Empieza a ver borroso. Cuando acostumbra su vista ve que se encuentra en una cama de un acogedor cuarto. Observa a su alrededor hasta que ve una foto de una adolescente de unos 15 años. Sonríe al verla.

Paoly: Vaya, has cambiado bastante -dice mientras toma la foto; en eso, la puerta se abre. Ve que Ágata entra-. Siempre tendrás ese buen espíritu de ayudar a los demás, así no estés de acuerdo -ella la ve sin entender.

Ágata: Perdóname, mi reina, pero creo que el golpe te afecto la cabeza -le dice con ganas de cambiar el tema-. Estoy normal.

Paoly: Vamos, siento la presencia de Cristhofer aquí; lo trajiste a tu casa aún estando en desacuerdo, y supongo que lo ayudaste a curar porque sabes que no es malo -ella baja la cabeza y asiente.

Ágata: Estaba muy herido. Para ser un vampiro puro su sanación va lenta con esas heridas. ¿Quiénes son esos tipos? -le pregunta, pero en ese momento Cris entra al cuarto.

Cristhofer: Disculpa por pasar sin permiso, pero debemos hablar -Ágata intenta salir, pero Cris se lo impide-. Quédate. Hiciste una pregunta, y tienes todo el derecho de saber -ella asiente y se queda-. Los que nos atacaron son los demonios guerreros, los sirvientes de Duncan y el rango más poderoso de su ejército -ella se sorprende mucho.

Ágata: No puede ser. ¿Esos siete resucitaron? Estamos en peligro. En los libros se dice que el que caiga en sus manos no tendrá un buen final -dice algo preocupada-. El poder del hombre con el que se enfrentó Paoly tenía un aura maligna, tenebrosa, que parece que iba a acabar con todo.

Cristhofer: Créeme que lo que dicen los libros es nada comparado con lo que realmente pueden hacer esos asesinos. Son capaces de matar de la peor manera; acaban batallones enteros y todo lo que tocan en batalla queda totalmente destruido -le explica.

Paoly: Aparte de que fueron encerrados en un ataúd de letargo, por lo que sus poderes no están completos aún, imagínate si estuvieran. Acabarían la tierra si quisieran. Una sola de ellos casi mata a tres de los elementary de esta época -ella asiente atenta.

Ágata: Vaya, en qué gran peligro estamos. Y les creo todo lo que me dicen. Con ver la batalla de Paoly y las heridas con las que llegaste es tenerle miedo a esos grandes poderes. ¿Tienen idea de qué estén haciendo por Venecia?

Cristhofer: Jasmin no me dijo nada coherente; parecía que solo la mandaron a asesinarme y casi lo consiguió. Esa mujer no se lo piensa dos veces antes de matar a alguien -les explica.

Paoly: Zander estaba averiguando sobre los tesoros mágicos. Lo más seguro es que Duncan ya los quiera poseer, pero aquí no están, hay que ver qué encuentran los chicos. Lo que te puedo decir es que debemos enfocarnos en eso, ya que por ningún motivo esos tesoros pueden llegar a manos de esos guerreros -asienten ambos-. Llegaste con heridas, ¿tan fuerte es esa mujer?

Cristhofer: No tienes idea. Es muy fuerte. Le avisé a Ronald para que estén atentos por si los necesitamos, ya que nuestros amigos elementary están algo ocupados -ella asiente.

Mientras finiquitan detalles, los dos guerreros están reunidos en el mismo parque en el que pelearon Cristhofer y Jasmin planeando su siguiente movimiento.

Zander: Vaya qué sorpresa, no pensé que te pasaría algo como eso. ¿Segura que no te excitaste? A ti te prenden las cosas así -se burla, Jasmin pone mala cara y este ríe más fuerte-. Debes verte, pareces un tomate, jajajajajaja -se ríe a carcajadas.

Jasmin: ¡Cállate! Estoy hablando en serio. ¿Quién se puede excitar cuando casi te dividen en dos? Y no de forma placentera -le responde cargada de drama-. Bueno, ¿qué hacemos ahora? -en eso, Duncan aparece frente a ellos por medio de un cuervo que lo proyecta a través de sus ojos-. Señor, diculpe la tardanza. Hubo contratiempos.

Los Elegidos: Nuevos Enemigos (Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora