—Esto es realmente malo... ¿Ustedes qué opinan.— Chifuyu se estiró sobre su pupitre, observando aún así a sus amigos alrededor.—Esos dos son bastante peligrosos, y peor para nosotros, todas las secundarias les cerraron la puerta en la cara menos esta.— Sonrió de lado.— Pero aún así entre todos podemos contra ellos en caso de que provoquen ¿No?.— Baji amarró sus cabellos en una coleta baja.
—Mataron a alguien a sus trece años, realmente no sé que esperar de esos dos.— Murmuró Hakkai.
—No tenemos por qué encontrarnos con ellos si son dos años mayores.— Miró a su hermano.— De todos modos yo te protegeré.—
Angry se sonrojó un poco.
—G-gracias, pero ahora que lo pienso... Ambos se llevan por un año y si estuvieron reclusos por dos semestres significa que Ran estará sólo un año por arriba de nosotros y Rindō... en nuestro nivel...— Murmuró nervioso lo último.
—No creo que tengamos tan mala suerte, quizás le toque a otro salón y ya, problema de ellos.— Baji retiró sus gafas.— No creo que sean la gran mierda.—
Y quizás por cosas de la vida la puerta del salón se abrió de golpe, dejando ver la figura de un joven alto de lentes, cabello rubio y mechas celestes, con su camisa arrugada, la corbata con el nudo mal hecho y una chaqueta de punto con botones en cuello V.
—¿Éste es el 2B?.— Habló molesto, observando al grupo más grande del salón.
Maldijeron mentalmente en todos los idiomas posibles.
Nadie dijo nada, pero Souya evitando algún posible conflicto o grito decidió hablar.
—S-sí... Éste es el 2B.— Sus brillantes ojos azules se contactaron con los apagados orbes purpuras del chico.
—Ah, gracias.— Avanzó de mala gana hasta uno de los pupitres del fondo, tirando su bolso a la mesa y sentándose entre quejas.
El grupo no dejaba de mirarse, como si existiera un lenguaje de ojos que no decía nada pero significaba todo, aún más molesto Nahoya quien tensó su mandíbula, el imbécil se había sentado en su lugar.
El timbre sonó y el grupo se disolvió, moviendo a todos a sus respectivos puestos.
—No quiero sonar como un hijo de puta pero estás en mi sitio.— Habló seriamente, su sonrisa sabía desaparecido.
El rubio frunció su ceño, observando de pies a cabeza al chico del cabello extraño.
—No veo tu nombre en ningún lado.— Sonrió burlón.— Pero viendo que no te rendirás tan fácil lo diré simple ¿El mocoso sentado a mi lado es tu hermano? Pues bien, parece un debilucho, sigue jodiendo y con mi hermano no dudaré en romperle cada uno de sus huesos.— Apartó su mirada, tomando el cierre de su bolso y abriéndolo para sacar algún cuaderno y un lápiz.
Aprovechando su distracción Nahoya atacó sin dudar su rostro de un puñetazo, haciendo caer al rubio a un lado.
El salón de quedó en completo silencio, haciendo un círculo para rodearles, nadie quería entometerse por el hecho de ser una pelea entre un exconvicto y uno de los chicos más fuertes de su salón.
—Qué patéticos reflejos, crees que todos huyen con tus amenazas de mierda, pero con mi hermano nadie se mete.— Volvió a lanzarse contra el rubio, intentando darle otro puñetazo pero siendo éste esquivado de inmediato por Rindō, quien enervado alzó su puño y golpeó con fuerza en su vientre.
Smiley quedó sin aire pero eso no evitó a que se incorporara y le propinara un segundo golpe directo en su rostro, trizando el cristal de sus lentes.
Draken rápidamente se puso de pie y tiró hacia atrás al pelinaranja, intentando separar la pelea.
—Basta, basta ¡BASTA MIERDA!.— Logró separarlos, pero aún así esté insistía en volver a lanzarse contra el Haitani.
—Estás muerto, risitas.— Escupió un poco de sangre.— Apenas te vea en la salida voy a matarte.— Sonrió de lado con sus ojos bien abiertos.
—¡Ve corriendo con tu hermanito, él te ayudará! ¡Sólo eres su sombra!.— Volvió a lanzarse con fuerza pero siendo detenido por Souya, quien se interpuso en su tacleada y por la fuerza de ésta terminó siendo empujado hacia el rubio, cayendo junto a él.
—H-hermano ya detente...— Murmuró, poniéndose de pie rápidamente.— Dijeron que un problema más y te expulsaban...— Observó apenado a su mayor.— Y creo que tú tampoco quieres problemas... Los han rechazado de tantos sitios que te conviene no meterte en líos.— Desvió su mirada al chico que aún seguía apoyado en el suelo y sin dudar le tendió la mano para ayudarle a levantarse.
Sus ojos volvieron a reencontrarse, pero Rindō soltó un bufido de molestia y apartó su mano, colocándose de pie solo.
—Quédate con tu puesto de mierda.— Tomó entre insultos sus cosas y fue hacia uno de los pupitres vacíos del lado de la ventana.
Souya volteó rápidamente hacia su hermano, observando su rostro en busca de heridas.
—¿Estás bien hermano? Tengo pastillas para el dolor muscular.— Fue hacia su bolso que estaba al lado, sacando una caja de píldoras y una botella con agua.
—Ah, gracias, no fue nada de todos modos.— Recibió el comprimido y lo tomó seguido de un trago de agua.
El profesor llegó por suerte con retraso, evitando ver el escándalo de hace un momento.
—Buenos días, perdonen la demora, pueden partir sacando sus cuadernos, jóvenes.—
aquí tienen su primer cap 🥵
Un voto se agradece 🫐
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Zarco ; [ Ringry ]
Fanfiction"-No me entiendo ni a mi mismo...-" Después de ser rechazados en una gran cantidad de secundarias, los dueños de Roppongi son finalmente aceptados en la misma secundaria que los dueños de Meguro. Un semi AU, algunas cosas permanecen y otras no. Cont...