Zarco ; [ Ringry ]

38; <3

Estaba desanimado, su plan se fue a la mierda por culpa de su alrededor y peor aún. Todo entre su hermano y Souya fue revelado de golpe.

“—Probablemente ahora me odia...—”

Subió las escaleras hasta el segundo piso y no dudó en ir con su hermano. Sacó la llave y entró al cuarto, cerrándola al entrar.

—Ah, Ran ¿Ahora si vas a usar el cuarto?.— Rindō yacía en el suelo con la botella semi vacía tirada a su lado.

—Dios, luces fatal.— Se sentó a su lado, tomando la botella de vodka, bebiendo todo su contenido restante.

—Eso era mio...— Murmuró con la voz notablemente floja.

—Mamá nos enseñó a compartir.— Sonrió de lado.

—¿Por eso besaste a Souya?.— Suspiró agotado.

—Era para ver tu reacción y confirmar mi teoría...— Escondió su rostro en sus rodillas.

—Ahá... O-oye ¿Y.. Nahoya...?—

—Kai abrió la boca y sin darse cuenta le contó todo a Nahoya.— Una pequeña risa salió de sus labios.

—Agh, no me jodas.— Sonrió.— Ahora tu plan de fue a la mierda.—

—Ahá...— Elevó nuevamente la vista.—... Se le quedó la chaqueta.— Frunció el ceño.

—Ahora tienes una... excusa para verle.—

—Ya cállate, cuando hablas ebrio me da una jodida risa.— Golpeó la frente de su hermano.

—Hoy dormiré aqui...—

—Lo sé... Oye, ven, podríamos dormir juntos.— Se puso de pie, ayudando a su hermano a levantarse.—

—¿Ah sí? ¿Me contarás un chiste también?— Sonrió de lado.

—Los que quieras.— Le dio un abrazo.

(...)

El día lunes Rindō finalmente asistió a clases por casi obligación de Ima, no podía descuidar sus estudios cuando iba avanzando muy bien en éstos.

Ni siquiera volteó a ver a Souya, no deseaba verlo ni escuchar su voz, aún se sentía dolido y avergonzado de lo ocurrido.

Souya no dejaba de mirarle, total, él se sentaba detrás suyo y tenía ese privilegio de observar su espalda y sus bonitos cabellos.
No podían estar peleados toda la vida, después de todo él le debía una explicación a Rindō por lo que pasó esa vez.
El primer recreo llegó, pero no se sentía confiado para hacerlo en tan corto tiempo.

Tampoco en el segundo recreo...

En el último bloque del día se puso de pie y mientras caminaba al escritorio de la profesora aprovechó de dejar caer un papelito en el pupitre de Rindō.